Los dos últimos lustros de la Liga han sido prodigiosos para los directores técnicos bolivianos, ganadores del 90% de los títulos que el fútbol profesional repartió en esos diez años.
A partir de 2004, los profesionales bolivianos —tanto los nacidos en el país como los naturalizados— han ganado 18 de los 20 certámenes ligueros jugados.
En cambio, aunque en ese tiempo muchos clubes optaron por traer entrenadores de afuera y en algunos casos reconocidos, éstos solamente consiguieron dos coronas en el seno de la Liga, ambas al frente de Bolívar: el argentino Ángel Guillermo Hoyos y el español Miguel Ángel Portugal.
Antes de ellos, otro argentino, Néstor Clausen —actual DT de Sport Boys— fue ganador con The Strongest de un bicampeonato, eso ocurrió en 2003. Y aunque siguió ligado al fútbol nacional dirigiendo a varios equipos, entre ellos a algunos considerados “grandes”, no volvió a coronarse en lo más alto del fútbol nacional.
Hoy en día los técnicos bolivianos reclaman que los clubes les otorguen mayores espacios, pues varios prefieren traer profesionales del exterior del país.
Mauricio Soria, campeón con The Strongest, Real Potosí y Wilstermann, considera que “la mano y el buen trabajo” de la mayoría de los nacionales —aclara que no de todos— se nota en los resultados positivos que han obtenido.
“Pero pese a esos datos tan contundentes del trabajo de los nuestros, los dirigentes, que son bolivianos, siguen menospreciando nuestra capacidad. Algunos continúan ‘enamorados’ de los de afuera y otros da la impresión de que les parece normal botar la plata sin que a cambio sus clubes logren éxitos o al menos quede un modelo o una escuela de trabajo”.
Soria añade que parte de los clubes, en especial aquellos que cuentan con disponibilidad de recursos económicos, prefiere contratar a entrenadores del exterior ofreciéndoles un trato y condiciones muy diferentes a las que les dan al profesional boliviano.
“Incluso ese trato diferenciado, mejor para los de afuera por el solo hecho de ser extranjeros, viene desde que somos jugadores; se le aguanta todo y a los nacionales no, y eso de los entrenadores es peor, porque a la segunda o tercera ya nos quieren echar”.
De acuerdo con las estadísticas que brotan de los últimos diez años, el entrenador más exitoso en Bolivia es Eduardo Villegas, quien hasta el momento ganó cinco títulos ligueros; tres con los atigrados, uno con Universitario y otro con Wilstermann.
El mismo Soria admite que el más ganador es Villegas por la cantidad de logros conseguidos, pero también detalla que él dirigió menos tiempo y ya obtuvo tres coronas. “En todo caso siempre les digo a los dirigentes que pregunten a los mismos futbolistas quién los entrena mejor”.
Junto con Soria está también, con tres cetros, Gustavo Quinteros, de origen argentino y naturalizado boliviano, incluso jugador de la selección en un Mundial. Además, el único de este grupo que fue seleccionador nacional.
Pasa algo parecido con Víctor Hugo Andrada —argentino naturalizado boliviano desde 1989—, quien fue ganador de una corona con el cruceño Blooming.
En esta lista están Julio César Baldivieso (Aurora), Marcos Ferrufino (San José), Abdul Aramayo (Bolívar), Luis Galarza (The Strongest), Carlos Aragonés (Bolívar) y Vladimir Soria (Bolívar) —los dos últimos ganaron otros títulos, pero lo hicieron en periodos anteriores a los diez años tomados en cuenta para esta nota—.
El DT nacional no deja de ser un formador
Rafael Sempértegui
El director técnico nacional triunfa en la Liga boliviana porque conoce las características atípicas que rodean a éste, como la falta de formación de los jugadores nacionales, circunstancia que le obliga a terminar de formar y enseñar a los futbolistas en plena competencia, factor con el que suele tropezar un entrenador del exterior.
Entre otras características, los técnicos nacionales manejan bien la adaptación de los equipos a una topografía diferente, que es característica en el fútbol boliviano, a pesar de no tener la tranquilidad de un buen trato económico.
“Por eso hasta en broma se dice que así viniese (José) Mourinho (el famoso entrenador portugués) no vendría a arreglar los defectos estructurales que arrastramos. Para un entrenador de afuera es complicado encarar lo atípico; en cambio, un nacional sí afronta eso porque sabe de la realidad del país y del fútbol en el que vivimos. Mourinho trabaja con jugadores ya formados y si se encuentra con otra cosa, seguro que se iría y así pasa con la mayoría de los técnicos de afuera”, según el DT Félix Berdeja.
Para el dirigente de San José Carlos Estrada, el técnico nacional es el idóneo para dirigir a los clubes bolivianos porque saca una natural ventaja al de afuera. “En San José casi siempre optamos por un nacional y en lo personal la época de Marcos Ferrufino fue una de las mejores en el club. Cambiamos jugadores y él siempre supo trabajar. Solo nos faltó otro título”.
Por su parte, Mauricio Soria sostuvo que “con relación a los de afuera pienso que nosotros sabemos qué vamos a trabajar, qué cosas hay que reforzar, en qué vamos a insistir mucho. Incluso cuando se habla de la selección nacional se debe saber cómo la entrenaremos, porque por diferentes razones no es lo mismo que las otras”.
Considera que la dirigencia nacional pierde dinero cuando toma decisiones al traer a personas de afuera que efectivamente pueden saber mucho de fútbol, pero cuando se encuentran con una realidad muy distinta no la pasan bien.
Un ejemplo claro para él es lo que sucede con algunos equipos que tienen sede en Santa Cruz, que hace años están lejos del éxito por su forma de pensar. Trajeron entrenadores de afuera y no tuvieron buenos resultados.
Soria fue campeón anticipado
Vladimir Soria dirigió a Bolívar en el Apertura de 2004, cuando obtuvo el título de campeón del certamen liguero con cuatro fechas de anticipación. En 18 partidos había sumado 44 puntos y su escolta inmediato, que era Aurora, había alcanzado 31 unidades. El resto del certamen fue aburrido.
Aramayo
El veterano Abdul Aramayo dirigió a la Academia en el Apertura de 2005 y logró el título a falta de dos fechas, y lo hizo justo ante The Strongest en un clásico en el que pese a caer —los atigrados se impusieron por 2-1— los celestes igual fueron los mejores, porque sus escoltas tropezaron.
En qué momento
Los éxitos que Mauricio Soria logró fueron particulares, porque cuando obtuvo la corona para Wilstermann en 2006, lo hizo luego de seis años de sequía del conjunto aviador. El título con Real Potosí fue el primero y único hasta el momento en la historia del club lila; y en el caso del Tigre en 2011, fue luego de ocho años sin que los de Achumani hubieran celebrado.
Tres con el tigre
En tanto, Eduardo Villegas no solo es el entrenador más ganador de estos tiempos —últimos diez años—, sino que es el único que logró tres títulos con un mismo club, en este caso con The Strongest.
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