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martes, 9 de junio de 2015

Soria oculta todo en Viña del Mar



Como si guardara el mayor de los secretos, Mauricio Soria decidió ocultar en Chile el trabajo que lleva a cabo la selección nacional, que ayer inició la recta final de su preparación con su primera práctica en Viña del Mar, donde el viernes debutará en la Copa América Chile 2015 frente a México en el estadio Sausalito (19.30).

El Complejo Deportivo del Club Santiago Wanderers, en Matagua, una ciudad a unos 25 kilómetros de Viña del Mar, ha sido convertido en el “búnker” del seleccionado boliviano, al cual no hay caso de penetrar. La decisión de trabajar a puertas cerradas va a durar, en principio, de aquí hasta su debut en el torneo. Soria no quiere que trascienda nada del trabajo que realiza el seleccionado.

La idea de utilizar las canchas del Club Everton de Viña del Mar y de los Trabajadores Municipales quedó en nada. Semanas antes, el propio Soria había venido hasta esta ciudad para ver esas instalaciones, que ya estaban elegidas. Un puñado de sus colaboradores las visitó tiempo después para verificar que todo quedara en orden. De pronto, las cosas cambiaron.

Según versiones de integrantes del seleccionado, Soria hizo ayer por la mañana una inspección de la cancha del Santiago Wanderers y quedó conforme, sobre todo por el buen estado del campo de juego, y además porque no hay manera de que los “espías” tengan acceso. El resto lo descartó y listo.

El sitio es completamente cerrado, no se puede ver nada de lo que hace el plantel desde ningún sitio. De paso, un fuerte dispositivo de control policial fue instalado en la puerta principal, tanto con la presencia de carabineros de Chile como de integrantes de seguridad privada.

Marcas de La Razón se dio modos ayer para trepar a un cerro aledaño y tratar, a lo lejos, de tomar algunas fotos. Hasta de eso están atentos los ojos del cuerpo técnico, pues ni bien se dieron cuenta mandaron a un uniformado movilizado en una motocicleta para hacer desalojar del lugar al reportero gráfico.

En Mendoza, Argentina, donde practicó durante las dos semanas previas, la labor era precedida en el mismo escenario por una conferencia de prensa. Después, la sesión podía ser cerrada o abierta. En Viña, por disposición del entrenador, ya no hay atención a la prensa en la cancha del entrenamiento y ésta se hace en otro horario en el hotel de concentración. O sea, los periodistas están obligados a ir de un lugar a otro. Y las distancias son enormes…

Cuando terminó la tarea, Soria dejó el “búnker” en un vehículo privado de la organización y solo saludó a los pocos periodistas que estaban afuera. Tres jugadores asistieron a la conferencia de prensa, además asignados por la propia selección. El resto se quedó en sus habitaciones.

También en el hotel hay un fuerte resguardo policial. No hay caso ni de acercarse a otro sitio que no sea el “corredor” asignado a la prensa para entrar y salir del lugar, siempre y cuando exista una autorización. Los jugadores están prohibidos de tener contacto con los medios, a no ser que sean asignados a la conferencia. No pueden dar detalle alguno del trabajo que se efectúa.

Javier Silva, jefe de Prensa de la selección nacional, dijo que se trata de una disposición técnica “respetando una planificación hecha con anticipación” y que está previsto que así será toda la semana. El viernes, en Argentina, ya no hubo contacto con el periodismo. El sábado, tras la derrota ante Argentina (5-0) en San Juan, solo hablaron Soria y el golero Romel Quiñónez. El domingo, la delegación llegó en silencio, primero a Santiago y luego a Viña del Mar.

Ricardo Pedriel, Edemir Rodríguez y Leonel Morales, rompieron el silencio anoche en la conferencia. Poco o nada dijeron. Según Silva, hoy la práctica será a puertas abiertas solo en los primeros 15 minutos, sin atención a la prensa. Después, todos los que no sean integrantes del seleccionado serán invitados a desalojar el lugar.

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