El guardameta de The Strongest Daniel Vaca se incorporó de inmediato una vez que le comunicaron la decisión del entrenador, y ya trabajó por la tarde con el resto, mientras que el otro llamado es Jhasmani Campos, del Kazma Sporting Club de Kuwait, cuya fecha de arribo al país todavía no está confirmada y se definirá hoy, una vez se ponga de acuerdo con la FBF por las combinaciones aéreas que debe tomar.
De las dos, la baja más sentida es la de Romel Quiñónez, titular en el último tiempo en la custodia del arco de la Verde, quien fue desafectado debido a una lesión en una muñeca que incluso requiere de una intervención quirúrgica. El futbolista de Bolívar acusa la lesión desde hace semanas, aunque continuó jugando. Incluso estuvo en el arco el domingo, frente a Wilstermann en Cochabamba; sin embargo, para actuar fue infiltrado.
Luego de ser sometido a una resonancia magnética ayer por la mañana, a la que lo acompañó el médico de su club, Guillermo Aponte, la noticia fue la que menos esperaba. Cuando ambos jugadores retornaron al hotel de concentración del seleccionado, ninguno quiso hacer declaraciones. Ahí ya se notaba que algo andaba mal.
Fabián Pacheco, médico del seleccionado, informó que el diagnóstico es una fractura crónica del hueso escafoides de la mano derecha: “No sé por qué no se le hizo oportunamente el tratamiento. Después de la resonancia magnética hecha esta mañana, he sugerido una intervención quirúrgica”.
La situación de Bejarano es diferente. El mediocampista quedó al margen debido a que su club no mostró predisposición para cederlo antes de lo que establece la norma.
El Panetolikos, que perdió su último partido 5 a 1, cambió de entrenador y el nuevo solicitó que no se vaya ningún jugador antes del próximo encuentro, programado para el sábado —dentro de los cinco días previos que manda la norma FIFA—. Debido a ello, Baldivieso decidió renunciar a la posibilidad de contar con Danny Bejarano y optó por llamar a Campos.
Los datos
Alternativa
El médico peruano Darío Rodríguez (Hospital Nacional de Lima) se contactó con La Razón e indicó que Romel Quiñónez puede curarse más rápido con ondas de choque de alta energía.
Método
Consiste en dar las ondas, que es externa e indolora, una o dos veces por semana. Explicó que en un mes puede jugar.
Moderno
La tecnología es moderno y se utiliza también en lesiones de músculos.
Recuperación del golero será larga
La lesión que sufre Romel Quiñónez tardará en sanar unos dos meses, por tanto es improbable que pueda llegar a los partidos que la selección jugará en noviembre por las jornadas tres y cuatro de las eliminatorias mundialistas, ante Venezuela en La Paz y Paraguay en Asunción. Esos lances fueron programados para el 12 y 17 de noviembre, respectivamente.
El médico del seleccionado, Fabián Pacheco, sostuvo que una vez que el futbolista sea operado “tardará entre siete y ocho semanas en recuperarse” y se animó a decir que no podrá estar en ninguna de las fechas premundialistas de este año, aunque con una mínima probabilidad para que reaparezca en la última.
Según el médico de Bolívar, Guillermo Aponte, la lesión de Quiñónez data de cuando estuvo concentrado en julio con la selección que disputó la Copa América. El guardameta jugó infiltrado el último partido de Bolivia en ese torneo, frente a Perú, por los cuartos de final. Aponte se quejó porque la FBF no informó acerca del tratamiento al que el guardameta fue sometido.
“Lo infiltraron en la selección, incluso jugó así y el medicamento o corticoide dura mucho tiempo, por ello desde entonces estuvo sin síntomas hasta que recién éstos aparecieron”. Explicó que el jugador fue sometido a estudios “en base a una ecografía y no arrojó nada más que una tendinitis en la articulación dañada”. Bolívar no definió hasta ayer cuándo y dónde será operado el futbolista.
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