Atrás quedó la historia en Sudáfrica 2010. Aquella Copa del Mundo donde fue eliminado en la primera ronda con dos derrotas ante el país anfitrión y México, además del empate con los uruguayos. Aquel equipo no se parece a éste. Aquí hay unión, futbol y sobre todo espectáculo. Francia volvió tras el orgullo herido y ya está clasifica a los Octavos de Final.
Los suizos quisieron ofender en los primeros minutos, trataron de amedrentar con su estilo a los franceses. Pero sólo fue un espejismo. Los galos fueron un torbellino y tuvieron a Benzema como su principal arma de ataque. El delantero del Real Madrid es goleador, sirve de poste o da pases de gol.
El primer tanto llegó en un tiro de esquina, Giroud superó a sus compañeros y rivales para martillar la pelota, el vuelo de Benaglio le permitió tocar el esférico, pero la fuerza del remate lo venció. El tanto representó el número 100 en la historia de los franceses en el Mundial, pero también significó tranquilidad para desarrollar un mejor futbol.
El segundo tanto fue inmediato. Tras el saque inicial en media cancha, Behrami le entrega el balón a Benzema, quien observó el movimiento de Matuidi por el costado izquierdo, al darle el balón, el jugador del PSG disparó por debajo del arquero para vencerlo. Un minuto después los gritos franceses estallaron, era el 2-0, con unos segundos de diferencia.
"Allez... Allez... France... Allez...", era el grito en la Arena Fonte Nova. Los suizos que eran más sólo observaban. A pesar de que la respuesta llegó rápido, pero como gol anulado. Benzema insistía, era el hombre importante para los franceses. Hasta que consiguió desbordar por el costado izquierdo, otra vez, tras dos fintas recibió falta para decretarse un penal. Karim tomó el balón para la ejecución, pero el arquero suizo detuvo su disparo, el contrarremate de Cayabe pegó en el travesaño y las emociones seguían.
Shaquiri era el mejor jugador suizo. Intentaba ofender, pero le fallaba el último toque. En un saque de esquina, Suiza fue con todo para intentar el descuento. Pero los franceses montaron un contraataque al minuto 40. Giroud encontró todo el costado izquierdo libre, llegó hasta el área, donde el delantero del Arsenal le cedió el esférico a Valbuena, quien había acompañado la jugada por el otro costado, el mediocampista del Marsella sólo empujó para el tercero. Los franceses abandonaron su lugar. La fiesta estaba desatada en Bahía.
El complemento fue otra muestra del poderío galo. Deschamps ya había cambiado su parado y sus hombres tras el 3-0 ante Honduras y en el segundo tiempo también buscó darle alternativas al ataque francés. Lo consiguió.
Al 67', Pogba, quien acababa de entrar, filtró el balón a Benzema en el área chica, el delantero del Madrid esperó el movimiento del arquero Benaglio para vencerlo y decretar el 4-0. Algunos suizos emprendieron la huida. Los cánticos no existieron más de parte de ellos. Ahí aparecieron los brasileños, una y otra vez recordaron que están en su país: "Soy brasileño, con mucho gusto, con mucho amor".
El mejor gol de conjunto fue el quinto. Una pelota que inició por el costado izquierdo, el mejor para el ataque francés. La pelota le llegó a Benzema, quien como buen líder, vio como Sissoko entraba solo por la otra banda, el elemento de Newcastle cruzó su disparo para decretar la goleada.
Sin embargo, los suizos tienen orgullo. Al 81', Dzemaili descontó en un tiro libre luego de que la barrera se abrió. El disparo raso venció a Lloris, quien ya había tapado un mano a mano antes. El segundo fue obra de Xhaka seis minutos después, un pase filtrado al área le llegó para doblegar al arquero del Tottenham. Los suizos respiraron.
Francia levanta la mano para olvidar lo que ocurrió hace cuatro años, cuando terminaron con su peor participación en Mundiales. Didier Deschamps ha recuperado una generación que había perdido sus valores. Aquellos con los que conquistaron su título mundial en su país en 1998. Con el transcurrir de los días veremos para que les alcanza.
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