Mientras en el fútbol de primer nivel se observan a atletas profesionales lucir condiciones físicas ideales, en el balompié boliviano pareciera que estar en óptimas condiciones o tener ritmo de competencia no es requisito indispensable para formar parte de un equipo profesional.
Fabbiani (30 años) se sumó a filas de Sport Boys tras una pausa importante en su carrera y con al menos 16 kilos demás. En el caso de su compañero de equipo, Ovejero, su evidente sobrepeso ha sido una constante desde que llegó al país, hace unos tres años.
Gutiérrez es uno de los hombres más cuestionados en filas de San José. El jugador de 33 años es duramente criticado por la afición orureña, ya que llegó como refuerzo, pero su exuberante masa corporal le impide desenvolverse con soltura en el campo.
Pese a todas las críticas, nadie puede negar la cuota goleadora que posee el trio “pesado”. Fabbiani, Ovejero y Gutiérrez han demostrado a lo largo de sus carreras que además de ser efectivos son capaces de ejercer liderazgo dentro de la cancha, lo cual les permite darse algunas licencias.
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