La cúpula liguera debe volver a plantearse una base de trabajo y organización en la entidad. Sostiene que no interesa quién sea el futuro presidente, lo que importa es que vuelva al debate de cómo construir cimientos funcionales.
— ¿Qué opinión le merece la actual coyuntura de la Liga?
— Más que otro tipo de problemas, no sé si de personas, es de la estructura. Antes había una, pero luego en 2010 se hizo una modificación que yo la critiqué en su momento de manera pública, porque me parecía un absurdo total. Yo, en tres meses hice una nueva estructura funcional y moderna, pero no se la aplicó: propuse un consejo de presidentes que definían las políticas y había un directorio ejecutivo rentado que actuaba operativamente.
— ¿Qué pasa con la actual estructura?
— Se hizo otra que yo la denominé en su momento ‘un proyecto Frankenstein’, que la propuso y aplicó Mauricio Méndez. Se crearon cinco vicepresidencias que no funcionan, que no tienen descripción de funciones y por eso y otros detalles surge una crisis interna que nos apena.
— ¿Solo será la estructura?, ¿no fallan las personas?
— Es que la base de funcionamiento está en la estructura, que define cargos, muchos cargos y no funciones. La verdad es que era previsible porque no hay tareas concretas de los cargos que fueron distribuidos y deriva en una suerte de posiciones diversas.
— ¿Qué opinión le merece el accionar del actual directorio?
— No se ha avanzando como se quería, y la verdad es que me sumo al criterio del extesorero de la Liga, Jorge Laguna, un dirigente bastante joven, inteligente y muy capaz. Él dijo que aceptó el cargo con la esperanza de que se iban a dar cambios, pero que no se vio ninguna variante y por eso precisamente renunció. Es eso justamente lo que pasa, que no se ve la forma de como encaminar esto, porque hay posiciones diversas.
— ¿Se dice que surgieron posiciones personales de manera interesada?
— La verdad, yo no me enteré porque no voy a las reuniones, pero seguramente es así, porque surgen diversos tipos de intereses y otras cosas justamente porque no hay una estructura clara, unitaria y no se especifica qué es lo que debe hacerse. Se da paso al caos, a que cada uno puede pensar o querer accionar por su lado, cuando en realidad podría estar interfiriendo.
— La actual cúpula directiva llegó para cambiar, pero ya está en crisis y la situación puede complicarse más...
— Puede suceder eso, porque se continuaría haciendo más de lo mismo, sin ninguna perspectiva de mejora ni mucho menos, entonces esto cada día tiende a complicarse, surgir más brechas y se corre el serio riesgo de que puede ser un fracaso total, entonces pienso que se está a tiempo de reflexionar sobre el tema, de analizar qué se hizo y no se hizo y de verdad ver el tema de la estructura, que pienso es uno de los pasos fundamentales que se pueden dar. Una base que responda al interés común del fútbol profesional, que sea funcional, que sea una base para que los clubes que integran la Liga tengan una algo sostenible y puedan de esa manera seguir firmes y no viendo los intereses personales de uno u otro. Se tiene que hacer una autocrítica sincera de ver qué es lo que ocurrió. Sinceramente, veo que aún sufrimos las consecuencias de que las cosas no están bien y la verdad es que está costando bastante el poder modificarla.
— Surgieron algunos nombres de probables candidatos a la presidencia de la Liga, como la de Marco Ortega y Jorge Laguna, ¿qué criterio le merece tal situación?
— No sé de ningún nombre, de ningún candidato. Quién se postulará, no lo sé, pero sea quien fuese volvemos al principio de lo mismo: mientras la organización actual continúe funcionando vamos a caer en los mismos problemas, porque la base actual que está vigente desde fines de 2010 es irracional, no ayuda y no aporta. Esto no va a funcionar, para quien venga será igual de complicado con lo que se tiene.
— ¿Qué debe hacerse?
— Se tiene que volver a discutir la base, la estructura, sus tareas, sus funciones, sus objetivos. Tenemos que plantearnos las cosas claras y luego surgirán los candidatos y quién puede ir a esos cargos. Comenzar al revés, es decir, nominar a uno u otro con la misma base, será para que de aquí a otro tiempo volvamos a hablar de los mismos problemas.
— ¿Usted volvería a presentar su proyecto?
— Ya lo hice, no creo que vuelva a repetirse la propuesta que se hizo en su momento. La verdad es que yo con mi proyecto pensaba darle a la Liga un funcionamiento similar al de una empresa donde hay consejo de presidentes que definía las políticas y debajo un gerente rentado que llevaba adelante todas esas tareas.
— ¿Irá a la reunión del viernes?
— No, no creo, porque yo soy vicepresidente de Fútbol del club. La anterior vez acompañé al presidente Guido Loayza porque me lo pidió, ahora irá la persona adecuada.
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