José Jaime Jordán Gallardo dijo que saltó de alegría cuando revisó su correo electrónico y se enteró de que había sido designado para dirigir el clásico entre The Strongest y Bolívar, jugado anoche en el estadio Hernando Siles. No era para menos, porque se trataba del segundo clásico fuerte al hilo, tras haber arbitrado el domingo el choque cruceño que se selló con la victoria de Blooming sobre Oriente (3-2) en el Tahuichi Aguilera de Santa Cruz.
“Así como les sucede a los jugadores, son partidos en los que nosotros también queremos estar”, señaló. No es habitual que un mismo árbitro dirija dos clásicos —los más importantes del país— en menos de cinco días. Esta vez se dio. En Santa Cruz tuvo una buena actuación. No tanto en La Paz, donde dejó pasar algunas cosas.
Con insignia FIFA desde 2010, el juez nacido en Cochabamba el 5 de marzo de 1978, pero que radica en Sucre, dirigió ayer según su recuento el sexto partido entre los tradicionales rivales paceños (de acuerdo con los datos de Marcas estuvo en tres clásicos por los torneos de la Liga, el resto puede que sea en compromisos de certámenes de pretemporada).
“Creo que la designación llegó porque hice las cosas bien en el partido en Santa Cruz. Recuerdo que al final ninguno de los protagonistas reclamó, con mis asistentes (Wilson Arellano y Juan Carlos Cardozo) nos retiramos tranquilos al camarín y tampoco la gente nos dijo nada. Ese momento tuve la primera sensación de que realicé una buena labor. Luego, en la intimidad, agradecí a mi equipo por su ayuda”. Arellano también lo acompañó anoche como primer asistente; el segundo fue Róger Orellana.
Jordán considera que en partidos que se juegan en estadios llenos (aunque anoche la curva sur no pudo ser utilizada por las obras que realiza la Gobernación en la estructura de hormigón y acero de ese recinto) se siente mucho la presión de la gente; sin embargo, la distancia que hay entre la cancha y las tribunas en Miraflores brinda mayor seguridad a las autoridades para su trabajo.
De acuerdo con sus registros, en Santa Cruz dirigió cuatro veces el clásico, aunque no se anima a decir cuál de los dos es más complicado, si el cruceño o el paceño: “ambos tienen sus cosas, un parecido entre ellos es que en estos días los cuatro equipos se están jugando mucho de sus aspiraciones en la recta final del torneo”. Como tarea previa, Jordán acostumbra revisar las posibles alineaciones, ayer lo hizo así para detectar a los jugadores que considera más complicados de dirigir.
“Hay jugadores talentosos, como también aquellos que reclaman más de lo debido, así que hago esa revisión para tener una idea de lo que puede suceder”. Jordán no tiene cábalas. En la previa de los partidos, eso sí, no se olvida de elevar una oración a Dios y a la memoria de sus padres. Es lo último que hace antes de dejar el vestuario para irse con destino al campo de juego.
“Al final hago lo mismo, así me haya ido bien o mal en el partido. Las cosas pasan por algo y solo Dios sabe. Procuro estar cerca de las jugadas para equivocarme lo menos posible al momento de tomar una determinación”.
Después de dirigir el domingo se fue a Sucre el lunes, el martes se vino temprano a La Paz y hasta la hora de inicio de las acciones dedicó su tiempo al descanso. “Hubo un desgaste físico en el anterior partido, pero el tiempo de recuperación fue suficiente”. Su carrera a nivel internacional es corta, estuvo en dos Sudamericanos Sub-17, en la Copa Libertadores Sub-20 y hace poco dirigió por vez primera en Copa Sudamericana. Una asignatura pendiente es que le asignen un partido de Copa Libertadores.
Los datos
Primero
La primera vez que Jordán (FIFA desde 2010) dirigió un clásico paceño fue el 1 de agosto de 2010, fue un empate a dos.
Segundo
El sábado 3 de diciembre de 2011, Bolívar se impuso 1-0.
Tercero
Anoche dirigió por tercera vez un The Strongest vs. Bolívar en la Liga y el partido terminó de nuevo igualado (1-1).
Por lo menos se le fue un penal
Ramiro Siles
A los 11 minutos del primer tiempo, Daniel Vaca se llevó por delante a Juan Miguel Callejón dentro del área. Fue un claro penal a favor de Bolívar que el árbitro José Jordán no cobró y dejó que las acciones continuaran. Ese fue su principal error en un partido caliente, en el que llenó de tarjetas amarillas a los dos equipos (seis para los atigrados y cinco para los celestes, según nuestros registros) —por lo general bien sacadas— y en cambio perdonó a algún jugador de la Academia.
Estuvo bien (a veces los árbitros no son tan estrictos) en las dos amarillas casi consecutivas a Marcos Paz que provocaron temprano —a los 23 minutos— la expulsión del futbolista de The Strongest.
En cambio, ni bien había comenzado el segundo periodo (4’), a pesar de que estaba cerca no dijo nada por una fuerte infracción de Cabrera (Bolívar) en contra de Ramallo. Por poco el zaguero no lesionó de gravedad al delantero. Dio la sensación de que hubo otro penal (falta sobre la línea del área grande), ahora contra Sánchez Capdevila, pero como estaba cerca hay que darle la razón porque hubiera cobrado solo tiro libre.
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