Fue una despedida digna de la Copa Libertadores. Con una victoria que buscó y buscó. Por lo menos eso. Porque si bien Bolívar no pudo marcar la diferencia que necesitaba —mínimo cinco goles para forzar a los penales—, luchó hasta el final y se impuso con justicia al argentino San Lorenzo (1-0), anoche en el estadio Hernando Siles.
Era previsible que el conjunto boliviano quedara eliminado. Perder por tantos goles en Buenos Aires (5-0) le dejó una vara muy alta de superar, aunque correspondía alentar la esperanza. En todo caso, la Academia —este equipo que reapareció en las semifinales— no estuvo a la altura de semejante reto, pero lo intentó.
Un Bolívar fue el que llegó hasta cuartos de final y superó esa instancia. Fuerte en casa y sobre todo afuera. Hizo goles en todos los partidos. Se dio el gusto de ganar, por ejemplo, en México, o de empatar en canchas tan difíciles como el Maracaná ante Flamengo o el estadio de Lanús en Argentina. Siempre estuvo bien, cada vez mejor. Todo como para soñar.
Sin embargo, el paréntesis por el Mundial dio nacimiento a este otro Bolívar. Con la base intacta, es cierto, salvo Ferreira, pero debilitado colectivamente. De paso, con individualidades venidas a menos. Y con refuerzos que hasta ahora no lo han sido, por más esfuerzo que han puesto.
Por eso anoche, tan presionado como estaba para revertir algo tan difícil, le costó. Comenzó bien, con ímpetu, como que cumplidos los cinco primeros minutos ya había rematado dos veces, un tiro de Tenorio que pasó cerca y otro de Sánchez Capdevila que pegó en el travesaño.
San Lorenzo, que vino a defenderse sin interesarle ir al frente, se paró bien, cerró espacios, permitió que Bolívar manejara la pelota, pero lo hizo improductivamente porque no volvió a inquietar en ese periodo, salvo un tiro de Callejón pasada la media hora.
En la segunda parte el local otra vez comenzó con fuerza. Y generó opciones como para abrir la cuenta, pero definió mal. Por ejemplo, Chávez le pegó alto con arco a su disposición, luego Arce exigió al arquero y después Eguino cabeceó solo, aunque desviado.
Capaz que si metía opciones tan claras se hubiera acercado a la hazaña. No lo hizo, aunque no renunció.
Al final, los celestes ya sabían que no les quedaba tiempo, que era imposible, aunque no desmayaron, y premio a esa pose de mirar siempre al frente fue el gol de Yecerotte a los 46’. Si bien fue tarde para la proeza, le hizo muy bien a la despedida.
Los datos
Cinco de cinco
Según Bolívar, en Buenos Aires San Lorenzo les atacó cinco veces y les hizo cinco goles: 100% de efectividad.
Uno de seis
Anoche, Bolívar tuvo en el estadio Siles seis opciones claras para convertir, y solo concretó en gol una, la de Yecerotte en el final.
Por el título
La derrota no evitó que San Lorenzo se clasificara a la final de la Copa Libertadores, que jugará —la ida, el miércoles— contra el paraguayo Nacional.
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