¡Campeón, campeón, campeón!, es el grito que se escuchó después de que el árbitro del compromiso (Joaquín Antequera) levantó las manos y dio por finalizado el encuentro que ganó Universitario (Pando) a Empresa Minera Huanuni (Oruro) por 3-0, cuyo resultado le permitió alzar en alto el trofeo y su ascenso a la Liga del Fútbol Profesional Boliviano.
Ni el más pequeño que llegó al escenario Municipal Leopoldo Fernández, de Porvenir podía creer la hazaña que había cumplido el elenco de Universitario, pues le regaló a Pando una plaza en la Liga, cuyo logro hasta el pasado año parecía distante, ahora ese sector del país será representado en la profesional, en medio de muchas promesas que hicieron las autoridades de turno.
El equipo pandino es campeón del torneo Nacional B, buscó ese objetivo de manera silenciosa, trabajo sin hacer bulla, el técnico Miguel Mercado comenzó su trabajo hace más de dos años y ahora están entre los grandes.
Antequera, apenas levantó las manos cuando todos quienes llegaron al escenario deportivo comenzaron a celebrar con todo, nadie se cambiaba por nadie, porque era un momento en el que el fútbol volvió a reunir al aficionado para celebrar una conquista que ingresa a la página de la historia del fútbol.
La alegría del equipo llegó en el minuto 19, cuando Jehanamed Castedo frente a frente con el arquero de Huanuni le gana y revienta el arco orureño, era el 1 a 0.
Todo era alegría en el escenario deportivo, los hinchas que en su mayoría llegaron vestidos de rojos acompañaban cada jugada, los jugadores estaban inspirados y apareció las individuales.
El minuto 60 fue el que aseguró el ascenso a la Liga, el experimentado jugador Nicolás Suárez se encargó de rematar el penal que cobró el juez cruceño, el futbolista se paró bien, miró el arco y con clase dijo que el resultado era 2 a 0. Ese tanto fue aún más celebrado porque ya sellaba su ingreso a la Liga.
Gatti Ribeiro después buscó el arco del rival, pero no pudo porque el guardameta Eloy Padilla estaba atento, además la defensa del equipo orureño también se puso las pilas, aunque con muchas limitaciones, prueba de ello es que su juego no les alcanzó para evitar la caída de su arco, para colmo de males perdieron dos hombres por expulsión, Lito Flores, a los 58´ y Luis Chaverra, a los 81´.
Merecido, Gatti Ribeiro había buscado el arco del plantel orureño desde que comenzó el partido, pero recién en el minuto 83´ pudo gritar el gol, con un remate muy bien ejecutado.
La fiesta comenzó a vivirse desde ese momento, al término del partido los jugadores quedaron con la sonrisa a flor de labios, más de uno derramó lágrimas agradeciendo al creador, mientras que otros se abrazaban, cantaban y hasta saltaban, en fin.
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