Un gol de Diego Godín, otro remate salvador como el que le dio la Liga al Atlético Madrid, dio la victoria a Uruguay sobre Italia y, con ella, el pase a los octavos de final del Mundial de Brasil.
Godín, inmenso todo el partido, marcó a la salida de un córner, a diez minutos para el final y le dio a la Celeste una victoria sufrida pero por la que hizo méritos, frente a una selección italiana que jugó la última media hora con diez futbolistas.
Era una final, como lo afirmaron antes del partido ambos entrenadores y varios jugadores, y así se jugó sin dar ventajas, con dientes apretados, con muchos roces y cortes en el partido.
Con los técnicos moviendo sus piezas, cual juego de ajedrez, y la mayoría de los futbolistas más preocupados por controlar los marcajes asignados que por pensar en la portería rival.
En la primera media hora, Italia dispuso del balón y fue administrado en buena forma por el veterano "cerebro" Andrea Pirlo aunque sus compañeros no estuvieron para entonces claros para aprovechar mejor sus habilitaciones.
Fue el propio Pirlo el que con un remate de pelota quieta inquietó al portero uruguayo Muslera.
Uruguay, pese a tener la urgencia de victoria, se limitó a esperar y buscar el contragolpe que en pocas ocasiones logró coordinar.
Con un Luis Suárez muy controlado por dos y hasta tres defensas italianos el goleador celeste poco pudo hacer.
Sin embargo, de sus pies salieron dos cobros de falta (m.7 y 43) que llevaron a buenas intervenciones de Buffón mandando el balón lejos.
El mayor susto para la portería italiana en la primera mitad, y por dos veces, fue tras una carrera y una buena combinación de los celestes por la banda izquierda.
Suárez quedó mano a mano con el meta italiano, aunque en posición sesgada, y su remate fue devuelto a medias por Buffon, el rebote le cayó a Lodeiro y su tiro volvió a ser repelido por el meta italiano. Dos grandes atajadas y susto superado.
El goleador italiano Balotelli fue anulado por Godín e incluso pudo ver la tarjeta roja cuando paró un balón con la mano (m.41) cuando ya tenía amarilla, los uruguayos reclamaron pero el árbitro mexicano, Marco Rodríguez, desestimó.
El entrenador italiano no quiso correr riesgos y lo sustituyó para el complemento.
La segunda mitad estuvo cargada de emoción.
"Cebolla" Rodríguez cabalgó, como le gusta, por la banda izquierda y tras una pared con Suárez remató cruzado, el balón salió apenas desviado.
Una falta de Marchisio sobre Arevalo Ríos fue castigada con roja directa (m.58), para poner aún mas emoción en el partido.
Casi enseguida, Buffón hizo una parada poco creíble ante un remate bajo y esquinado de Suárez y la celebró como un gol. Ahora sí la fiesta estaba armada.
El final del partido fue emocionante, con Italia lanzada en ataque, con más ganas que fútbol, para buscar el empate y los uruguayos desperdiciando varios contragolpes claros para aumentar.
Los celestes ganadores del Mundial en Uruguay 1930, Brasil 1950 y cuartos en la pasada edición de Sudáfrica 2010, siguen en carrera.
Italia, cuatro veces vencedora de la Copa del Mundo (Italia 1934, Francia 1938, España 1982 y Alemania 2006) y a la que el empate le bastaba para avanzar, se marcha a casa.
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