Perú, que ya no tiene posibilidades de clasificación para el mundial de Brasil-2014, fue sancionado el pasado 27 de septiembre con un partido a puerta cerrada por "graves incidentes de los hinchas locales" en el partido que le enfrentó a Uruguay el pasado 6 de septiembre.
La policía peruana impidió en aquel partido que el árbitro argentino Patricio Loustau y sus dos asistentes fuesen agredidos por dos hinchas que ingresaron a la cancha al final del duelo jugado en el Estadio Nacional de Lima.
Además del partido a puerta cerrada, la FIFA impuso a la Federación Peruana de Fútbol (FPF) una multa económica de 20.000 francos suizos (unos 22.000 dólares).
La FPF recurrió la sanción la pasada semana, pero la FIFA precisó el pasado jueves que la comisión de apelación "no podrá emitir una decisión" antes de la celebración del encuentro Perú-Bolivia, por lo que de confirmarse la sanción afectaría al primer partido clasificatorio para el Mundial-2018.
Ante esta circunstancia, el presidente de la FPF Manuel Burga anunció el domingo que el organismo que dirige iba a retirar el recurso.
"Se ha informado que vamos a desistir la apelación que se presentó a la FIFA en vista al hecho que esta no haya sido resuelta de manera inmediata, a nuestro criterio de forma errónea, porque nosotros nos hemos allanado a la multa y postergar esa decisión podría representar un grave perjuicio para el proceso de Rusia 2018", dijo Burga a la radio RPP.
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