El mandamás del fútbol boliviano considera que forma parte de la nueva política que se aplicará a nivel de selecciones, tomando en cuenta que hay buenos antecedentes y las experiencias de otros seleccionados que han sido campeones del mundo.
En el equipo nacional que dirigió el español Xabier Azkargorta en la Copa del Mundo de 1994 llamó al portero paraguayo Darío Rojas, al portero argentino Carlos Leonel Trucco y al defensor argentino Gustavo Quinteros. Así como Azkargorta hubo otros técnicos que en su momentos llamaron a foráneos que asumieron la nacionalidad boliviana.
Al respecto, el presidente de la Asociación Nacional de Fútbol (ANF), Jorge Justiniano, dijo que el tema fue discutido hace una semana cuando se eligió a los componentes de la comisión seleccionadora. “En las eliminatorias del 89 estuvimos a un punto de clasificar. Esa selección ya tenía naturalizados. Lo mismo pasó con la del 93, que clasificó al Mundial”, dijo Justiniano, que además comentó que a nivel de FBF ya se ha empezado a evaluar la posibilidad de que en los próximos campeonatos los naturalizados jueguen como bolivianos y no como ocurre ahora que están en el cupo de los extranjeros.
Milton Melgar, secretario ejecutivo de Futbolistas Agremiados de Bolivia y mundialista con la selección de 1994, sostuvo en este asunto que la última palabra la tendrá el entrenador que sea elegido, por lo tanto dijo que le sorprende que se lo toque en estos momentos. “Es un tema que compete al DT y si así lo dispone hay que respetar la decision. Yo integré selecciones con jugadores naturalizados cuyos aportes fueron importantes”, sostuvo.
Sánchez y Rojas
Juan Carlos Sánchez ahora vive en Montero y dirige a las divisiones menores de Guabirá. En 1985, cuando tenía 28 años, jugó para la selección. Nació en Formosa, Argentina, pero gran parte de su carrera la hizo en Bolivia. “La convocatoria llegó en mi mejor momento. Estaba en Blooming. Lo hermoso de esta experiencia fue el gol que le hice a Brasil en el Morumbí”, dijo Sánchez, que es partidario de dar más oportunidades a los jóvenes en los clubes para que después tengan chances en la selección. “En estos momentos no hay muchos extranjeros para jugar en la selección. En mi puesto me gustan Boyero y Almirón”, dijo.
Una historia similar es la del arquero Darío Rojas, que fue llamado en enero de 1993, cuando jugaba en Oriente Petrolero y ya estaba casado con una boliviana. “En Oriente me hablaron para que tome la decisión. Lo hice con cariño porque ya tenía formada una familia en Bolivia. Después vino la convocatoria y realmente fue una alegría llegar al Mundial. Cumplí mi sueño”, dijo. El último jugador que se naturalizó y llegó a la Verde fue Pablo Escobar
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