Santa Cruz de la Sierra tiene a Oriente Petrolero, Blooming, Guabirá y Sport Boys. Cochabamba, dos : Wilstermann y Aurora, Potosí con el mismo número: Real y Nacional Potosí, La Paz presenta a los tradicionales Bolívar y The Strongest, mientras que con uno están Chuquisaca, con Universitario y Oruro con San José.
En plena disputa del hexagonal final del torneo Nacional B que concede una plaza directa y otra indirecta a la Liga profesional, existe la posibilidad cierta de que algunos de los siete departamentos incremente el número de sus representantes o (lo deseable por justicia) alguno de los ausentes finalmente instale su nombre en el fútbol grande de Bolivia, que acaba de cumplir 37 años de existencia entre errores y virtudes.
TARIJA Y BENI YA ESTUVIERON
Tarija y Beni, departamentos ubicados en los extremos sur y norte de Bolivia, respectivamente, ya saben lo que es contar con un equipo en el seno de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano.
El primer representante de Tarija en la Liga fue Ciclón, ascendido en 1995, once años después descendió a la Primera A de la Asociación Tarijeña de Fútbol (ATF).
Lleva varios años de intentos frustrados por ascender a la primera división del fútbol boliviano. En 2010 estuvo cerca, pero la inclusión de cinco jugadores extranjeros en el partido decisivo ante Guabirá, le privó de hacer realidad este sueño.
Tarija mantuvo su plaza liguera vacante por cuatro años, hasta que en 1999 ascendió Unión Central, que permaneció en la máxima división por ocho años, hasta que en 2006, retornó al seno de la ATF.
Esas fueron las dos únicas experiencias ligueras de la capital tarijeña. García Ágreda, club del popular barrio de Las Panosas, ubicado al sur de la ciudad, disputa una plaza para la Liga en el hexagonal final del torneo Nacional B.
Tarija instaló en la Liga al club Petrolero, de Yacuiba, que se mantuvo sólo por la temporada 2012-2013 y descendió. Ahora juega el hexagonal del Nacional B en busca de retornar a la Liga.
BENI
El más reciente recuerdo de Beni en el fútbol profesional boliviano es Real Mamoré, equipo que ascendió a la Liga en 2006 y descendió en 2012.
En el segundo período organizativo del fútbol de Bolivia, en 1961, Beni participó de la Liga Mayor, que luego se llamaría Simón Bolívar, con el equipo de Deportivo Beni, de Riberalta. Posteriormente, cuando se fundó la Liga en 1977, el equipo de 20 de Agosto representó a Beni.
PANDO
El único registro histórico de un equipo pandino en un torneo nacional, se remonta a 1961, cuando inscribe su nombre el club Pando Cobija, en la Liga Mayor.
El equipo de Universitario, dependiente de la Universidad Amazónica de Pando (UAP), participa actualmente en el hexagonal del Nacional B, es la sorpresa y candidato al ascenso liguero.
REPRESENTANTE
Beni debe esperar
El departamento de Beni debe esperar por lo menos un año más para intentar ascender a la Liga, debido a que sus representantes, Universitario y San Joaquín fueron eliminados en la primera instancia del torneo Nacional B.
De esta manera, no hay quien tome la posta dejada por Real Mamoré, un club que además lleva el nombre del río más famoso de ese departamento amazónico. Alfonso Gorayev, expresidente del club, afirmó que sostener un club en la Liga es un proyecto titánico, pero los dirigentes de Universitario, con el apoyo de la Universidad José Ballivián, afirman que están dispuestos a asumir tamaño desafío e intentarán nuevamente ascender en la próxima temporada del Nacional B, a fin de año.
LIGA Y NACIONAL B
Se requiere de una gran inversión
Aunque no hay cifras oficiales al respecto y debidamente corroboradas, porque se trata de un asunto estrictamente interno de cada club, se estima que para encarar un exitoso proceso de ascenso en el torneo Nacional B, que se extiende por lo menos seis meses, se requiere alrededor de 200 mil dólares.
La cifra, dicen los entendidos, es la mínima necesaria para conformar un equipo competitivo y planificar una pretemporada de acuerdo a rangos que manejan los equipos profesionales. A esto se suma la contratación de un cuerpo técnico con experiencia y capacidad, refuerzos en cada una de las instancias del Nacional B, en las que se permite incorporaciones, de acuerdo al reglamento.
En contrapartida, la cifra anotada, es apenas el punto de partida para la campaña de un equipo en la Liga del Fútbol Profesional Boliviano. Participar en dos campeonatos durante una temporada liguera, se traduce en gastos para una plantilla de entre 25 a 30 jugadores como media, además del cuerpo técnico y gastos derivados del transporte a diferentes ciudades del país. En promedio, la planilla mensual de un equipo profesional es de 60 mil dólares entre los clubes considerados pequeños o medianos, sin embargo las hay de entre 150 y 250 mil dólares, en esta última cifra se ubica un único club: Bolívar, de La Paz, que cuenta con financiamiento externo proveniente del empresario paceño Marcelo Claure, residente en Miami.
REGIONES POSTERGADAS
Formadores para otros clubes
Dice una de las reglas del mercado, que cuando un producto no tiene demanda interna, hay que buscar consumidores externos.
Esta norma se aplica en el caso de los departamentos que no tienen un equipo representante en la Liga del Fútbol Profesional Boliviano.
Debido a la ausencia del fútbol liguero, Tarija, Beni y Pando se convirtieron en formadores de jugadores cuyo destino profesional es alguno de los 12 clubes que participan en la Liga.
Quizá el caso más representativo es el de Tarija, exportador por excelencia de jugadores talentosos, tanto desde su capital del mismo nombre, como de la provincia Gran Chaco, de donde proviene Petrolero, que juega el hexagonal final del Nacional B.
Al nombre del ya legendario Fernando “Nano” Salinas, hincha de Ciclón, pero goleador histórico de Bolívar, se suman Juan Carlos Javier “Gordo” Ríos, Pedro Rocabado, Rudy Cardozo, Marvin Bejarano, Miguel Suárez, Nelvin Zoliz, etc. Y del Gran Chaco salieron Ovidio Meza, Carlos Aragonés, Abdul Aramayo, Fortunato Castillo y otros grandes. Beni tiene en Jesús Reinaldo a su máximo representante, sin dejar de mencionar a su hijo Cristhian, Jaime Cardozo o Limbert Méndez.
Mientras que Carlos “Pollo” Cárdenas y Luis Gatty Ribeiro, son los nombres que identifican a Pando en el fútbol profesional boliviano.
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