Por segunda vez, la Fiscalía General del Estado allanó ayer las oficinas de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) y secuestró documentación dentro de la investigación de oficio que lleva adelante contra dirigentes del fútbol, a quienes acusa por varios delitos.
Como ya lo hizo hace días en el edificio central de la FBF, en Cochabamba, ayer procedió a efectuar similar operativo en las oficinas de Santa Cruz, ubicadas en la propiedad de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano. “No es una intervención. Nos pidieron una reunión y se trata de eso”, declaró el tesorero de la FBF, Wálter Zuleta.
En realidad, la comisión de fiscales que investiga la supuesta corrupción de dirigentes allanó el lugar y se llevó tres ordenadores con sus respectivos procesadores (CPU), una máquina portátil, tarjetas, una memoria digital y varias cajas de documentos. El operativo fue encabezado por el fiscal Iván Montellanos, quien llegó a las oficinas de la Liga acompañado por un equipo del Ministerio Público.
Dentro del caso, el presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Carlos Chávez, cumple una detención preventiva en el penal de Palmasola, de Santa Cruz. Lo mismo pasa con el secretario ejecutivo, Alberto Lozada, en el mismo recinto; y con el exvicepresidente Jorge Justiniano y el exsecretario general Pedro Zambrano en las cárceles de Cobija y Trinidad, respectivamente.
Todos ellos son acusados por el Ministerio Público de haber cometido delitos de legitimación de ganancias ilícitas, organización criminal, uso indebido de influencias, beneficios con relación al cargo, delitos tributarios y estafa con agravantes con víctimas múltiples.
De acuerdo con la Fiscalía General del Estado se ha procedido al allanamiento debido a que los dirigentes que son investigados no entregaron la documentación que en su momento se les había requerido. El grupo de funcionarios de la Fiscalía tardó unas horas en llevar adelante el allanamiento.
“Estamos procesando la información. Dentro de las auditorías forenses que realizamos fueron más de 22 cajas con documentación secuestrada en Cochabamba, a partir de esa información la comisión tendrá mayores elementos para emitir requerimientos que corresponden”, dijo Ramiro Guerrero, fiscal general del Estado, quien ayer estuvo en Cochabamba atendiendo otros asuntos legales.
La autoridad insistió en que la medida obedece a que la dirigencia no entregó la totalidad de los documentos solicitados en su momento: “requerimos información del manejo contable, documentos administrativos y financieros que no entregaron en su totalidad. Hubo fotocopias simples, información parcial, reiteramos el pedido en segunda y tercera oportunidad, y como no había respuesta la comisión determinó hacer estos allanamientos”, agregó. Guerrero recordó que el miércoles la Fiscalía ordenó la aprehensión internacional contra cuatro hijos de Alberto Lozada, debido a que tiene pruebas de que dineros de la FBF fueron depositados en sus cuentas particulares.
“Estamos investigando los hechos que han existido, actos delictivos de personas, no es a la FBF como tal, sino a las personas independientemente de sus cargos, ellas deben responder por los ilícitos que hubiesen cometido”, anotó Guerrero. El miércoles, el fiscal indicó que “se van a realizar otros allanamientos, más citaciones, otras declaraciones en los próximos días para que podamos ir cerrando por lo menos la primera etapa de la investigación”.
Zuleta acusa a la prensa de ‘vendida’
Ramiro Siles
El tesorero de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Wálter Zuleta, sindicó ayer de “prensa vendida” a varios periodistas de Santa Cruz que instantes antes le entrevistaron cuando llegaba a las oficinas en el edificio de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano. Los periodistas le consultaron por la presencia en el lugar de personeros del Ministerio Público que procedieron a hacer un allanamiento en los ambientes de la Federación de fútbol.
Cuando le preguntaron si se trataba de una intervención, el dirigente respondió: “No señor, no es intervención, tienen que cuidar los términos, no generen cosas que pueden legalmente ser usadas en contra de la propia Federación”.
Para él no se trató de intervención ni allanamiento: “Nos han pedido una entrevista y estamos entrando a hablar”. Un periodista hizo un comentario: “Esto es intervención”. Zuleta, desde adentro del ascensor, le acusó: “Vendido”. Luego, exclamó: “Prensa vendida”.
El directorio del Círculo de Periodistas Deportivos de Bolivia (CPDB) se pronunció mediante una carta dirigida a Zuleta: “Hemos sido sorprendidos por las declaraciones agraviantes que usted vertió a periodistas que realizaban su trabajo en las oficinas de la Liga. Acusó a todos como ‘Prensa vendida’ en respuesta a la interrogante de si la irrupción del fiscal Iván Montellano a las dependencias de la FBF era considerada como una intervención”.
“Lejos de mantener la postura de un dirigente que debe transmitir sabiduría en sus actos, equilibrio emocional y madurez personal, reaccionó como un individuo carente de formación integral: insultó antes que explicó”. No es la primera vez que Zuleta se refiere al trabajo periodístico. El mismo CPDB ya le pidió que explique por qué involucra a los periodistas en supuestos episodios irregulares. Él solo respondió con evasivas.
El círculo no pide una rectificación sobre lo que ha dicho. “Ahora demandamos que demuestre quiénes son la ‘Prensa vendida’. Demuestre como hombre de bien que lo que ha dicho tiene sustento”. Tras el incidente, Zuleta no volvió a aparecer públicamente durante la jornada, que se cerró con el anuncio de la contratación de Julio César Baldivieso como nuevo seleccionador nacional.
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