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lunes, 8 de diciembre de 2014

Humérez quiere un fútbol sostenible

Desde hace por lo menos tres años, el fútbol boliviano vive virtualmente en la cuerda floja debido al desequilibrio en el manejo de sus cuentas.

La situación llevó a que el inicio de cada torneo o cada temporada, se convierta en una auténtica novela de suspenso que concluye con un final ya conocido por tan repetido : los dirigentes de los clubes ligueros hacen verdaderos malabarismos para pagar las deudas contraídas con sus plantillas, como resultado, aunque tarde, el balón comienza a rodar en las canchas de Bolivia.

“Pretendemos que el fútbol boliviano se supere y que sea sostenible económicamente”, señaló Fernando Humérez, presidente de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano (LFPB).

El dirigente cochabambino cuyo club de origen es Wilstermann, fue electo el viernes 28 de noviembre junto a su Comité Ejecutivo, compuesto por 5 vicepresidentes, un tesorero y un secretario general, en un Consejo Superior efectuado en Santa Cruz de la Sierra, que se constituyó en histórico porque logró el apoyo de los 12 clubes.

La postura de Humérez tiene que ver con la actual coyuntura del fútbol boliviano, que una vez más encuentra a varios clubes tratando de estirar la billetera para cubrir sueldos de sus jugadores, impagos por varios meses.

APAGA EL PRIMER FUEGO

Debido a este conflicto, Humérez realizó su primera gestión con el rótulo de urgente: el mismo viernes de su elección, se reunió en Santa Cruz de la Sierra con dirigentes de Futbolistas Agremiados de Bolivia (Fabol) y logró abortar un paro anunciado por la entidad como medida de presión para exigir el pago de la deuda salarial.

El monto adeudado que se remite al torneo Clausura del primer semestre de este año ronda los 165 mil dólares y se pagará en dos cuotas, una este mes y la otra hasta el 15 de enero de 2015.

CRISIS AGUDA

El presidente de la Liga afirma que hacer gestión en el fútbol boliviano es una cuestión de voluntad y mucho sacrificio, que debe contar con el apoyo de la entidad que alberga a las 12 clubes profesionales afiliados. Este número permanece inalterable desde 1991, aunque la Liga nació en 1977 con 16.

El caso más representativo de la actual crisis es Real Potosí, uno de los clubes de la Villa Imperial en la Liga.

Mantiene cuatro meses de sueldos devengados con sus jugadores y el cesante cuerpo técnico a la cabeza de Víctor Hugo Andrada.

Entre sueldos y otros gastos, la deuda del club Real Potosí supera los 800 mil dólares, monto impagable para la realidad el fútbol boliviano.

PLAN DE AUSTERIDAD

Además de Real Potosí, otros clubes también sufren en carne propia la crisis económica, entre ellos, Sport Boys, The Strongest y hasta el propio Bolívar, considerado el club más rico del país, manejado por el empresario pceño Marcelo Claure, radicado en Miami, através de Bolívar Administración Sociedad Anónima (BAISA).

“Esta es una situación que nos preocupa, pretendemos implementar un plan de austeridad a partir de la próxima temporada 2015-2016”, afirma el titular del fútbol profesional boliviano.

Humérez agrega que este proyecto no puede ponerse en práctica de manera inmediata debido a que los clubes tienen contratos con sus jugadores hasta la finalización de la presente temporada, en mayo de 2015.

Y la base de este futuro proyecto es la inclusión obligatoria en las alineaciones de los clubes profesionales de dos jugadores Sub 18 o Sub 20, como ocurre por ejemplo, en el campeonato de ascenso Nacional B.

Humérez sostiene que con esta disposición, los clubes se ahorrarían alrededor de 110 mil dólares por temporada, considerando lo que gana un jugador juvenil y un experimentado.

La idea será socializada y consensuada a la conclusión de la presente temporada liguera 2014-2015, a mediados del año próximo.

PLAN DE AUSTERIDAD

Recorte de las plantillas a un número máximo para todos los clubes

Mauricio Méndez Roca, expresidente de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano, planteó hace tres años, aunque sin éxito por la oposición de algunos clubes, que las plantillas deberían contar con 25 jugadores como máximo y sus planillas mensuales no superar los 70 mil dólares.

“Las plantillas de los clubes no serán de 35 jugadores, tiene que haber un número máximo que no será ese”, puntualiza Fernando Humérez. La dura coyuntura económica parece que esta vez obligará a los clubes a aceptar el cambio, por lógica, si hay menos jugadores, el monto de la planilla será menor.

Otro de los temas que preocupa a la flamante dirigencia de la Liga, es el relacionado al pago de impuestos, que hizo tambalear este año a clubes como The Strongest, de La Paz y San José, de Oruro, pese a que por su popularidad obtienen buenos ingresos cuando ofician de local en el torneo liguero.

El club paceño adeuda 10 millones de bolivianos por impuestos, San José debe al fisco 2 millones de bolivianos, en ambos casos, su patrimonio está en peligro.



AGENDA

Coordinación con la Federación Boliviana de Fútbol para implementar reformas

La Federación Boliviana de Fútbol (FBF), presidida por Carlos Chávez, es la máxima entidad del balompié nacional, reconocida como tal por la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA).

Los estatutos de la Liga y las convocatorias de sus campeonatos derivan de los estatutos y normas federativas, que a su vez surgen de sus congresos. Por consiguiente, si la Liga pretende implementar reformas sustanciales en el fútbol boliviano debe tener un buen relacionamiento institucional con la FBF.

Fernando Humérez afirma que la relación con Carlos Chávez, presidente de la FBF es buena y sirve de base para elaborar una agenda de trabajo conjunto, cuyo fin no es otro que lograr la superación del fútbol boliviano. Los dirigentes del nuevo Comité Ejecutivo de la Liga sólo esperan que concluya este campeonato Apertura, para empezar a trabajar en un proyecto de amplio alcance que permita reformar las estructuras del balompié doméstico.

Humérez ratificó su convicción de que en el fútbol boliviano no deben existir clubes o instituciones divididas entre oficialistas y/o opositores.

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