El pronóstico siempre fue reservado en un clásico, aunque siempre hubo un favorito de acuerdo al momento que se vivía. En esta ocasión, Oriente está mejor en la tabla, pero nada más, ya que en lo futbolístico ambos vienen jugando mal en conjunto e individualmente; el nivel es bajo.
El fracaso de Oriente
El equipo que fue armado para ser campeón no tiene identidad de juego. De los 17 partidos que jugó en este Clausura solo ganó seis, después perdió siete y empató cuatro. Por ahora, en el octavo lugar, no consigue un premio internacional.
En este Oriente los que se salvan de las críticas, sobre todo en los primeros partidos, son Carlos Arias, Ronald Raldes, Mariano Brau y Gualberto Mojica; poco para lograr el título.
No ayudó el bajo nivel de los volantes centrales Danny Bejarano y Alejandro Meleán, además de la intermitencia de Juan Quero, que jugó bien los primeros encuentros, y Wílder Zabala, casi borrado en este torneo. La crisis se ahondó con un ataque débil, ya que Duk, Peña, Vargas y Martínez solo hicieron siete goles en 17 encuentros.
El martirio de Blooming
El pobre rendimiento de Blooming no es nuevo, pero se ahonda más con el bajón en picada que tuvieron sus principales hombres llamados a ser figuras.
Lo mejor, de lejos, son el arquero Daniel Vaca y el delantero Sergio Almirón, goleador de la academia, con nueve tantos.
Con Gustavo Díaz, el equipo no encontró una salida al mal momento futbolístico, que tampoco cambió con la llegada de Mauricio Soria. Hoy, la academia es penúltima en la tabla, con 15 en 17 encuentros. Ganó solo cinco, perdió 12 y no tuvo ningún empate.
Juega mal en equipo y no encuentra una identidad. Sergio Contreras jugó contadas veces en el interior y en estas últimas fechas no lo hizo ni en Santa Cruz porque está lesionado, Miguel Loaiza no subió nunca su nivel y Joselito Vaca estuvo más tiempo, también lesionado
Los errores
Blooming
La dirigencia aceptó mantener a jugadores que llegaron lesionados y hasta ahora no aportan. Sostienen a Contreras, que solo juega en el llano y más para lesionado.
El DT Gustavo Díaz no pudo darle una identidad. Jugó mal. Con Mauricio Soria el equipo sigue igual.
Solo Marco Vaca y Almirón se salvan de las críticas, el resto está muy por debajo de su nivel.
Los errores
Oriente
La dirigencia armó el equipo. El técnico fue contratado después. El único que llegó con el DT fue Martínez, que no fue la solución.
Tabaré Silva fue un técnico pasivo y tuvo que adaptarse al plantel que armó la dirigencia.
Bajó el nivel de los volantes centrales y de los delanteros, poco efectivos. Juan Quero comenzó bien, pero fue apagándose.
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