A pesar de que la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) certificó que el dinero de la recaudación del partido jugado el 6 de abril entre Bolivia y Brasil en Santa Cruz iba en beneficio de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), tanto para el Ministerio Público como para el juez de la causa hay indicios de estafa agravada.
Si bien fue programado con anterioridad al deceso del joven Kevin Beltrán, víctima del impacto de una bengala en el partido de Copa Libertadores entre San José y el brasileño Corinthians jugado en febrero en el estadio Jesús Bermúdez de Oruro, la FBF utilizó este suceso con la finalidad de atraer más al público por supuestamente ser un encuentro deportivo con fines benéficos.
El entonces “presidente de la Federación Brasileña de Futbol (sic.) en consonancia con lo declarado por el presidente de la FBF, don Carlos Chávez, quienes indicaban que se confirmó el partido y que éste tendría un carácter benéfico, es decir, según notas de prensa cuyas fuentes son los máximos titulares federativos de ambos países, este partido iba a ‘servir para ayudar económicamente a la familia del joven Kevin Beltrán’ y esta declaración pública que en términos jurídicos se constituye en una promesa en favor de terceros, configura la probable participación del imputado en el delito de estafa agravada”.
“Según la carta acordada entre los presidentes de la FBF y la CBF, éste iba a ser un encuentro benéfico donde la CBF iba a beneficiarse de los derechos de la televisación y la FBF con el ingreso económico de las entradas, en cuyo mérito, conocía la FBF que la ganancia le iba a beneficiar y a pesar del propio atractivo del partido, añaden publicitariamente un atractivo adicional para captar más hinchas, y ese anzuelo emocional estaba ligado a la reciente muerte de un joven boliviano hincha del fútbol como emergencia de la violencia deportiva”.
Por ello una parte del público tomó “la decisión de realizar un acto de disposición patrimonial al adquirir sus entradas para el partido, pensando que, con ese pago iban a coadyuvar en parte con el resarcimiento del daño moral causado a la familia de este hincha del futbol víctima de la violencia deportiva, es decir, que el señor Carlos Chávez, con este anuncio público y a sabiendas que la recaudación en sí ya beneficiaba a la FBF, logra incrementar la expectativa de la población para obtener mejores ingresos de la FBF, que según los documentos presentados era la beneficiaria económica del evento”.
Sin embargo, “sucede que a pesar de tal artificio publicitario que incide en la decisión de los espectadores del fútbol, hasta la fecha no se ha donado ningún monto de dinero a la familia supuestamente beneficiaria como lo acredita la declaración del padre del joven Kevin Beltrán y, por lo tanto, ese artificio publicitario ha servido para que muchos hinchas de los miles que han asistido, exteriorizando sus valores de solidaridad, hayan vanamente erogado montos de dinero en la creencia del fin benéfico del evento sin que se haya cumplido tal”.
La prueba aportada por la defensa, la carta de la CBF, en la cual alerta de una supuesta distorsión informativa de la noticia, sugiriendo que ése no sería el fin pretendido por el partido, “únicamente trasciende en lo privado y no logra aclarar públicamente lo que, según los reportes de prensa, él señala expresamente, es decir, su declaración en sentido de que la recaudación del partido iba a beneficiar a la familia del joven Kevin Beltrán”. Ése es “un indicio suficiente para acreditar la probabilidad de autoría sobre este delito agravado habida cuenta de que las personas que adquirieron boletos en esta creencia son miles”.
Los datos
De la CBF
En defensa de Carlos Chávez fue presentada una carta de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), que alertó de una supuesta distorsión informativa en relación a que el partido no era para un fin benéfico, sino que la FBF podía disponer de la recaudación.
De la CBF
Según el juez, esa carta únicamente trascendió en lo privado y no logró aclarar públicamente lo que, según los reportes de prensa, declaró Chávez, de que la recaudación del partido iba a beneficiar a la familia Beltrán.
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