Desde 1977 hasta la fecha, muchos son los equipos que han perdido la categoría, incluso en reiteradas oportunidades.
Dentro de los 38 años de transcurso liguero, los nueve departamentos de Bolivia han visto el tránsito y la movilidad de sus representantes entre la primera y segunda división.
El descenso 51
Tras una magnífica campaña de ascenso en el Nacional B 2013-2014, Universitario de Pando se convirtió en una verdadera sensación y llenó de ilusión a los hinchas norteños. No obstante, todo ese acierto que llegó de la mano de Miguel Ángel Mercado, Carlos Cárdenas y Luis Gatty Ribeiro, artífices del ascenso del Jaguar pandino, quedó opacado por la paupérrima campaña del once estudiantil en su única presencia por la Liga, en la temporada 2014-2015.
A falta de cuatro fechas para la finalización de la temporada liguera, la “U” selló su suerte y nuevamente jugará en la Asociación Pandina de Fútbol (APF) en la temporada 2015-2016.
Aurora, el descenso 50
El miércoles 30 de noviembre de 1988, el “Equipo del Pueblo” perdió, por primera vez, su puesto en la Liga. Tras 14 años, Aurora retornó a la Liga al coronarse campeón de la Copa Simón Bolívar 2002. Su segundo descenso fue en la temporada 2013-2014, el número 50 en la historia liguera. El miércoles 11 de junio de 2014, Aurora perdió en el tercer partido por el descenso/ascenso indirecto ante Petrolero de Yacuiba por 4-3 en la tanda de penales (igualó 1-1 en tiempo reglamentario).
El calvario de los grandes
El descenso no solamente absorbe a los equipos pequeños o que cuentan con poco o casi nulo respaldo económico. El descenso es el castigo para las malas campañas deportivas e incluso los elencos grandes han sufrido, al menos una vez, la pérdida de categoría.
En Bolivia, de los seis equipos denominados grandes (The Strongest, Bolívar, Wilstermann, Oriente Petrolero, Blooming y San José), sólo tres han tocado fondo en la era liguera.
El primero en descender fue Blooming (1995), luego de perder en el repechaje del ascenso/descenso indirecto ante Chaco Petrolero de La Paz. El de la Academia cruceña fue el descenso 27 de la historia liguera.
El segundo fue San José, que en 1999 consumó el descenso 32 de la Liga al perder en la definición del ascenso/descenso indirecto ante Mariscal Braun (LPZ).
Finalmente, en 2010, Wilstermann quedó último en el punto promedio de la Liga y en el registro como el descenso 44.
43 Equipos de nueve departamentos de Bolivia han jugado al menos una vez en la Liga del Fútbol Profesional Boliviano (LFPB). En 38 años de Liga, Real Potosí es el único club que jugó dos veces con diferentes nombres: Bamin, en 1986, y su actual nombre desde 1998.
Guabirá, el que más veces descendió
De los 51 registrados hasta la fecha, muchos son los equipos que han perdido la categoría en una o más oportunidades desde la creación de la Liga en 1977. No obstante, el club que más veces descendió es Guabirá de Montero, con cinco descensos y cuatro ascensos a la Liga del Fútbol Profesional Boliviano (LFPB).
El Azucarero fue fundador de la Liga en 1977 y abandonó, por vez primera, la categoría en 1984. Posteriormente, Guabirá jugó en el seno liguero en los periodos 1993-2003, 2008, 2010-2011/2012, y 2013/2014.
En este último caso, el representante de Montero perdió la plaza de Santa Cruz y no pudo retornar en la temporada 2014-2015 a la Liga, luego de quedar sin chances en el Nacional B.
A esta lista se suman los equipos de Chaco Petrolero (LPZ), equipo que jugó y descendió tres veces de la Liga en los periodos 1982-1986, 1991-1993 y 1996-1998.
Otro que iguala el récord del Verdolaga es Real Santa Cruz, con tres apariciones en la primera división: 1977-1992, 1994-2001 y 2004.
Posteriormente, se encuentran el cruceño Destroyers (1984-1999 y 2005-2007); los paceños Municipal (1977- 1985 y 1996-1997), Always Ready (1977-1981 y 1987-1991) y Litoral (1986-1990 y 1992); el cochabambino Aurora (1977-1988 y 2003-2013/2014); además de los chuquisaqueños Stormers (1977-1980 y 1995-1996) e Independiente Petrolero (1981-1983, 1990-2003).
Entretanto, muchos equipos tuvieron un fugaz paso por la primera división boliviana y, tras descender, poco o casi nada se supo de ellos: los benianos Atlético Pompeya y Real Beni; los cochabambinos Orcobol, Metalsan y San Pedro; el chuquisaqueño Magisterio Rural, entre otros.
Abandonos voluntarios y no descensos
La diferencia entre descender y abandonar es bastante clara: en 38 años de Liga, muchos clubes decidieron automarginarse por motivos económicos y abandonaron el seno profesional al no solventar una planilla profesional. De manera paralela, muchos otros perdieron su cupo en la primera división por razones deportivas.
El primer caso de abandono voluntario se presentó en 1979, cuando el club Bata de Quillacollo solicitó licencia y nunca más volvió a la Liga, entidad de la que fue fundador.
En 1987, el club Deportivo Municipal de Potosí decidió abandonar el certamen y se determinó suprimir los descensos y ascensos. Ese mismo año, Petrolero de Cochabamba se retiró del seno liguero al concluir la temporada. Las razones, el Refinero valluno atravesó grandes problemas económicos y no recibió más el respaldo de los trabajadores de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Estas intempestivas salidas y abandonos de clubes obligó a que la Liga invite a equipos que, sin ningún mérito deportivo, ocuparon las plazas vacantes. De ahí nacen el ascenso de San Pedro en 1989 (tras la renuncia de Enrique Happ a ascender a la Liga) y la polémica promoción en 1990 del club Orgullo de Cochabamba y Bolivia (Orcobol) para ocupar las plazas dejadas por Aurora y Petrolero. A estos se añaden las incorporaciones de Ciclón (1985), Real Beni (1992) y Universitario de Potosí (1992).
El último caso de abandono voluntario fue nuevamente protagonizado por el conjunto de Petrolero de Cochabamba, elenco que en 1993 se automarginó de manera definitiva.
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