La Razon
¿Si se ven cara a cara se saludan? Es muy probable que sí. “Hasta podemos sentarnos a tomar un cafecito”, dice uno de ellos. Sin embargo, lo evidente es que hay un fuerte distanciamiento entre los presidentes de los dos clubes de fútbol más grandes del país, el campeón Bolívar y el subcampeón The Strongest: Guido Loayza y César Salinas, respectivamente. El fuego cruzado entre ambos en los últimos días ha sido más que evidente. Disimulado de parte de Loayza. Directo por el lado de Salinas.
Que los hinchas estén enfrentados es normal. Las redes sociales están regadas de odios entre bolivaristas y stronguistas que se insultan mediante un alto calibre tratando de demoler al oponente. Lo que no está bien es que determinado nivel de enfrentamiento llegue a los principales dirigentes, cuyo rango amerita que actúen como tales y no precisamente como hinchas.
Todo ocurrió a partir de que Bolívar, mediante Loayza, decidió asumir el papel de afectado y víctima por una impugnación presentada por The Strongest —haciendo valer sus derechos— en contra de Petrolero, club que contrató a un técnico que ya había dirigido a otro —Sport Boys— en el mismo campeonato, lo que está prohibido por el Reglamento General de Campeonato (RGC).
Más arrebato que a los dirigentes de Petrolero les dio a Loayza y compañía, probablemente ante la posibilidad de perder el título que finalmente ganaron merecidamente en cancha. Primero, Loayza acusó a Marcas de La Razón “porque está publicando eso de la impugnación”, en clara manifestación de pretender que este medio solo debería informar acerca de temas que le convienen a su club.
Luego lanzó una declaración que golpeó en las huestes stronguistas. Dijo que la impugnación le parecía “una vergüenza y con ella estamos importando prácticas de provincia empedrada”. César Salinas tomó esa frase como una alusión personal hacia él por sus orígenes.
Por sí fuera poco, el técnico de Bolívar, Xabier Azkargorta, tras la confirmación del título para su equipo se lo dedicó al dirigente de The Strongest y delegado ante la Liga, Wálter Torrico. Ésa fue toda una provocación. La respuesta del titular atigrado no se dejó esperar, las primeras palabras fueron en tono reflexivo: “Con tantos años en la dirigencia (Loayza) debería medir sus declaraciones, pero lo ha hecho como un junior, lo lamento mucho”.
Después exteriorizó su molestia por las alusiones que hizo su colega celeste. “Hasta hace práctica de racismo al considerarnos a los dirigentes, personalmente a mí... me debe considerar un dirigente de provincia y no se lo acepto. Me parece una declaración cargada de soberbia, creo que él se cree dueño del fútbol, dueño de la Liga para hablar de un tema que no le incumbe”. Aclaró que su club impugnó a Petrolero y, por tanto, Bolívar no tiene nada que ver. “No tienen por qué rasgarse las vestiduras”, dijo.
Dejó entrever que ese tipo de actitudes son frecuentes de los dirigentes de Bolívar. Le recordó, solo por citar un ejemplo, que “hace años (en 1982) cuando jugamos con River y Boca en la Copa Libertadores”, y el Tigre le ganó a River en La Paz (1-0), después perdió esos puntos en mesa por una incorrecta habilitación del defensor argentino Waldino Palacios, entonces “nuestros ‘amigos’ de Bolívar fueron los que hicieron la denuncia”.
También le echó en cara que el directorio que comanda nunca enajenó los bienes de la institución y aseguró que Loayza sí lo hizo. “Ellos lo han enajenado. Bolívar no tiene nada”. Además disparó: “Cómodamente están de dirigentes sin poner un peso para su club, eso yo lo tengo claro”, en alusión a que Bolívar trasladó la administación de sus bienes a BAISA SRL, que es además la entidad que maneja sus movimientos económicos.
