Debido a una lesión en la muñeca de la mano derecha, el guardameta cruceño Rómel Quiñónez se convirtió en la primera baja de la selección boliviana de fútbol que ayer inició su preparación para el juego debut de la eliminatoria mundialista, contra Uruguay (8 de octubre, en La Paz).
Quiñónez sufre de una pequeña fractura en el hueso escafoides, de la muñeca derecha, según informó el médico del club Bolívar, Guillermo Aponte, quien se comunicó con la Federación Boliviana de Fútbol para que el guardameta se realice unos estudios de resonancia para saber la gravedad de su lesión.
Según Aponte, el tiempo de recuperación del portero cruceño será de entre cuatro a seis semanas, es decir, se perderá los dos cotejos de Bolivia en la eliminatoria rumbo a Rusia 2018, frente a Uruguay y Ecuador (13 de octubre). Además, Quiñónez no podrá jugar varios partidos con su club, Bolívar, en la Liga.
Tras conocerse de la lesión de Quiñónez, el seleccionador boliviano Julio César Baldivieso se comunicó de inmediato con Daniel Vaca quien aceptó retornar a la Verde y es posible que sea el portero titular contra Uruguay debido al buen momento que pasa y a la experiencia que acumuló en los últimos años.
Vaca se hizo presente al primer día de trabajo de la Verde, que se cumplió en el estadio de la zona de Calacoto, se lo notó contento con el grupo de trabajo y compartió con los otros dos guardametas llamados, Carlos Emilio Lampe (Sport Boys) y Gustavo Salvatierra (Wilstermann).
“Me gustaría ser titular, es lo que más anhelo, acumulé mucha experiencia”, dijo Daniel Vaca antes de iniciar su primera práctica a las órdenes de Baldivieso.No será una tarea fácil para el guardameta de 36 años, aún está fresco el recuerdo del 7-0 en Houston, ante Argentina, un episodio que el portero atigrado desea borrar con una buena actuación en los juegos contra Uruguay y Ecuador, si Baldivieso lo toma en cuenta.
Otros jugadores bajo observación médica son el lateral cochabambino Jair Torrico, por un esguince, el defensor brasileño naturalizado boliviano Fernando Marteli, por una dolencia muscular, y el mediocampista paceño Raúl Castro quien pasa por un cuadro de resfrío. Cada uno cumplirá un tratamiento particular.
Los problemas se incrementaron en el elenco boliviano en su inicio de trabajo para los compromisos de las clasificatorias mundialistas, el club Panetolikos, de Grecia, cambió de director técnico y el nuevo entrenador pidió que Danny Bejarano se quede estos días para jugar el fin de semana.
Sin Bejarano disponible, el seleccionador boliviano analizó sobre quién sería su reemplazante y encontró a Jhasmani Campos, jugador del Kazma, de Kuwait, como el indicado.
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