Hace una semana Bolivia Fútbol Club escribió una página histórica para la colectividad nacional radicada en Argentina: el equipo ascendió al Argentino C (cuarta división de la Asociación del Fútbol Argentino) iniciando el sueño mayor de llegar —con el tiempo— al fútbol grande de ese país. Víctor Choque (nacido el 21 de mayo de 1972, en la provincia Pacajes de La Paz) es el principal artífice de esa conquista. Desde su pequeño taller textil en el barrio de Olimpo gestó la creación de un club de fútbol formado, en su mayoría, por compatriotas, y lo consiguió.
— ¿Comenzó a pensar en lo que será la presencia de Bolivia Fútbol Club en el Argentino C de la AFA?
— El lunes, al día siguiente de haber obtenido el ascenso, hubo una reunión en la Liga de Luján y me dijeron que hasta el día 22 debo presentar unos avales por 40 mil pesos argentinos (unos 7.000 dólares) para garantizar la presencia del equipo en el Argentino C. De manera que no tengo mucho tiempo, el plazo es corto.
— ¿Qué ha pensado hacer para conseguir primero ese monto?
— Después de que se conoció la noticia del ascenso hubo iniciativas de distintas radios de la colectividad boliviana para conseguir auspiciadores, además hay empresas dispuestas a cooperar y veremos qué sucede, pero no tengo mucho tiempo, me queda sólo una semana. Y también hay la posibilidad de organizar festivales para recaudar algunos fondos
— ¿Está animado a seguir, a pesar de que es un riesgo?
— Por mi parte sí, estoy con ganas de seguir adelante, de buscar los recursos suficientes como para cubrir todos los gastos y participar en el torneo.
Necesito ayuda de mucha gente y la muestra de que puede darse fue que en el partido contra Trefules (2-1) hubo muchos residentes bolivianos en las tribunas y en estos días sentí la adhesión de los compatriotas y los mensajes para que siguiera adelante, tengo mucha fe.
— ¿Qué hará con los jugadores, que ahora seguramente le pedirán un sueldo por jugar?
— Todavía no arreglamos nada, les hablé con la verdad, les fui sincero en el tema plata y encontré ayuda. Por ahora no están exigiendo sueldos ni viáticos, pero probablemente tengamos que hacer un arreglo con futbolistas que llegarán para reforzar. No se descarta la posibilidad de nombrar un padrino para que se haga cargo de un jugador, esas posibilidades las estamos viendo.
— ¿Cuándo jugará la final de la Liga contra Mariano Moreno?
— Ese partido ha quedado postergado por una semana y tengo la idea de llevarlo a que se juegue en cancha de Deportivo Español, en Buenos Aires.
— ¿Es posible contar con el apoyo de la Feria Urkupiña?
— Me prometieron colaboración, de manera que tengo que programar un encuentro con los administrativos. Existe la idea de apoyar, pero no se han fijado los montos.
— ¿Cuánto considera que será la inversión?
— Es mucha plata, todavía no tengo una cifra aproximada, pero se necesita por lo menos 500 dólares para cada viaje al interior y unos 2.000 dólares por partido.
— ¿Cuál es su actividad en Argentina?
— Sigo en el área textil. Tenía un negocio en la Feria de Urkupiña, pero el tiempo no me alcanzó y me dediqué sólo al club. Me mantengo con algunos pedidos, gané muchos clientes, pero ahora se me complica bastante.
— ¿Qué especialidad tiene?
— Ropa deportiva, mi taller es pequeño, las camisetas del club las hago yo y también trabajo con clubes de la zona. Mi taller está cerca de la Feria, en el barrio de Olimpo.
— ¿No es correr muchos riesgos con la plata que va a necesitar para afrontar lo que viene?
— He pasado por situaciones difíciles, mi señora estaba delicada de salud, le detectaron tuberculosis hace dos meses, también le afectó a mi hijo. Son cosas que no consiguieron doblegarme y salí adelante.
El fútbol es algo que me gusta, además quiero dejar algo en esta vida. La plata viene y va, tengo muchos amigos que me decían que deje el fútbol, que me iba a fundir, pero seguí. Por suerte en Argentina los medicamentos y la atención médica son gratuitos, les dije que mientras tenga manos seguiré trabajando y luchando.
— ¿Qué le dice su familia?
— No cabe duda que ellos son mi mejor apoyo para seguir adelante, están conmigo siempre. Mi esposa es Nancy Cardozo, tenemos tres hijos: Víctor Manuel (22), Axel Demian (15) y Lautaro Tizano (9). También lo hago por mi madre, quien se quedó en la provincia Pacajes del departamento de La Paz.
— ¿Ha considerado la posibilidad de pedir apoyo al Gobierno de Bolivia?
— Hace un tiempo, cuando Evo Morales visitó Argentina, le entregué una camiseta y una nota no muy bien detallada de mi proyecto. Aproveché que tuvo un encuentro con estudiantes en la Universidad de La Plata, viajé para hacerle conocer mi propuesta, quería que conociera un poquito de lo que es el club. No tuve un encuentro personal, fue a la distancia porque había mucha gente. Lo único que hice fue lanzarle la camiseta del equipo que tenía grabada una foto suya, con eso estaba un sobre en el que estaban mis números de teléfono para un contacto. Desplegó la camiseta y vio el diseño y lo guardó.
Espero contar con alguna colaboración para que conozca al equipo en Bolivia.
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