Los seleccionados ecuatorianos aseguraron ayer que dieron la vuelta a la página tras la victoria por 0-2 sobre Argentina y que ya piensan en el partido del próximo martes contra Bolivia, en Quito, por la segunda jornada de las eliminatorias sudamericanas del Mundial de Rusia 2018.
“A pesar del lindo momento tras el triunfo sobre Argentina, tenemos los pies bien puestos sobre la tierra, los aficionados que sigan disfrutando, porque nosotros ya estamos pensando en el siguiente rival”, señaló Frickson Erazo a los periodistas.
Erazo, autor del primer gol ante Argentina, añadió que jugarán contra Bolivia “con la misma responsabilidad que encaramos a Argentina. Debemos mantener la serenidad para seguir el proceso”, comentó.
Erazo reconoció que “Bolivia es un equipo que también saldrá a pelear un billete para el próximo Mundial, por lo que saldremos a jugar con cuidado y a tratar de imponernos de local, donde Bolivia no sentirá los efectos de la altura”.
El partido se efectuará el próximo martes en Quito, sede de Ecuador para las eliminatorias sudamericanas, a 2.850 metros sobre el nivel del mar.
Pedro Quiñónez, que salió lesionado anoche en el segundo tiempo expresó que se ha descartado que sea una lesión grave. “Espero bajar la inflamación y poder estar listo para el equipo, pero si me toca daré un paso al costado para que otro compañero juegue”, indicó.
Quiñónez precisó que “en el fútbol nada está dicho, no hay rivales fáciles, eso nos hará cuidarnos más, prepararnos más, saber que en nuestros hombros está el peso de todo un país y de nuestras familias”.
El portero Alexander Domínguez, indicó que “lo conseguido en Argentina fue muy lindo, nos habíamos preparado para esta clase de resultado desde hace mucho tiempo”.
EFE
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