Confiesa que el deporte, concretamente el fútbol, lo ha llevado a ocupar un cargo importante en el gobierno departamental. Roly Aguilera, mano derecha del gobernador Rubén Costas, comanda el proyecto ya en ejecución de las obras de remodelación del estadio Tahuichi. Está comprometido, como buen futbolero, con este estadio que lleva el nombre de su abuelo paterno y por eso hoy nos habla de los males que afronta este principal escenario deportivo de Santa Cruz y el proceso que se sigue hasta verlo en otras condiciones.
Cuéntenos sobre el alcance del proyecto de remodelación del estadio Tahuichi...
Este proyecto va mucho más allá de la remodelación del estadio en sí. Es una iniciativa, y creo que así ha sido concebido, con la participación de muchos actores. Esto se dio en un foro en elque estuvieron los representantes de los clubes, la prensa deportiva y la asamblea del deporte. Se registraron varias observaciones que han sido contempladas en el proyecto de diseño final que se convertirá en un centro cívico y deportivo. Esto involucra un estadio moderno, remodelado bajo normativas que exige la FIFA, y que tendrá además patios de comida, centros comerciales, una plaza cívica, un mezzanine y una zona de parqueo. La finalidad es recuperar un espacio urbano que lamentablemente hoy está perdido, porque hasta se ha convertido en una zona roja, y el objetivo es ofrecerle a la familia un espacio más de recreación.
Sin duda, el proyecto es bueno, pero para su terminación falta mucho tiempo. Hablemos de los males concretos que tiene, como la iluminación, los baños y la cancha misma, ¿hay un plan para solucionar de inmediato estos problemas?
Reconocemos que se debe encarar de manera inmediata problemas de coyuntura por el deterioro que hay en ciertos sectores. Además, lo hemos expresado siempre de que tenemos el peor estadio del país. Jamás se invirtió como debe ser y nunca se ejecutó un proyecto integral como lo estamos haciendo ahora.
Entonces toquemos las dificultades que hay ahora...
Vamos por partes. El tema de la iluminación es un trabajo de mantenimiento que venimos haciendo desde hace un par de años con el fin de dotar una mejor ilumunición a la cancha del estadio. Este año empeoró porque colapsó el sistema eléctrico. Para que lo entiendan, el estadio Tahuichi tiene una sola fuente de energía y distribuye energía a través de un cable que cruza la cancha. Ahora, con el exceso de lluvia que ha caído este año, ese cable se ha deteriorado y exige una atención de emergencia. Para hacerlo, el gobierno departamental ha aprobado un presupuesto de tres millones y medio de bolivianos para adquirir dos nuevos transformadores de 400 voltios, lo que quiere decir que vamos a duplicar la fuerza del que ahora hay, que es de apenas 400 voltios. Estos transformadores nuevos estarán instalados uno en el sector de preferencia y otro en el de general.
¿En cuánto tiempo se harán estos cambios?
Este proyecto va a demandar un tiempo de cuatro meses. Mientras tanto, para que el campeonato de la Liga no se perjudique el gobierno departamental está alquilando generadores a diésel para mejorar la luz del sector de las tribunas de general, que ahora no se está abasteciendo por el corte eléctrico del ducto.
¿Y en los baños qué se hará? Se dice que las damas no van al estadio porque no hay un buen servicio para ellas...
Parece broma, pero es una realidad. Para solucionar este asunto encaramos varias alternativas. La primera fue entregarlos a los clubes en buenas condiciones higiénicas para que ellos los administren; sin embargo, no han sabido asumir esta responsabilidad, pues nos lo devuelven destrozados y sucios. Otra forma fue darla por concesión a una empresa privada, pero tampoco dio resultado. Ahora, lo que ha hecho el Servicio Departamental de Deportes ha sido contratar a una empresa para que haga la limpieza de los baños, ya que los clubes tampoco quieren pagar por este servicio.
¿Qué tipo de dificultades acarrea la cancha? Hay momentos en que por su constante uso parece un potrero...
