La Verde no clasificó a la máxima cita del balompié mundial, pero tampoco los árbitros FIFA nacionales.
En el caso de la selección, son 20 años de ausencia; en cambio, hace 12 años que los árbitros bolivianos no asisten a un Mundial.
La última aparición internacional de un juez boliviano fue en el Mundial de Corea-Japón 2002. En aquella oportunidad, seleccionado por la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), asistió en nombre de Bolivia, el árbitro paceño René Marcelo Ortubé Betancourt.
En el Mundial asiático dirigió un encuentro, el que protagonizaron Suecia y Nigeria, correspondiente a la primera fase. Aunque su actuación resultó impecable, de manera inexplicable no fue nominado para conducir otros partidos, pero dejó una buena impresión y representó bien a Bolivia.
Al presente, lo de Ortubé no es más que un buen recuerdo para el fútbol boliviano, de manera específica para el arbitraje, ahora venido a menos en cada fecha de la Liga profesional.
Los reclamos subidos de tono y las controversias en contra de los jueces, son el común denominador en cada partido del fútbol boliviano.
OROSCO, NOMINADO
Para el Mundial de Brasil 2014, había cifradas esperanzas de que asista el arbitraje boliviano.
Luego de un proceso de seguimiento de por lo menos dos años, la FIFA decidió preseleccionar al árbitro cochabambino Raúl Orosco, considerado el mejor de la actualidad. Como ejemplo, es el juez boliviano que más nominaciones consigna en el último tiempo por parte de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) para dirigir partidos oficiales de la Copa América, torneos de selecciones menores, Copa Libertadores de América y Copa Sudamericana.
SE QUEDA EN PUERTAS
En apariencia, la preselección del cochabambino, nacido en Aiquile, el 25 de marzo de 1979, prácticamente instalaba al referato boliviano en el Mundial de Brasil 2014. Además, de su reconocida capacidad, a favor de Orosco, estaba el hecho de que Bolivia no clasificó, su neutralidad.
Todo iba bien en el marco del proceso de preselección de la FIFA. A mediados de 2012, Joseph Blatter, titular de la entidad, anunció los nombres de los 52 jueces que se perfilaban como potenciales árbitros del Mundial de Brasil 2014.
Pero, a fines de enero de este año, la FIFA anunció la lista definitiva: Raúl Orosco no está en ella.
En total, el máximo organismo del fútbol mundial designó 25 ternas arbitrales, más 16 jueces de apoyo, pertenecientes a 43 países afiliados. Los réferis bolivianos deben esperar cuatro años más, al igual que la Selección Nacional, para asistir a un Mundial de Fútbol de la FIFA, en este caso, el de Rusia 2018.
Juez de línea
El árbitro principal es, en consecuencia, quien más destaca en un campo de juego y en los medios de comunicación que reflejan un partido de fútbol.
Pero, es sabido que son cuatro los jueces que dirigen un cotejo: el principal, dos líneas y un cuarto árbitro considerado asistente.
En el fútbol europeo se designan dos más, ubicados detrás de la línea de meta, en cada arco.
Es sólo un caso el de un juez de línea boliviano que estuvo a punto de participar en un Mundial, el de Estados Unidos en 1994.
El cochabambino Víctor Balderrama, abogado e integrante del Comité de Árbitros de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) estuvo preseleccionado para esa cita mundialista.
Sin embargo, en la etapa final de preparación en territorio norteamericano, no fue incluido en la nómina definitiva.
TRES ÁRBITROS HISTÓRICOS
Aunque el dato es poco conocido y se pasa por alto por este motivo, el primer árbitro boliviano que actuó en un Mundial fue Ulises Saucedo, oriundo de Santa Cruz de la Sierra.
El oriental fue designado por la FIFA para dirigir en el Mundial de Uruguay de 1930, el primero de la historia del fútbol moderno.
A la par de Saucedo, el seleccionado de Bolivia también asistió, invitado por el país organizador. Existen pocas referencias sobre la calidad del desempeño de Saucedo; sin embargo, hay que tomar en cuenta que en aquel tiempo, las reglas del fútbol eran distintas a las de ahora y muchos cobros corrían a criterio del juez principal, cuando había cierto vacío en las reglas de juego.
Bolivia tuvo un largo período de ausencia de sus árbitros en un Mundial de Fútbol, 52 años para ser precisos, hasta que llegó el de España en 1982. Entra en escena el cruceño Luis Barrancos Álvarez, considerado por muchos como el mejor árbitro boliviano de la historia. Nacido el 19 de agosto de 1946, Barrancos se desempeñó como juez FIFA de 1975 a 1987.
El árbitro dejó escuela en diferentes estadios de Bolivia, algo ampliamente reconocido por las generaciones actuales.
El tercer juez FIFA boliviano mundialista es el paceño René Marcelo Ortubé Betancourt, de quien se tienen referencias positivas sobre su desempeño como autoridad principal en el partido Suecia-Nigeria, correspondiente al Mundial Corea-Japón en 2002.
BOLIVIA CUENTA CON SIETE JUECES FIFA
Bolivia cuenta con siete árbitros e igual cantidad de jueces de línea que tienen la insignia de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA).
Raúl Orosco y Óscar Maldonado, de Cochabamba; Alejandro Mansilla, cochabambino de nacimiento pero con residencia en Trinidad, Beni; José Jordán, de Chuquisaca; Joaquín Antequera, de Santa Cruz de la Sierra; Gery Vargas, de Oruro; y Évert Cuéllar, de La Paz.
Los jueces de línea FIFA son los siguientes : Wilson Arellano, de Cochabamba, Javier Bustillos, Edwin Paredes y Humberto Paz, de La Paz; Efraín Castro, Juan Pablo Montaño y Arol Valda, de Santa Cruz de la Sierra.
La FIFA tiene una norma en actual vigencia que fija para los árbitros internacionales una edad máxima de 45 años.
Tomando en cuenta esta reglamentación, la mayoría de los arriba mencionados estarían en el rango de selección de la FIFA para el Mundial de 2018 en Rusia.
El proceso de seguimiento sobre su desempeño se iniciará como máximo en enero de 2016; un año después, la FIFA anunciará los nombres de los 52 jueces principales preseleccionados, y a principios de 2018 se conocerá la nómina oficial.
En este período, los árbitros bolivianos deben realizar actuaciones convincentes a ojos de la FIFA para ingresar en la selecta órbita de elegidos para dirigir un Mundial de Fútbol, de lo contrario, una nueva generación de colegiados asumirá el reto de instalar al arbitraje boliviano en la élite del fútbol internacional.
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