Ante esa reacción, Loayza dijo que sus declaraciones no fueron interpretadas de manera correcta por el titular atigrado, que respeta a esa institución. Las críticas estuvieron dirigidas solo a Torrico. El distanciamiento empezó tras el clásico del jueves 7. Ese día el atigrado se impuso 1-0 y evitó que el celeste conquistara el título cuando tenía la mesa servida. Los atigrados festejaron con todo, porque evitaron que ese día Bolívar diera la vuelta olímpica.
Los datos
Cruces
Tras ganar el clásico del jueves 7 de abril y evitar que Bolívar conquiste el título, Pablo Escobar, capitán de The Strongest, dijo que “trajeron la Copa, el cartel de campeón y con eso no se juega, menos con el Tigre”.
Respuesta
El defensor de Bolívar, Nelson Cabrera, en respuesta a esa declaración de Escobar y de otros futbolistas del Tigre apuntó ese mismo día: “Le duela a quien le duela, Bolívar será campeón”. Desde entonces, aunque de manera sutil, hubo distanciamiento a todo nivel que se hizo evidente el domingo.
Impugnación
En 2009, los dirigentes de Bolívar y The Strongest ya estuvieron distanciados también por un fallo del Tribunal de Justicia Deportiva (TJD) de la Liga, que favoreció al club Real Mamoré, el cual impugnó el partido contra el celeste jugado en la última fecha del torneo Apertura por la supuesta actuación irregular del defensor argentino Augusto Mainguyagüe, y por el que se puso en riesgo, como ocurrió ahora, el título que la Academia había ganado en cancha.
Pedido
Como protesta a ese fallo, Marcelo Claure, presidente de BAISA SRL, la empresa que administra los bienes de Bolívar, y a través de una videoconferencia, pidió a los aficionados celestes que no asistan al estadio para un partido justamente con The Strongest y de esa manera provocar una merma en la recaudación para el tradicional rival.
Proceso
En respuesta a esa actitud, la dirigencia de The Strongest, que entonces presidía Sergio Asbún, elevó una demanda contra el club Bolívar ante los tribunales deportivos, pues hubo una disminución en la cantidad de espectadores y un daño económico. La Liga ofició de mediadora para zanjar los problemas, también para resarcir la merma en la asistencia. Se pactó un partido, cuya recaudación debía favorecer al aurinegro, sin embargo éste nunca se llevó a cabo.
‘Su odio a Carlos Chávez contamina al fútbol’
Para Wálter Torrico, la actitud de Guido Loayza, presidente de Bolívar, tiene que ver “con su odio hacia Carlos Chávez (presidente de la Federación Boliviana de Fútbol), y eso está contaminando al fútbol nacional de mala manera”. Ese rencor se ha hecho extensivo a los dirigentes —entre ellos él— quienes apoyaron la reelección del titular federativo.
Dijo que en su calidad de presidente de la Asociación de Fútbol de La Paz (AFLP) estuvo de acuerdo con la propuesta de reestructuración del fútbol de manera orgánica, lo que fue planteado en el Consejo Superior de la Asociación Nacional de Fútbol (ANF). Chávez fue reelecto en septiembre del año pasado en Trinidad, y Loayza fue uno de los principales opositores.
“Si tiene problemas personales que los arregle en esa instancia, pero ya no debe manchar ni al fútbol nacional ni al departamental”, enfatizó. Según el titular celeste, Torrico le hace daño al fútbol nacional; pero el dirigente atigrado salió al paso de esas declaraciones al señalar que Loayza es quien le hace mal “porque no le aporta ni un solo peso a su club, lo que en cambio sí sucede con los otros presidentes” de clubes.
“Hay que ver que BAISA SRL tiene varios funcionarios, hasta su hijo (de Guido Loayza) es empleado; entonces quienes sacan ventaja y se aprovechan del fútbol y viven del fútbol son ellos”. Loayza dio ayer por cerrado el caso y no quiso hablar más.
