X cuenta cómo le ordenaban repartir los dólares a los miembros que en ese entonces formaban parte de la Confederación, Osuna era el tesorero de la institución. Esto sucedió durante un congreso que se desarrolló en Paraguay, según la fuente del medio español.
"Me dieron un millón en efectivo, en dólares y una lista con iniciales y cifras. Me fui al hotel Yacht&Golf Club de Asunción y, como me habían ordenado, empecé a hacer el reparto del dinero entre los miembros que en esa época comandaban la CONMEBOL. Le entregué dinero a Julio Grondona, Rafael Esquivel, Rómer Osuna, Eduardo de Luca... Llamaba a la puerta de su habitación y les entregaba el sobre que previamente había preparado con la cantidad que cada uno tenía asignada. Algunos lo contaban y otros ni siquiera eso. Ni me miraban a los ojos. Cerraban la puerta y yo iba camino del siguiente cuarto, siguiendo el orden establecido en la lista. No todos cobraban lo mismo. Había sobornos más gruesos y otros de menos dólares", relató a As.com.
Además asegura que no le gustaba cumplir esta función, sintió miedo. "No era recomendable pasearse por las calles de Asunción con un maletín lleno de dinero, solo y sin protección. Me sentía en peligro. Fue cuando decidí pedir el traslado, que me asignaran otro trabajo. Pero no sentó bien. Lo dije y comenzaron los problemas, la presión, los seguimientos, la vigilancia".
El ponerse en riesgo no le agradaba. “Cuando comprobé que la mecánica de los sobornos estaba institucionalizada, asumida por todos. Para ellos, para esa gente, era normal extraer el dinero y llevarlo sin custodia para pagar las coimas (sobornos). La mecánica era sacar el dinero de la cuenta de la CONMEBOL, la 1280/7, y distribuirlo según la lista preseleccionada. Eso sí, nadie firmaba un recibo. ¡No podían firmar el recibí de las coimas!”, afirmó.
El Confidente X admitió que en su momento pensó huir con los millones que tuvo en sus manos, pero no lo hizo. "Tengo miedo de declarar, pero no por contar lo que sé, más bien por lo que me pueda pasar después. Que me perdone la fiscal norteamericana, pero en mi miedo mando yo", concluyó.
DIEZ intentó comunicarse con el exdirigente boliviano para tener su versión, pero no logró el contacto. En las próximas horas buscaremos, nuevamente, obtener su palabra.
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