Acá debemos hacer un mea culpa y confieso que se ha abusado en el uso de esta cancha. Todos estamos involucrados, pero admito que en este último tiempo debimos cerrar este campo deportivo, sobre todo durante el receso liguero. En dos meses se pudo recuperar mejor el gramado, pero lamentablemente nos impusieron la cumbre G77 por el que no solo utilizaron el estadio Tahuichi sino que abusaron de este escenario al dejar ingresar vehículos a la cancha y público que bajó de las tribunas. A eso se suma que no pagaron ni un solo peso por el uso. Después se alquiló a eventos religiosos, que se hacen dos veces al año y por último lo cedimos para la Copa de Invierno. Evaluando todo lo que pasó, nuestro error fue no cerrar el estadio para tener una cancha en mejor estado. Ahora, tras estos problemas, se está haciendo un trabajo de drenaje y de mejoramiento del pasto.
¿Cerrarlo dos meses hubiera generado ponerse en contra a los clubes ?
Es muy difícil cerrarlo porque no hay campos deportivos que puedan ser utilizados como alternativa. Está el estadio de Real, pero los clubes se niegan a jugar en ese escenario. Después, el estadio de la ACF sigue en construcción desde hace cinco o seis años, por lo tanto no hay más opciones sobre todo para los equipos de la Liga. Por esta situación es que hemos tomado la determinación de solo ceder el Tahuichi para los partidos del campeonato liguero, ya que la grama pese al mantenimiento requiere de un tiempo para renovarse y mostrar así un color más recuperado.
Se dice que con la plata que ingresa por los alquileres del estadio se mantiene al sistema deportivo en general y que por eso no hay un buen mantenimiento de este escenario. ¿Es cierto?
El Servicio Departamental de Deportes (SDD) ha generado un ingreso anual en 2013 de aproximadamente 1.900.000 bolivianos y pasadas temporadas rondó los 1.200.000 y 1.300.000. ¿Qué se hizo con esa plata? Todo se reinvirtió en el mismo estadio y para muestra les voy a dar un ejemplo. La inversión para mejorar el sistema de iluminación será de 3 millones y medio de bolivianos, es decir el doble de lo que ingresa por alquileres en dos años. Con esto quiero decir que más bien el gobierno departamental invierte en el estadio en vez de sacarle de sus ingresos. Y ahora vuelvo al inicio. Santa Cruz no tiene un estadio acorde a lo que su nivel exige y por eso hemos asumido el reto de mejorar esta infraestructura para dejarla acorde a los tiempos modernos y a pesar de nuestras limitaciones presupuestarias.
¿Hay posibilidades de terminarlo antes de 2019?
Si nos quieren ayudar para concluirlo antes de tiempo bienvenido sea. Y aquí me refiero al gobierno nacional, gobierno municipal o si logramos un financiamiento externo, pero lo concreto es que no vamos a esperar para continuar con la obra.
Ahora que toca el tema de los gastos, la pregunta que mucha gente se hace es por qué no se hace un estadio nuevo con los 30 o 35 millones de dólares que invertirá el gobierno departamental en remodelar el estadio...
Y yo pregunto y por qué no dos. No se construye uno nuevo por dos motivos. En primer lugar no nos negamos a construir uno nuevo. Consideramos que Santa Cruz debe contar, en un plazo prudente, con más de un estadio, ya que somos más de dos millones de habitantes, solo en la ciudad. En estos momentos queremos recuperar un espacio público y ampliar un nuevo escenario deportivo que nos originará un gasto entre 30 y 35 millones de dólares. Ahora, construir uno nuevo implicará edificar de cara al futuro y acá habría que pensar en un estadio con un aforo de 65.000 personas. El gobierno departamental ha previsto esto en el plan maestro de la Villa Deportiva. Además, esta obra, con todos sus complementos, costaría mínimo 100 millones de dólares, si no es más, y por el momento no tenemos disponibles estos recursos.
¿Y los que dicen que con 30 millones se puede construir uno nuevo?
Esto depende de qué calidad de estadio se habla. Si se quiere un simple monumento al cemento se puede hacer, pero acá la idea es edificar uno moderno y con todas las comodidades.
¿En cuánto tiempo lo tendremos terminado el que se va a refaccionar?
Apuntamos a que esté terminado en cuatro o, máximo, cinco años.
La primera fase de construcción durará un año, pero ¿qué comprende?
Tres módulos del parqueo, dos camarines nuevos, cuatro baterías de baño, el cableado estructurado para el internet y el albañal que servirá para todos los ductos de servicios que habrá en todo el estadio. Tras la culminación de esta fase, en la que se invertirá 7 millones de dólares empalmaremos con la segunda, de 10 millones de dólares. Esto implicará que tengamos terminado el 50 por ciento del total de la obra que se va a remodelar y refaccionar
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