Carlos Chávez, presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), está acorralado por las solicitudes para que aclare si está o no implicado en los casos de corrupción destapados por la Fiscalía de Estados Unidos la semana pasada en la sede de la FIFA, en Zúrich, donde siete dirigentes del fútbol fueron detenidos.
La Liga le pidió que mientras dure la investigación solicite licencia de su cargo como mandamás del fútbol boliviano. El Ministerio de Transparencia le ha enviado una carta abogando para que admita una investigación de los manejos económicos de la FBF; y el Ministerio de Deportes le ha dado cinco días hábiles para que presente las cuentas de los manejos federativos.
A Chávez lo marcan los indicios de que recibió dinero por concepto de sobornos, aunque no hay sobre él una acusación directa.
El caso ha salpicado sobre todo a la Confederación de Norte, Centroamérica, y Caribe de Fútbol (Concacaf) y a la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
Tres dirigentes sudamericanos están entre los detenidos: Eugenio Figueredo, el anterior presidente de la Conmebol; Rafael Esquivel, presidente de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) y el brasileño José Maria Marin (CBF).
Además entre los acusados también está el expresidente de la Conmebol, Nicolás Leoz.
Según el informe de la Fiscalía, las empresas encargadas de los derechos de televisación tanto de la Copa América como de las Eliminatorias mundialistas, con sede en Argentina y Uruguay, habrían pagado unos 100 millones de dólares en “sobornos” a dirigentes de la Conmebol. Hay orden de detención para sus ejecutivos, que están prófugos.
A esa figura entra Chávez. Si bien su nombre no es mencionado, el informe dice que los pagos se hicieron en 2013 a los presidentes de las federaciones. Él ya lo era de la de Bolivia.
De acuerdo con varias publicaciones internacionales, apoyadas en el informe de 164 páginas de la Fiscalía estadounidense, escrito en inglés, Chávez habría recibido entre 1,5 millones de dólares y 7,5 millones de dólares.
En una entrevista concedida a Señor Fútbol de La Razón, publicada el viernes, el dirigente aseguró desde Zúrich, adonde viajó para asistir al Congreso de la FIFA, que “todo es mentira”.
Carlos Chávez llegará hoy al país. Está previsto que esta tarde ofrezca una conferencia de prensa. Según la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), lo hará con documentos en mano para explicar su posición sobre el tema.
$us 1,5 MM por Copa y $us 6,3 MM por eliminatorias
Bolivia tiene asegurados de entrada 1,5 millones de dólares por participar en la Copa América Chile 2015.
Según la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), cada selección recibirá por jugar la primera fase 500.000 dólares por partido, cada una disputará tres.
Si se clasifica a cuartos de final recibirá 750.000 dólares más en caso de quedar eliminada en esa instancia, y 1,5 millones de dólares si es cuarta, dos millones de dólares si logra el tercer puesto, tres millones de dólares si es subcampeón y cuatro millones de dólares si gana el título. De acuerdo con estas cifras se calcula que la Copa América repartirá en premios 31,5 millones de dólares.
La FBF vendió además los derechos de televisación de las próximas eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018 en unos 6.3 millones de dólares.
Las relaciones que más complican
Las relaciones directas que tiene el dirigente Carlos Chávez como presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) con la Conmebol —de la que además es el tesorero— y con las empresas dueñas de los derechos de televisación que están implicadas en el caso de corrupción, complican la situación del dirigente nacional.
Según un documento de la Fiscalía estadounidense, los sobornos a dirigentes de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) fueron pagados por Datisa, una firma creada para unir los intereses comerciales de las empresas Traffic, Torneos y Competencias y Full Play en 2013, cuando se confirmó la celebración de la Copa América Centenario, a jugarse en Estados Unidos en 2016.
Datisa SA y Full Play son dueñas de los derechos de televisación de torneos sudamericanos. Datisa tiene los derechos para televisar la Copa América mientras que Full Play los partidos de las eliminatorias.
El diario uruguayo El País detalló que llegó una solicitud de cooperación internacional a Uruguay desde Estados Unidos, en la que se menciona a todos los implicados para que también se rastreen bienes y sociedades que se puedan embargar. Los titulares de Datisa y Full Play, los argentinos Alejandro Burzaco y Hugo y Mariano Jinkis tienen bienes en Uruguay. Todos ellos están prófugos y con pedido de extradición.
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