Al partido de cuartos de final del torneo amistoso entre Real Potosí y The Strongest, en el estadio Víctor Agustín Ugarte, de la Villa Imperial, asistieron 7 mil personas aproximadamente, el domingo 20 de julio.
Y ese mismo día, se enfrentaron en un considerado clásico nacional, en el estadio Hernando Siles de La Paz, los planteles de Bolívar y San José.
De acuerdo a estadísticas recientes, Bolívar es el que más público lleva al escenario miraflorino y San José, es uno de los equipos bolivianos que cuenta con una gran cantidad de hinchas en todo el territorio nacional, sin excepción.
Sin embargo, los espectadores sumaron 5.495.
Y aún hay otro ejemplo significativo: Oriente Petrolero es, a no dudarlo, el equipo más popular de Santa Cruz de la Sierra.
Aún con este cartel, sólo logró llevar algo más de 4 mil espectadores al estadio Tahuichi Aguilera, de la capital oriental, cuando se enfrentó a Sport Boys por cuartos de final del campeonato invernal.
Todos los ejemplos citados, demuestran que las sospechas de que este torneo de invierno iba camino al fracaso económico se hicieron realidad.
También se presumía que el tropezón involucraría a la parte futbolística, algo que se constató con el paso de los partidos.
La falta de espectáculo por parte de equipos en formación, es uno de los factores para la escasa asistencia de espectadores.
Pero el argumento principal de las dudas sobre la factibilidad y éxito de este torneo es que comenzó en medio de la disputa de las semifinales y la final del Mundial de Brasil 2014.
Es difícil quitarle un poco de atención al principal evento del fútbol mundial. A dos semanas de su conclusión, su eco aún resuena en el ambiente.
UNA HERENCIA
El actual torneo amistoso Copa Liga, es producto de una herencia de años dejada por la desaparecida empresa de aeronavegación Aerosur. El recuerdo de aquella época, con largas colas de hinchas para comprar un boleto está fresco en la memoria.
Tras una licitación, la Liga adjudicó el torneo a la empresa cinematográfica Center y la aventura siguió con éxito en las temporadas 2012 y 2013.
Se suponía que este año seguiría el patrocinio y organización del Center, pero la Liga decidió de manera unilateral cesar el vínculo contractual,
La dirigencia anunció que dos empresas privadas, de las que se hizo conocer nombres, serían las auspiciantes pero se alejaron, en apariencia, por el conflicto legal que a posterior entabló el Center en contra de la Liga.
De esta manera, y pese a tener todos los factores en contra, la Liga decidió organizar la Copa con resultados poco auspiciosos.
La conferencia de prensa de bajo perfil en la que se anunció la Copa Liga fue casi un anuncio de lo que se venía.
SIN PATROCINIO, NI LUCES, NI MÚSICA
El fútbol, quien lo duda, es el deporte más popular del mundo y eso se demuestra cada día no sólo en los estadios sino en los barrios, en cada calle de pueblo, donde hay un terreno, aunque sea pequeño, para patear al humilde balón. Esa es su esencia.
Pero el fútbol profesional es espectáculo, show, luces y música. El reciente Mundial de Brasil 2014 volvió a demostrarlo. Las empresas Aerosur y Cine Center luego comprendieron pronto y bien que el éxito de un torneo de fútbol más aún con el rótulo de amistoso, radica en el espectáculo, el show y todo lo que esto conlleva. Las ediciones anuales que les tocó patrocinar siempre se vistieron de gala, con un excelente trabajo de marketing, con anuncios por todo lo alto en los medios, para que todo el mundo escuche y sepa que se viene un gran espectáculo.
El llamado a asistir a las tribunas se trasladaba a los estadios. En cada partido, un espectáculo extrafutbolístico, además de premios y regalos para los presentes. Cuando un plato es suculento y bien servido, es difícil resistirse aunque se esté a dieta.
Si todo lo anterior falta, es fácil imaginar la ausencia de motivación del hincha para asistir a los estadios, más aun tomando en cuenta las bajas temperaturas del invierno en Bolivia.
Pero no todo es enteramente malo, porque la Copa Liga 30 años, que concluye este fin de semana, puede convertirse en una buena lección para no repetir los desaciertos.
RECAUDACIONES ESTUVIERON EN PELIGRO
La Liga del Fútbol Profesional Boliviano (LFPB) anunció en la presentación del torneo amistoso de invierno Copa Liga 30 años que el premio para el ganador sería de 80 mil dólares y el segundo recibiría 40 mil. Se suprimió así el tercer premio de 20 mil que entregó el Cine Center en las ediciones de 2012 y 2013.
Además, una vez descontados los gastos de cada partido, los clubes locales compartirían en partes iguales la recaudación. La Liga destina el 50 por ciento de lo que le corresponde para sufragar los gastos de organización y logística.
Esta previsión pareció venirse abajo debido a que el Cine Center, que llevó a la Liga ante la justicia ordinaria en Santa Cruz de la Sierra, en reclamo por incumplimiento del contrato de patrocinio, logró que el juez de la causa ordene la retención del 40 por ciento de la recaudación de cada partido en la Copa Liga 30 años. Sobre mojado, llovido. Una reducción sustancial a las ya bajas recaudaciones, que en teoría servirían para ayudar a la economía de los clubes participantes.
Sólo un acuerdo in extremis entre las dos partes, Liga y Cine Center, hizo que la empresa cinematográfica desista de seguir el proceso legal, mientras que la Liga le otorgó mediante contrato, o más bien, respetando el firmado en 2012, los derechos de patrocinio y realización del torneo de invierno de 2015 y 2016.
Haciendo una analogía: se dio la vuelta a una gran rotonda, en vez de ir en línea recta para llegar a un mismo destino. Y ya se sabe, la manera más rápida de llegar del punto A al punto B, es la línea recta.
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