En cambio, el titular de la AFLP siguió. Para él, la diferencia “es clara entre Loayza, que tiene un montón de acusaciones como la venta de entradas en el Mundial de 1994, y Wálter Torrico, que no tiene nada, absolutamente nada, y que solamente se dedicó a hacer crecer a la AFLP estabilizando un patrimonio propio, garantizado, con canchas propias, una infraestructura nueva, sin vender ni enajenar ni un solo metro de la asociación”. Sobre Azkargorta, que le “dedicó” el título, manifestó que “es un señor” al que respeta.
Frente a frente
Guido Loayza: ‘Con él (Torrico) no tenemos ningún respeto ni ninguna relación’
El presidente celeste dijo que las declaraciones que realizó apuntaron al dirigente atigrado Wálter Torrico y no a The Strongest.
Guido Loayza explicó que sus palabras no fueron entendidas en el contexto correcto y dijo que mantiene un respeto hacia The Strongest como club y hacia sus dirigentes. “Estoy varios años en la dirigencia y todos los stronguistas saben que hemos mantenido un gran respeto. Desde que soy presidente del club Bolívar han pasado varios presidentes de The Strongest: Jorge Pacheco, Sergio Asbún, Kurt Reintsch y ahora el señor (César) Salinas. Todos ellos, excepto el señor Salinas, saben exactamente cuál es el respeto y la relación que hemos mantenido con su club, que yo diría es hasta de amistad.
Lo que nosotros hemos fustigado es el hecho de que vengan corrientes extrañas a la Liga y nos hemos referido al señor Wálter Torrico. Con él no tenemos ningún respeto ni ninguna relación y ni la queremos tener. No nos parece que una institución como The Strongest, más que centenaria, quiera poner como delegado de su club ante la Liga a un señor como Wálter Torrico que no pertenece a la Liga, él es de la Asociación Nacional de Fútbol (ANF) y el que ha ido permanentemente en contra de la Liga, ése es el problema.
El impasse que ha sucedido no es contra The Strongest, es con el señor Torrico que es el impugnador. Además, cuando dicen que la impugnación no es en contra del Bolívar no es cierto, porque es en contra del fútbol boliviano, no es en contra solo de Petrolero. Este tipo de impugnaciones le está haciendo daño a todo el fútbol boliviano”.
Wálter Torrico: ‘Para Loayza, en 2010, Wálter Torrico era el mejor dirigente’
El directivo del Tigre contestó que la impugnación a Petrolero y la posterior apelación fueron respaldadas por el directorio en pleno.
Wálter Torrico, director de Estatutos y Reglamentos de The Strongest, le respondió a Guido Loayza manifestando que en la institución atigrada “las determinaciones se asumen de manera vertical y orgánica, lo que no sucede en Bolívar donde las órdenes vienen de afuera” (desde los Estados Unidos de parte de Marcelo Claure, presidente de BAISA SRL).
En esa dinámica explicó que fue el directorio con el respaldo del presidente César Salinas, el que decidió impugnar al club Petrolero —por el caso del técnico Celso Ayala—, ante el Tribunal de Justicia Deportiva de la Liga (TJD) y cuando ese ente declaró “improbado” el reclamo, también de manera conjunta se decidió apelar ante el Tribunal de Disciplina Deportiva de la Federación Boliviana, “porque eso no lo hace solo Wálter Torrico”.
Sobre su designación como delegado del club ante la Liga dijo que esa decisión es “solo responsabilidad de The Strongest, como lo puede hacer cualquier otro club”; además “en ninguna parte del estatuto de la Federación ni sus reglamentos ni normas FIFA ni de Conmebol prohíben que un dirigente de asociación sea dirigente de Liga, ya ha sucedido en el pasado”.
Según él, Loayza no lo quiere como delegado “porque sabe que mientras Wálter Torrico esté de representante del Tigre, ellos no van a poder influir de manera negativa en el Consejo Superior”. Apuntó que en 2010 “para Loayza, Wálter Torrico era el mejor dirigente y debía ser presidente de la Federación, porque dominaba y manejaba la normativa, y me consultaba absolutamente todo”.
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