Se repite la historia. Una vez más otra selección juvenil fue eliminada de un torneo sudamericano, lo cual refleja lo mal que se está trabajando en divisiones inferiores en el fútbol boliviano, cuya cabeza es Carlos Chávez, el actual presidente de la FBF.
El equipo nacional que asistió al Sudamericano Sub-20 de Uruguay retornó a casa sin ningún punto en cuatro partidos y por si fuera poco en su serie fue el representativo más goleado (13) y el que menos goles marcó (2).
Es la peor campaña de los últimos tiempos, comparable a la del Sub-15 en 2011 (también con 0 puntos), ya que en el 2013, en Argentina, los Sub-20 al menos sumaron un punto, que se ganó justamente ante el anfitrión.
Las promesas incumplidas
Tras asumir en su tercera gestión al mando de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Carlos Chávez anunció que tras un periodo de pagar deudas al fisco, ahora venía otra de inversión en el fútbol y sobre todo para las selecciones menores.
Habló de construir centros de alto rendimiento en La Paz y Santa Cruz para la preparación de los equipos y para dar buena señal, hasta hizo contactos con el argentino Claudio Vivas, de reconocida trayectoria en su país y en Chile, del que se decía que vendría con un cuerpo técnico que costaría 300 mil dólares por año. Al poco tiempo desapareció este interés, pues el mismo Vivas se encargó de aclarar que la cifra mencionada fue mentira y que le ofrecieron poca plata.
Tras este polémico episodio, la FBF nombró al argentino Claudio Chacior como entrenador de la Sub-17 y Sub-20, y después designó a Néstor Clausen como coordinador general. Este último duró poco en el cargo, pese a que participó en diciembre del año pasado de una corta gira por Argentina con la Sub-20.
Inesperadamente, Clausen se alejó y nadie asumió ese rol. Chacior continuó en Santa Cruz. Cabe recordar que el DT arrancó en noviembre con una preselección de 36 jugadores, incluidos en la lista el tarijeño Sebastián Gamarra, que milita en el Milan de Italia, y el ex Tahuichi Ricardo Román, del Lillie, de Francia.
Ambos mediocampistas no pudieron integrarse porque sus clubes no dieron el visto bueno. Al final, quedaron fuera y Bolivia quedó sin sus dos legionarios. Días antes del debut en el torneo viajó con la delegación a la sede del campeonato. Su equipo apenas tenía cuatro amistosos. Lo que vino después ya en la competencia fue el resultado de la poca apuesta de la FBF. Las derrotas ante Paraguay, Ecuador, Perú y Argentina terminaron por enterrar a unos chicos que a decir de entrenadores y exjugadores fueron víctimas de la dejadez.
¿Hay plan de trabajo?
Consumado un nuevo papelón internacional, la pregunta es si existe en la FBF un plan de trabajo a desarrollar con los menores para no seguir padeciendo nuevos fracasos deportivos.
Alberto Lozada, secretario ejecutivo del máximo ente federativo, considera que la pésima campaña de los juveniles en Uruguay es consecuencia del mal trabajo que se viene haciendo en el país, pero aclaró que con este equipo se estaba iniciando un plan que en principio contempla mantener a Claudio Chacior como entrenador permanente de las selecciones menores y el de dotar de infraestructura propia para la preparación.
"Vamos a construir dos canchas en instalaciones del nuevo estadio de la Asociación Cruceña de Fútbol para que nuestras selecciones se preparen permanentemente con un cuerpo técnico fijo”, dijo el directivo, que de paso destacó este esfuerzo de la dirigencia que gracias a la venta de los derechos de TV tiene recursos económicos para afrontar compromisos de las selecciones y criticó al Estado que muy poco hace para apoyar y fomentar el desarrollo del fútbol.
"Lo nuevo de esta gestión en la FBF es que contamos con más recursos que antes para los juveniles”, sostuvo
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