El presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Carlos Chávez, irá a la cárcel con detención preventiva, mientras que su secretario ejecutivo, Alberto Lozada, sale libre con medidas sustitutivas (arresto domiciliario, tiene arraigo y deberá depositar una fianza personal y económica de 150 mil bolivianos). Ambos fueron detenidos el viernes pasado cuando se presentaron a declarar en la Fiscalía de Sucre.
El líder del fútbol boliviano es acusado por los supuestos delitos de organización criminal, legitimación de ganancias ilícitas, uso indebido de influencias, beneficios en razón del cargo, delitos tributarios y estafa con la agravante de víctimas múltiples. Mucha tensión se generó en las afueras del Tribunal de Justicia de Chuquisaca tras conocerse la determinación de la justicia boliviana.
Este martes, el juez Quinto de Instrucción en lo Penal, Roberto Valdivieso, dictaminó la resolución en la que ordenó que Chávez se defienda desde la cárcel, mientras dure el proceso investigativo. La audiencia de medidas cautelares en la que comparecieron ambos dirigentes, duró más de 14 horas entre el lunes y martes.
En esta jornada, llamó la atención la declaración del español Xabier Azkargorta en calidad de testigo. El exentrenador de Bolívar y de la selección nacional se presentó en Sucre a requerimiento de la defensa de Carlos Chávez.
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