“Carlos Chávez estuvo una década en la Federación y se niega a dejar el cargo porque creo que piensa que tiene que eternizarse. No hace esfuerzos para facilitar y ayudar a que el fútbol tenga otro rumbo y así todo será más de lo mismo”, aseguró bastante preocupado.
“Después de 10 años no puede haber un cambio de la noche a la mañana pero las mejoras van a llegar. Ni siquiera deciden (los dirigentes que están aprehendidos) quién será el técnico y así no va a cambiar la suerte de la selección pero lo importante es iniciar el cambio, lograr un nuevo derrotero y sacarlo del ostracismo en el que lo dejó Chávez. Van a llegar las mejoras pero va a llevar un tiempo. Hay que tener paciencia y no esperar milagros”, aseguró.
El presidente expresó su preocupación porque, por la aprehensión de Carlos Chávez, quien también es tesorero de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CSF), Bolívar puede tener problemas para recibir el dinero por su participación en la Copa Sudamericana. “Vamos a tener problemas pero debemos saber enfrentarlos. Lo importante es que Wálter Zuleta vuelva de España lo antes posible y pida la documentación de la Federación para empezar a trabajar, para solucionar los problemas que dejó el señor Carlos Chávez”. Los dirigentes ligueros están analizando aprovechar la próxima fecha FIFA y gestionar un partido amistoso para la selección en septiembre. “La liga podría convocará a una reunión de la comisión de selecciones para aprovechar esa fecha. Ahora es importante tomar medidas urgentes y apostar por la continuidad de Mauricio Soria porque ya conoce al equipo. Desde su nombramiento hubo decisiones erradas y ningún técnico podrá tener por lo menos 10 días de trabajo y menos jugar con equipos fuertes. Los dirigentes saben por qué lo eligieron (al técnico Soria) pero ya trabajó con el equipo y la única alternativa factible para las próximas fechas es Soria. Traerlo a “Pep” Guardiola sería lo mismo porque no podría juntar a todos los jugadores. No hay más alternativas, debe seguir él”.
El dirigente académico expresó su confianza en que, a partir de ahora, el fútbol boliviano empezará a mejorar, siempre y cuando haya una transformación desde las estructuras porque las mejoras no pasan solo por cambiar a las personas, en este caso, a los actuales dirigentes.
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