Nunca pasó por la cabeza de Julia Choque que un día iba a estar cerca del trofeo de la Copa del Mundo y que las cámaras la iban a retratar. Oriunda de un pueblo en las faldas del Illimani, vino a La Paz para ver a su hijo Alex Quispe Choque, quien cumple con su servicio militar en La Paz y está cerca de su licenciamiento.
“Visité a mi hijo un ratito porque estaba asignado a seguridad y al salir me encontré con la Copa”, dijo Choque, quien fue invitada por Pekka Odriozola, el delegado de la FIFA que trajo el trofeo a La Paz, a llevarse un recuerdo. Con él posó cerca del trofeo. “No conocía la Copa, donde vivo no entran bien las imágenes de televisión, tampoco la vi antes por fotos”, dijo entusiasmada.
Como ella miles de personas, muchas llegadas desde provincias y del interior, se dieron el gusto de contemplar la estatuilla en el marco del Trophy Tour por 89 países que organiza la FIFA con Coca Cola, en la previa de la Copa del Mundo de Brasil 2014.
La gente se emocionó, llegó con la camiseta de la selección, de su equipo favorito o con el rostro pintado para posar cerca de la joya y llevarse un recuerdo para toda la vida. Desde muy temprano en la mañana se formó una larga fila en la puerta de ingreso al coliseo del Colegio Militar Gualberto Villarroel. La multitud esperó pacientemente la apertura del recinto.
Adentro, la organización fue impecable. Se destinó mucha gente para evitar aglomeraciones y que el flujo sea constante. Luego de caminar varios metros, el público ingresaba a la primera sala en la que había juegos interactivos para demostrar las cualidades con el balón. Fueron los niños quienes disfrutaron más dominando la Brazuca, pelota oficial que rodará en las canchas de Brasil, desde el 12 de junio. Otros prefirieron el baile o jugar en un futbolín gigante.
Ese fue el paso previo antes de ingresar al museo en el que se instalaron paneles en los que estaban los hechos más destacados de la historia de los mundiales, desde el puntapié inicial en Uruguay 1930. En cada uno había apuntes relevantes de las miles de historias y anécdotas que se han escrito en las copas. También hubo un lugar para Bolivia y su presencia en las citas de 1930, 1950 y 1994.
La vista del trofeo se reservó para el final. Estaba en una urna dispuesta para verse desde tres salas. No más de diez segundos demoró la toma de la foto. Al salir, el público recibió impresa su instantánea y se llevó un bonito recuerdo.
Culmina la visita, el trofeo se va a Lima
El siguiente destino de la Copa del Mundo es Lima, la capital de Perú. Jaime Tapia, gerente General de la región occidental de Embol, quedó satisfecho por la respuesta de la gente “para ver de cerca la joya más preciada que tiene el deporte en el mundo”. Anunció que la delegación viajará muy temprano a Santa Cruz, donde espera el avión de la FIFA, que por razones técnicas no pudo aterrizar en La Paz, y de allí seguirá su viaje.
“Cerramos la jornada con gran satisfacción, fue un evento de gran trascendencia, de insospechadas perspectivas para el país. Lo mejor fue ver a la gente emocionada y con un sentimiento de optimismo de que podemos ser de nuevo un país de ganadores”, dijo Tapia. Contó que aproximadamente 500 personas trabajaron desde hace mucho tiempo para hacer realidad la actividad, que se desarrolló en un espacio de 3.000 metros cuadrados.
La satisfacción también fue de Pekka Odriozola, quien comandó la delegación de la FIFA. Manifestó que la recompensa para la entidad es ver a la gente feliz, emocionarse hasta las lágrimas. “Nunca la Copa llegó tan alto como pasa en Bolivia, es la mejor forma de sentir el fútbol”, dijo.
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