El fútbol paga a los dirigentes. Eso ocurre, por ejemplo, en la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), donde cada presidente de asociación nacional tiene un ingreso de 10.000 dólares mensuales. Si bien es un asunto manejado con reserva, no es un secreto. En su momento lo admitió el propio presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Carlos Chávez.
El beneficio no es de ahora, pues otros presidentes también lo recibieron. Según Guido Loayza, no ocurría eso en su época. Él fue titular de la FBF entre 1992 y 1994.
“Antes no existían los ingresos de ahora, era otra la relación y por eso uno debía dejar la presidencia federativa y cuidar el trabajo que tenía, no se podía seguir en la presidencia porque descuidaba sus labores”.
La Conmebol lo hace para que la dirigencia se dedique tiempo completo al fútbol. Pero la FBF no paga nada a sus dirigentes, solo a sus funcionarios. En la Liga, por disposición del Consejo Superior, el único cargo remunerado es el del presidente.
“Lo único que sé es que nuestras dos cabezas del fútbol son asalariadas, el presidente de la federación y el de la Liga, porque el fútbol de ahora se maneja así. En el ámbito liguero es necesario tener un dirigente-funcionario, no sé si esa es la palabra, para que atienda a la institución y a los 12 clubes que la conformamos, pero en la Conmebol se habla de características mucho mayores”, según José Ernesto Álvarez, presidente de Oriente Petrolero.
El directivo sostuvo que es vox populi que los presidentes federativos de Sudamérica reciben el monto señalado. Un periodista paraguayo sostuvo desde Asunción, sede de la Conmebol, que los temas económicos relacionados a los honorarios, viáticos y otros recursos son manejados con mucha reserva.
“Incluso tienen un bono cada fin de año”. Ese trato obedece —agregó—, entre otras cosas, a la bonanza económica de la entidad y se da porque se trata de una institución privada. Contó también que los presidentes de federaciones como Brasil, Uruguay y Ecuador reciben recursos en sus propios países y que por esa misma ruta van Chile y Colombia.
¿Se puede ser las dos cosas?
El salto
Hay casos de personas que en su momento fueron dirigentes y que se convirtieron en funcionarios para darle tiempo completo a su club por sus conocimientos en el ámbito del fútbol. Uno de ellos es Osvaldo Paz, antiguo directivo de Blooming, que pasó a ser gerente en el club celeste cruceño y ahora lo es en Sport Boys de Warnes.
Uno y otro
Alberto Lozada asiste como delegado de Blooming a las reuniones de la Liga, por tanto es dirigente de ese club; pero a la vez es funcionario de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), donde cobra como secretario ejecutivo.
Tiempo y dinero
Eduardo Salamanca, presidente de Real Potosí, afirma que no se puede ser “injusto” con la gente que siendo solo dirigente le da además de tiempo, dinero a su club sin recibir nada a cambio.
Aportes
Solo como ejemplo: Guabirá viajó a Oruro en vuelo chárter la semana pasada para jugar ante San José; pero como el club no tenía dinero para pagar todo el transporte, entre el presidente Rafael Paz y otros dirigentes pusieron dinero de su bolsillo.
El titular liguero gana un sueldo
El único dirigente que percibe un sueldo en la Liga del Fútbol Profesional Boliviano —y que fue aprobado por el Consejo Superior— es el presidente. Es una decisión tomada por los clubes hace un tiempo para que la persona elegida les dedique más horas cada día a los asuntos relacionados con la entidad.
El actual vicepresidente liguero, Arnulfo Cabrera, dijo que de acuerdo con el estatuto, efectivamente la cabeza directiva tiene una remuneración porque tiene la tarea de dedicarle todo el tiempo posible, en cambio el resto de los dirigentes, comenzando por los vicepresidentes, no perciben ningún monto.
“No sé de un directivo de la Liga que cobre a su club o que el club le pague. Más bien, lo que veo en estos años de dirigencia que llevo en el fútbol es que los directivos tienen que contar con capacidad económica para aportar, ayudar a dar recursos en cualquier momento, por eso siempre decimos que nuestros directivos son muy sacrificados, pues tienen que lograr dinero de donde no hay”, aseguró Cabrera.
Recordó que desde fines de 2012, en un Consejo Superior efectuado en Sucre se hizo el ajuste al estatuto y se aprobó que el presidente de la Liga perciba un salario, “porque los tiempos del fútbol moderno así lo exigen, pues se necesita que la cabeza esté a tiempo completo”.
“Lo que pasa es que el presidente de la Liga genera recursos para la institución, trabaja como funcionario al dar todo su tiempo y más. Además, es injusto no reconocer esa labor. Un dirigente puede tener mucho amor por el fútbol, pero de qué vive”, explicó.
La Liga maneja en reserva el monto mensual destinado a su presidente, pero trascendió que es de 12.500 bolivianos. Según el estatuto, la entidad recibe recursos como lo hacen los 12 clubes, entre otros de los derechos de televisación.
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