El presidente de la Federación Boliviana de Fútbol, Carlos Chávez, dijo ayer que no renunciará a su cargo y negó estar involucrado en temas de soborno dentro del caso FIFA que investiga la justicia de Estados Unidos.
Chávez, quien retornó a Bolivia el domingo tras su asistencia al Congreso de la FIFA, habló en conferencia de prensa y lamentó que el público boliviano lo catalogue como un ladrón por el escándalo que se vive en el fútbol sudamericano.
“Varios clubes aprovecharon para pedir mi renuncia o licencia en lugar de felicitarme por no estar detenido. No voy a dar un paso al costado”, dijo el máximo directivo del fútbol boliviano.
“A mí me dolió mucho que por cierto medio de prensa nuestras autoridades nos den por corruptos. Aquí (en Bolivia) sale una lista donde nosotros estamos y resulta que automáticamente somos culpables”, agregó.
Chávez pidió públicamente que se le investigue sus fortunas y su patrimonio, además que se haga lo mismo con los dirigentes del fútbol boliviano incluyendo al presidente de BAISA, Marcelo Claure. “Investíguenme e investiguen también a los que me acusan”, dijo.
Ayer, el fiscal General, Ramiro Guerrero, anunció que se investigarán los manejos económicos dentro de la Federación Boliviana de Fútbol. La autoridad señaló que tres serán los fiscales que revisarán los montos que entregó la FIFA a la institución.
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