Blooming sorprendió ayer a todos los que asistieron al Tahuichi, incluido a su rival, Nacional Potosí, que encaró este partido en el afán de ver en qué nivel se encuentra para debutar en la Copa Sudamericana el 20 de agosto frente a Libertad de Paraguay.
La academia ganó por 2-0, con dos goles de Minadevino y de Manzano, de penal, que fueron producto de un buen primer tiempo. Si los amistosos habían generado duda sobre la producción del equipo que dirige Mauricio Soria, ayer se vio a un representativo con otra dinámica y, sobre todo, con una actitud diferente.
Blooming asumió el dominio desde el comienzo. Su virtud fue mostrarse ordenado en todas las líneas, presionar al rival en todos los sectores y administrar mejor la pelota. En esa tarea, la labor de Carlos Tordoya en defensa fue clave, como la de Martín Minadevino y Joselito en el mediocampo. Con semejante despliegue, fue natural que la apertura del marcador llegue rápido.
Minadevino se había mostrado desde el principo en el jugador más incisivo por derecha. De ahí es que en una arremetida por esa zona el argentino sacó un magistral zurdazo, originando que la pelota primero dé en uno de los postes antes de ingresar al arco
Hasta aquí se puede decir que el asombro ya cundía en las graderías, porque Blooming mostraba una faceta distinta y eso gustaba a la parcialidad del crédito local. Entretanto, Nacional Potosí era presa de sus propios errores y de su fragilidad para hilvanar jugadas de peligro sobre el arco contrario. El brasileño Charles da Silva se salvaba del grupo, porque se erigía en un guerrero que combatía solo.
Fue curioso, pero el único peligro que se generó en el arco que custodió Hugo Suárez lo provocó el mismo golero, a los 23 minutos, cuando sacó la pelota muy cerca de la línea de sentencia por tardar en el rechazo en una pelota que le llegó dentro de área de meta.
El segundo fue de penal
En el mejor momento de Blooming se registró una buena jugada colectiva que terminó en una falta penal. Torrico peinó una pelota que le cayó a Minadevino y en su intento de enganchar para rematar al arco la pelota dio en la mano de un defensor.
El árbitro no dudó en sancionar la falta y el encargado de ejecutarla fue el argentino Matías Manzano, que hizo dupla en el ataque con el cochabambino Vladimir Castellón. Con el gol convertido desde la vía de los 12 pasos, el partido se puso 2-0, un resultado agradable para los celestes, que cerraron de esa manera el primer tiempo.
Bajó la intensidad
En la segunda mitad, Marco Ferrufino buscó mejorar la zona media al incorporar a Rolando Choque y a Héctor Calderón en vez de Juan Pablo Alemán y Jeison Seiquita, que mostraron un flojo rendimiento. La decisión del DT cochabambino tuvo sus efectos porque en esta etapa mejoró el funcionamiento de su equipo.
Blooming en este periodo no tuvo la misma dinámica, pese a que mantuvo el orden y la figura de Joselito Vaca creció a la hora de administrar la pelota. Aún así, creó las situaciones más clara para aumentar el marcador, y si esto no ocurrió fue por la falta de efectividad de una zona ofensiva que esta vez no mostró contundencia.
El cambio táctico
Al darse cuenta de que el equipo ya no era el mismo de los primeros 45 minutos, Mauricio Soria no tuvo otra que hacer cambios. Metió a Helmut Gutiérrez por Didí Torrico en el medio y después, a Pablo Salinas por Vladimir Castellón en el ataque. Era de esperarse que el cochabambino haga estas modificaciones, ya que el equipo necesitaba oxígeno en la zona de gestación.
Las modificaciones no dieron resultado, porque Nacional aprovechó el cansancio del local para meter presión, aunque sin profunidad porque la zaga siempre estuvo atenta y eso originó que
la portería de Hugo Suárez no corra peligro.
De todas maneras, la tibia reacción de los potosinos preocupó a Soria, que, sobre la marcha, optó por sumar a un zaguero más en la defensa (Pablo Pedraza) y así ponerle un cerrojo al triunfo en el debut
LA TAREA PENDIENTE ES MEJORAR ARRIBA
Mauricio Soria puso ayer en el equipo titular a los delanteros Vladimir Castellón y Matías Manzano. No fue novedad, porque ya en los amistosos con Guabirá había probado con esta dupla. De todas formas, sorprendió la decisión, porque en el último amistoso con Destroyers los titulares habían sido Sergio Almirón y Pablo Salinas. ¿Qué pasó? El DT tiene la respuesta, pero ayer los delanteros que jugaron no estuvieron finos a la hora de encarar la portería rival.
Y no fue por falta de situaciones de gol, que las tuvo, pues de eso se encargó Minadevino y Joselito Vaca, que tuvieron una gran tarea cada vez que manejaron la pelota en sus pies.
En defensa, la labor de los laterales y centrales fue impecable. Áñez y Morales jamás claudicaron y lo mismo pasó con la dupla Tordoya-Pereyra.
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