La reciente convocatoria del técnico Julio Baldivieso para el trabajo de la Selección Nacional con miras al debut de Bolivia en las eliminatorias pateó el tablero del fútbol nacional por su configuración y las señales que envía en un momento polémico.
Sin embargo, se trata de solo uno de los elementos que marca una era que recién comienza y que aumenta la polémica en el ámbito nacional.
Solo para comenzar, la lista de los 30 elegidos preliminarmente por Baldivieso prescindió de los automarginados Ronald Raldes y Marcelo Martins, dos símbolos de la Verde en la última década.
La renuncia de ambos y los reclamos de Pablo Escobar, Juan Carlos Arce (ambos fuera de la reciente convocatoria), Alejandro Chumacero y Romel Quiñónez, desató una pulseta entre jugadores y técnico que se trasladó a los medios, las redes sociales y la opinión pública.
La razón del descontento, según los futbolistas, se remite a otro hecho por el que Baldi incomoda en la selección: los dardos que lanzó el DT sobre los jugadores que fueron parte del humillante 7-0 de Argentina sobre Bolivia en el patético amistoso de hace casi dos semanas en EEUU. Dijo que faltó compromiso, hasta orgullo en algunos y que únicamente serán convocados quienes sientan el privilegio de vestir la Verde. “Pero las puertas de la selección están abiertas a todos”, dijo Baldivieso.
Los jugadores respondieron que hay temas que no deben mediatizarse y deben hablarse únicamente en camarines.
Pero algunos dirigentes y el mismo técnico señalan que la cadena de renuncias y reclamos obedece a un complot gestado desde Palmasola, por la dirigencia revocada de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF). “Hay intereses claros por desprestigiar por parte de dirigentes que ya son historia”, dijo Wálter Torrico, secretario general de la FBF, quien sugirió también que detrás de las acciones de los futbolistas existe un tinte regionalista, en referencia a una supuesta confrontación entre oriente y occidente del país por el control del balompié nacional.
Es ahí donde implícitamente se produce un nuevo golpe del técnico a la tradicional estructura del fútbol boliviano. Pese a que se sabe que completará la convocatoria, dejó fuera a jugadores extranjeros naturalizados bolivianos, así como a los bolivianos que juegan en el exterior.
Pero el mensaje de fondo es formar la Verde sobre la base de The Strongest (6 convocados), Bolívar (5), Wilstermann (5) y Spor Boys (4), dejando relegados a los dos tradicionales cruceños Blooming y Oriente, cada uno con 3.
La polémica arde en las redes y Erbol señala que lo hace en favor del DT, pero esto recién comienza.
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