El resto de los clubes ligueros —exceptuando Bolívar gracias a su relación con BAISA SRL, que pone el dinero— también sufre apuros, aunque en menor medida porque la situación está controlada.
Uno de los casos más preocupantes es el de San José, una de las instituciones deportivas más queridas de Bolivia y representativa de Oruro. Ayer, sus socios, que hicieron una vigilia, impidieron que el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) proceda a rematar su sede. Eso no queda ahí, los funcionarios de esa entidad regresarán en cualquier momento para hacer cumplir lo que manda la ley.
El club santo tuvo su época dorada cuando Florencio España era el presidente. Había estabilidad, con o sin buenos resultados. Hoy, ni directorio tiene, pues los dirigentes que estaban renunciaron temiendo lo peor.
San José carga una deuda cercana al millón de dólares, según el informe del expresidente Iván Ramos, quien sostuvo que en los tres meses que estuvo pagó una parte, pero aún hay montos altos por cubrir. Lo que más lamenta es que el expresidente Wálter Mamani le haya iniciado un juicio al club.
Mamani está por ganar el proceso en la justicia ordinaria para recuperar $us 624.000 que —según su postura— San José le debe. “Pagarle esa plata sería la quiebra económica del club, un tiro de gracia a su existencia. Él dijo que está bien asesorado y que va a recuperar el dinero que invirtió, pero no dice cómo lo administró”, protestó Ramos.
En Santa Cruz, aunque con matices diferentes, desde 2011 Blooming arrastra una deuda que no se acaba, eran 3,3 millones de dólares, que fue disminuyendo. Pero ahora la entidad encara una primera audiencia de remate de su sede prevista para el 18 de noviembre por $us 350.000, por una deuda a la Cooperativa Jesús Nazareno.
El asesor legal de Blooming, Jerjes Justiniano, informó que por ahora no llegó ninguna notificación directa al club, pero que efectivamente la entidad tiene un proceso judicial, ante el cual está asumiendo su defensa.
“Vamos a acudir a todas las instancias posibles para evitar el remate y encarar otras posibilidades de pago”, explicó el abogado. Cuando la actual gestión de Erwin Peredo asumió el mando se encontró con que debía cinco planillas de sueldos a jugadores y cuerpo técnico; además, había deudas por impuestos (IVA e IT), por unos 5.000.000 de bolivianos.
“De los $us 3,3 millones de deuda ya hemos pagado como un millón, pero siguen apareciendo otras cosas que complican. Y no se olviden que tenemos la planilla actual que encarar”, según Esteban Molina, secretario general del club. Hizo alusión a que recién el plantel amenazó con no jugar por la falta de pago.
En la Villa Imperial, Real Potosí también carga la más pesada de sus deudas de los últimos años, al punto que no hay quién asuma la presidencia. Sin una cabeza visible, el club adeuda entre tres y cuatro meses de sueldo y sobrevive con el aporte de cuatro dirigentes que sacan recursos de donde pueden.
“Tenemos dos deudas pesadas, un millón de bolivianos a impuestos y cerca de $us 300.000 a exjugadores. No consignamos deudas a terceros, que es otro monto, porque fueron préstamos personales a expresidentes. Estamos en un momento alarmante que puede derivar en todo, incluso en la propia desaparición del club”, dijo Rodolfo Mamani, secretario general del club.
Los datos
Vigilia
Al menos medio centenar de hinchas de San José se apostaron en la sede para evitar el remate. Por ahora lo lograron porque no ingresó nadie.
Apelaciones
Los abogados de Blooming hicieron apelaciones para evitar que avancen los procesos de remate contra su sede.
Indefensos
Los dirigentes denuncian que los jugadores, los árbitros y los entrenadores tienen quienes los defiendan, mientras que los clubes, no.
Por cobrar
No todo es deuda, sino que algunos de estos clubes en crisis tiene saldos por cobrar para aminorar. Sin embargo hay sponsors que no pagan.
Ortega dice que clubes generan inflación
“La crisis existente no es porque la Conmebol no nos haya reconocido, sino porque los mismos clubes generamos una hiperinflación, porque priorizamos más el tema de los sueldos a los jugadores antes que el hecho de pagar impuestos”, aseguró Marco Ortega, presidente interino de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) y titular de la Liga.
Para hacer frente a la situación se ha creado una comisión al interior del Comité Ejecutivo liguero para proyectar un plan de salvataje. “Estamos trabajando en una propuesta para presentarla al Gobierno o instancias que correspondan y que sepan la cualidad especial de los clubes de fútbol”, explicó Ortega.
Inicialmente está la idea de que todos los clubes se acojan a un plan racional para pagar los impuestos, paralelamente pedir que los intereses ya no suban, que se aplique un fair play económico y se vea cómo se puede generar recursos. “Debemos tener una propuesta global, porque de lo contrario no sé si algunos vamos a llegar a fin de año”. El presidente sostuvo que en vez de estar peleando entre dirigentes se debe aunar esfuerzos para trabajar.
Poco público va al estadio
Sin respaldo
Los dirigentes de Blooming, Real Potosí y San José coinciden en que la afición ya no apoya. “Si tuviéramos un promedio de asistencia de 10.000 espectadores se recaudaría media planilla”, dijo el bloominista Esteban Molina.
Techo salarial
Ante la crisis económica, Blooming definió desde esta temporada una escala salarial con topes económicos para no excederse en su presupuesto. Ningún jugador de la actual plantilla gana más de $us 6.000, incluido el argentino Hugo Bargas.
Sede
Blooming cuenta con una sede de diez hectáreas ubicada en el octavo anillo en Santa Cruz, en la que solo el terreno cuesta $us 10 millones. Con la estructura su precio es mayor.
Se pagó a Clausen
En un año y medio Blooming pagó en diversas cuotas a su exentrenador Néstor Clausen, quien ganó una demanda por $us 60.000, la cual fue asumida por la actual directiva de Erwin Peredo.
En la cárcel
Dos dirigentes de club están en la cárcel, pero no por cuestiones de sus clubes. Kurt Reintsch de The Strongest y Gróver Vargas de Wilstermann. El segundo continúa siendo el presidente.
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