¿Cuál ha sido la experiencia de trabajo con Guido Loayza?
Mi experiencia fue satisfactoria y positiva, especialmente por la relación compartida con Xabier Azkargorta, producto de la cual hicimos un interesante libro de entrevista que se llama 100 preguntas para Xabier Azkargorta, que se ha convertido en una pequeña bibliografía.
¿Y cómo le va con Carlos Chávez?
Es absolutamente distinto. Me llamaron para ver temas vinculados con la comunicación institucional de la Federación, porque no existían políticas o estrategias de comunicación vinculadas con la necesidad de transmitir cosas que tenga que ver con todo lo que hace la FBF.
Le he criticado y cuestionado a Chávez que la FBF, durante el tiempo que es presidente, ha tenido una política informativa tímida, intermitente, con silencios prolongados, que han permitido que sus eventuales adversarios saquen provecho de este vacío informativo.
Le dije también que hay que transparentar toda la información como se hizo con el tema de los impuestos, y como nunca antes había ocurrido la FBF no le debe un centavo al fisco, lo que ha generado relaciones internacionales muy diferentes y gestiones positivas para lograr más premios internacionales para los clubes bolivianos.
En el caso referido a la Selección, la FBF ha hecho exactamente todo lo mejor que se podía hacer para conseguir el objetivo, lamentablemente la cruda realidad nos indica que somos inferiores comparados con el resto de las selecciones de Sudamérica.
¿Qué diferencia ha encontrado en la tarea de los dos dirigentes?
La diferencia fundamental es que Chávez tiene una proyección internacional que Guido Loayza no tuvo.
Chávez supo ingresar a la Conmebol (es tesorero) y eso tiene que ver con una relación de tú a tú con Brasil y con Argentina, que históricamente eran los principales enemigos de jugar en la altitud de La Paz. En ese camino tuvo circunstancias muy complicadas que él no ha revelado, pero yo me siento con la autoridad para hacerlo, se confrontó con Ricardo Texeira, dueño de la CBF, y con Julio Grondona para defender el derecho de jugar en La Paz.
A partir de esa confrontación de ideas, de ese trabajo hacia la Confederación se consiguió que a Bolivia no se le vuelva a cuestionar nunca más en qué lugar quiere jugar. Bolivia juega donde le parezca. Ya no hay cuestionamiento de que jugar en La Paz es un riesgo.
Ha superado ese nocivo enfrentamiento del fútbol visto desde el occidente y del oriente, esa pelota dividida a partir de lo camba y lo kolla. Y ha logrado ajustar a la FBF a toda la normativa FIFA, la Federación funciona ahora como deben funcionar todas las federaciones de fútbol del mundo. Esos logros institucionales son importantes y no le son reconocidos a Chávez.
¿Y Loayza cómo se portó con usted en la Federación?
En lo personal, no se portó bien conmigo, fue muy mezquino en la edición del libro Salto al Futuro. Ahí me distancié.
Guido tuvo una envidia demasiado grande al éxito y a la capacidad internacional que tuvo Xabier Azkargorta, sin desmerecer lo que hizo él, porque fue un presidente que manejó coherentemente la Federación en eliminatorias y el Mundial.
De otra cosa no puedo hablar porque lo que le dejó al fútbol Loayza es una linda sede en Cochabamba y un lindo libro, después no dejó nada más, no dejó un plan de relaciones con el Estado que él hubiera abierto cuando el fútbol gozaba de mayor credibilidad.
¿Cómo ve este escenario que confronta a los dirigentes a casi un año de las elecciones en la FBF?
Me parece que es un falso debate que se quiere tener ahora. El que quiera cuestionar esta gestión tiene que decir puntualmente por qué es una mala gestión y eso no está sucediendo. El señor Marcelo Claure se ha circunscrito a decir que para que cambie el fútbol se tiene que ir el actual Presidente de la FBF, y me parece que eso es una manera muy errónea de encarar las cosas porque eso se verá cuando tenga que suceder. Si se va o no, si lo ratifican o lo sustituyen, es un asunto que está absolutamente en manos de los dirigentes del fútbol boliviano, de la Liga y de las asociaciones.
Lo que se debería hacer es decir quiénes son los hombres del cambio, cuáles son sus planes, que digan cómo se puede trabajar con una sola cabeza y discutir sobre temas específicos, porque discutir por la prensa no conduce a ninguna parte.
¿Cómo siente ahí adentro el rechazo de la gente hacía Chávez más allá del voto dirigencial?
Me siento muy apenado porque no podemos construir un sentido común sobre el fútbol boliviano, porque hay estas pequeñas guerras que pasan por la mezquindad, por esa dirigencia de la ‘vieja guardia’, el viejo estilo de pensar que tienen la piedra filosofal o la panacea para solucionar los problemas, pero que a la hora de la verdad no discuten, no miran qué es lo que le está sucediendo en su propia casa, las dificultades, los terribles y nefastos resultados producto no de una mala intención o de falta de capacidad, sino de la insuficiencia de producción de futbolistas que tiene Bolivia. No producimos ni en cantidad ni en calidad los niveles futbolísticos que se requieren para competir en torneos de alta competencia, esa es mi principal conclusión que me apena como periodista, como boliviano y como hincha del fútbol.
De taquito
Historia y estadística
Peñaloza trabaja en la construcción de una dirección de historia y estadísticas del fútbol boliviano que permita registrarlo en el sistema digital, a partir de la creación de la FBF en 1925.
“Lamento que se hable de mafias, ladrones, corruptos. Hay una tendencia perversa antes de buscar un diálogo.
Julio Peñaloza / Asesor de la FBF
No hay comentarios.:
Publicar un comentario