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domingo, 7 de junio de 2015
Bolivia no existió en la cancha
Una selección boliviana que dio pena fue goleada ayer por su par argentina (5-0) en un amistoso jugado en San Juan, a solo días del inicio de la Copa América Chile 2015, y por el desempeño que tuvo no se puede esperar nada bueno de su parte en el torneo internacional.
Argentina metió el 40% de las opciones de gol que tuvo, o sea a partir de ese dato hay que imaginarse de lo que se salvó Bolivia.
Una cosa es que el rival sea muy superior, y Argentina, subcampeona del mundo, lo fue claramente; pero otra es no tener ni noción de cómo jugarle, y eso es lo más preocupante.
Bolivia regaló de entrada su medio campo y le dejó todo el peso a la defensa, tan limitada, que le fue imposible frenar a las figuras albicelestes, y les dejó hacer lo que quisieron.
La albiceleste, sin rival de peso al frente, estuvo a punto de abrir la cuenta cuando ni se había cumplido el primer minuto: Sergio Agüero estrelló la pelota en uno de los palos.
Se podía creer que era un comienzo difícil y que con el transcurrir de los minutos la selección boliviana se iba a parar mejor, pero no sucedió.Toda la primera parte —y casi toda la segunda— fue un monólogo de ataques argentinos, con Di María muy libre, por lo general sin marca, y cada vez más cerca de concretar el primer gol. Hasta que éste llegó a los 25’, después de por lo menos cinco ocasiones que también pudieron terminar en el fondo de la red. Fue el propio Di María el que de zurda puso el 1-0.
Cuatro minutos después, Agüero convirtió el primero de sus tres tantos, de penal. La falta fue cometida por el joven debutante Sebastián Gamarra.No había Bolivia, no existía. Argentina, por tanto, tenía total libertad para hacer lo que quisiera.
De un centro desde la derecha, Agüero hizo el tercero (31’), muy despierto para ganarles a los dormidos zagueros bolivianos.
Los cambios que hizo el técnico boliviano Mauricio Soria tenían pinta de arreglar los desajustes, mejorar la marca en el medio con el ingreso de Wálter Veizaga, y la última línea con Miguel Hurtado y Ronald Raldes.
No pasó nada.
A los 6’, Agüero lo “bailó” a Edward Zenteno y metió un zurdazo para el cuarto, y a los 10’, Di María convirtió el quinto mediante otro penal, esta vez mal cobrado, porque Zenteno no tuvo ninguna intención de desviar la pelota con la mano.
Luego los dos jugaron para cumplir. Argentina no se esforzó más. Para qué, no tenía rival.
Los datos
NotablesEntre Agüero, Di María y Lavezzi crearon en los primeros 20 minutos del partido unas seis opciones claras de gol. Definieron mal o encontraron la buena respuesta del golero Quiñónez.SeguidillaArgentina convirtió los primeros tres goles en un lapso de siete minutos, entre el 25 y el 31. Bolivia le otorgó todas las facilidades.Igual rápidoLos otros dos tantos también fueron uno tras otro, entre los seis y los diez minutos de la segunda parte.
‘Fue una noche que uno nunca desea’
Jorge Asturizaga - San Juan
El director técnico de la selección nacional, Mauricio Soria, dijo que vivió “una noche que uno nunca desea”, pues Bolivia “no pudo hacer mucho, no cumplió con lo que quisimos que hiciera, si bien trabajamos para intentar mejorar en lo físico y en lo técnico”.
“Debemos hablar con los chicos para que mejoren, ahora haremos una evaluación interna, hay que analizar muchos fundamentos y esta semana nos debemos enchufar bien”, agregó.
El DT de la selección albiceleste, Gerardo Martino, salió en defensa del seleccionador boliviano.
“Bolivia trabaja con un nuevo director técnico, por tanto no se le puede pedir respuestas desde el primer encuentro”, sostuvo.
Ni bien terminó el juego, Martino se acercó a Soria —que tenía el rostro desencajado— y le habló por unos instantes. El DT de Argentina señaló hacia el terreno de juego, como si le estuviera dando algunas indicaciones.
Los experimentos no le rindieron al DT
Puso poca contención en el medio y eso fue regalarse ante ArgentinaRamiro siles - La Paz
La primera explicación que hay que tratar de hallarle a lo mal que jugó Bolivia anoche es que el técnico, Mauricio Soria, hizo algunos experimentos en la alineación y éstos no le funcionaron.
De hecho el medio campo fue muy endeble: el único jugador de contención —o sea que siente ese puesto— fue Danny Bejarano, a quien le trató de acompañar el joven de 18 años Sebastián Gamarra, un futbolista con espíritu de mediocampista ofensivo.
El “Niño” de la Verde quería su debut soñado al partir como titular ni más ni menos que contra Argentina, la subcampeona mundial, y a lo que le llevó el juego fue a tener su debut de pesadilla, entre otras cosas porque no pudo hacer ni una cosa —contener— ni la otra —salir jugando—.
Hay que tratar de saber cuál era la función —también confusa— de Martin Smedber Dalence, y los más conocidos, Damián Lizio y Pablo Escobar, estuvieron perdidos, intentando aportar hacia atrás, porque hacia adelante —donde Martins no tuvo labor porque la pelota nunca le llegaba— solo deambulaba.
Así que con tantas ventajas en esa línea, Argentina tuvo grandes libertadas para pasar por encima de esa línea Verde las veces que se lo propuso, y se topó con una defensa muy limitada que de pronto se vio con toda la carga encima.
A Ángel Di María —volcado hacia la izquierda— nadie lo marcaba y si lo hacían no lo podían contener, fue el hombre que más peligro llevó al area contraria.Los cuatro hombres que Soria puso atrás —Edemir Rodríguez, Ronald Eguino, Edward Zenteno y Leonel Morales— no tuvieron un liderazgo que les pusiera orden y tranquilidad, y les era imposible marcar a Sergio Agüero o Ezequiel Lavezzi, que fueron junto con Di María los que más peligro generaron.
Ni la entrada de Ronald Raldes y Wálter Veizaga en el segundo tiempo recompuso las líneas de Bolivia. No había forma. Dio la impresión de que el partido estuvo mal planteado desde el inicio y no hubo cómo recomponerlo.
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