Aunque todavía faltan dos meses y una semana para el inicio del torneo Apertura 2014-2015 de la Liga, es incierta la continuidad del fútbol profesional boliviano, pues 11 de los 12 clubes en competencia adeudan tres meses de sueldos a los integrantes de sus primeros planteles y de sus cuerpos técnicos.
El asesor legal de Futbolistas Agremiados de Bolivia (Fabol), David Paniagua, informó ayer que la entidad ha recibido ya los reclamos de los jugadores profesionales y, en consecuencia, exigen el pago total de las deudas o, de lo contrario, el próximo certamen rentado no comenzará.
Paniagua lamentó la situación y dijo que comprende a los dirigentes de los clubes, pues no reciben el menor apoyo para desarrollar su trabajo, pero afirmó que Fabol cumplirá su misión y demandará la cobertura total de los montos adeudados, como requisito indispensable para que continúe el fútbol profesional en el país.
"Bolívar es una excepción y sabemos por qué, pero los demás clubes están en una situación muy complicada".
Admitió que el directorio de Fabol aún no hizo un cálculo exacto del monto devengado, dijo que en promedio, la planilla mensual de pagos de los clubes asciende a unos 80 mil dólares, aunque los compromisos económicos del club The Strongest pueden ser mayores, por lo que es posible estimar, en principio y a pesar de que Paniagua no lo dijo, que la deuda global puede superar los dos millones de dólares.
Indicó que este problema es consecuencia de que los clubes, en su gran mayoría, no son verdaderas instituciones, que cuenten con socios cotizantes, escenarios deportivos propios, divisiones menores y no cumplen los requisitos exigidos por la misma reglamentación vigente.
"Eso es consecuencia de que el Estado no brinda el menor apoyo al fútbol profesional, que sí genera muchos recursos para el Estado, pero éste no le retribuye en medida alguna".
Recordó que Fabol planteó varios proyectos de ley para grabar ciertos consumos, como el del tabaco, el alcohol y la telefonía celular para generar un fondo de fomento al fútbol, cuyo manejo debería ser estrictamente fiscalizado, pero deploró que las sugerencias planteadas hubiesen sido ignoradas tanto por las autoridades ejecutivas como por los asambleístas nacionales.
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