El árbitro Alejandro Mancilla tuvo una mala actuación, calificada por los medios uruguayos como bochornosa, en el partido que ganó Venezuela 1-0 a Uruguay, en la última jornada del grupo B del Sudamericano Sub-20 en canchas “charrúas”.
“Con el partido 1-0 en favor de Venezuela, Uruguay empató en el cuarto minuto de descuento con Agustín Ale, en una jugada donde el golero venezolano Keiner Escorcia simuló una inexistente falta”, publicó el deportivo del diario El Observador.
La agencia española EFE reportó que el colegiado boliviano otorgó el tanto, pero su asistente de línea le hizo dudar por posible falta al portero cuando saltó para intentar atrapar el balón.
Tras un breve diálogo con el asistente, Mancilla se reafirmó en su decisión, pitó y señaló con su mano hacia la mitad de la cancha para que los venezolanos sacaran de centro luego de haber anotado Uruguay.
En ese momento, los jugadores de la Vinotinto comenzaron a rodear, presionar e incluso empujar al árbitro boliviano, que lejos de amonestarles decidió, por contra, retractarse y no señalar gol, sino saque de puerta.
Acto seguido pitó el final del partido dejando a todo la grada indignada e incrédula ante lo que había presenciado.
La polémica final se comió por completo el resto de un encuentro en el que no hubo nada en juego, con Uruguay clasificada primera del grupo B y Venezuela eliminada.
Los otros clasificados de esa llave son Brasil y Colombia. El hexagonal final del certamen comenzará mañana lunes.
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