Zamorano: “Es difícil encontrar otro como Martins”

El gran goleador que tuvo la selección chilena y el Real Madrid, entre otros equipos, estuvo en Bolivia. Iván Luis Zamorano, ya con 48 años, vino invitado a un partido de exhibición por la Fexpocruz, gracias a los contactos de su amigo, Álvaro Peña. Aprovechando su estadía, uno de los mejores cabeceadores para muchos que tuvo el fútbol mundial, habló de la selección de su país, a la que considera una de las favoritas para ir al próximo Mundial; de Bolivia, de la que no encontró explicación de algunas ausencias, como la de Marcelo Martins; y de la extinción de los 9.

Disfrutó bastante de su visita y destacó que fue importante enfrentar junto a un combinado chileno a los exjugadores nacionales que lograron la clasificación al Mundial de EEUU 94. Zamorano, que desde hace siete años trabaja dando charlas motivacionales, fue claro al afirmar que en la actualidad no encuentra una figura con liderazgo en la ‘Verde’ y que la altura gana partidos, pero con planificación.

¿Cambia el panorama en las eliminatorias sudamericanas con el título de Copa América 2015 que logró Chile?
Desde el punto de vista de campeón de la Copa América claro que cambia. Para Chile es una inyección anímica, moral, de fe, de ilusión y de confianza para afrontar las próximas eliminatorias. Lo que no cambia en absoluto es desde el punto de vista de los resultados, pues siendo campeón no vas ganar los partidos que se vienen, sino que hay que seguir trabajando y planificando. Hay que continuar esforzándose en busca de esa identidad que tiene Chile, esa filosofía futbolística que adquirió con el entrenador Jorge Sampaoli. De esa manera vamos a demostrar con creces que la Roja tiene la capacidad para jugar el próximo mundial.

¿La Roja cambió radicalmente para ser campeón?
Siempre tuvimos grandes jugadores a lo largo de la historia, con los Elías Figueroa, Carlos Caszely, Carlos Reinoso, Leonel Sánchez y Marcelo Salas. Hoy en día lo que cambia es que Chile tiene una gran generación de futbolistas. Eso hace que no haya solo un jugador como yo o como Salas, al contrario hay un montón que juega en el extranjero, que transmite su experiencia a la selección. Jamás se ha visto una generación tan exitosa como esta de Chile. Nunca se había visto que tantos jugadores estén en el extranjero, en alta competitividad y en grandes equipos. Todo ello ayuda, cuando pones a un entrenador que tiene la cosas claras, que es un tipo trabajador y profesional, que cuenta con una filosofía futbolística súper adaptada. También aporta la credibilidad que hay para que los jugadores se adapten. Acá la palabra conformismo hay que excluirla totalmente para buscar la posibilidad de poder jugar el próximo mundial.

Se inician las eliminatorias sudamericanas en tres días, ¿quiénes son tus favoritos para ir al próximo Mundial de Rusia 2018?
Los mismos de siempre, aunque esta vez se sumó Brasil que no jugó las eliminatorias pasadas. También es un gran favorito Argentina porque tiene al mejor jugador del mundo. Por muchos factores, Uruguay, por lo que significa su historia siempre es protagonista. Los colombianos que han subido mucho su nivel de juego, y están en deuda por cómo les fue en la Copa América 2015, y que por ello van a querer demostrar con creces en estas eliminatorias que pueden ser parte de la próxima Copa del Mundo. Chile, por supuesto, tiene que estar porque somos los campeones de la Copa América.

¿Chile es favorito para ganar las eliminatorias o para clasificarse?
No para imponerse, pero si para clasificarse. Creo que Chile está para estar en el Mundial, aunque si bien es cierto que ganar las eliminatorias es el objetivo, uno tiene que ser consciente de que los encuentros van a ser difíciles. Después hay un grupo como los paraguayos, peruanos y bolivianos, que de alguna manera van a pelear el pase. Hoy en día, los encuentros no se ganan con la camiseta, ni con la historia, hay que jugarlos.

¿Cómo vez a Bolivia?
Hay un periodo de transición, con problemas futbolísticos, administrativos, de gestión y de directivo. Me parece que hay proceso de grandes cambios. Creo que en esta crisis que está viviendo, Bolivia debe encontrar la oportunidad de cambio, aunque sin grandes jugadores, como Marcelo Martins, que no se qué problema tiene con el DT Julio César Baldivieso.

¿Ves jugadores que puedan reemplazar a los ausentes?
Sin lugar a dudas que Bolivia no es un país donde se levante una piedra y salga un jugador de la importancia de Marcelo Martins, por ejemplo, y de los otros que han renunciado a la selección. Creo que estos procesos requieren tiempo, comprensión y disciplina.

En este momento, ¿a qué figura de la selección boliviana podrías nombrar?
Martins es lo que más se conoce, es difícil encontrar otro con su liderazgo. A lo mejor buenos jugadores puede haber muchos, pero no con liderazgo, que es importante en un fútbol tan específico como el boliviano.

¿Cuál es tu consejo para que en el futuro haya más jugadores como Martins?
Hay que empezar a trabajar desde la base para que el día de mañana pueda salir una nueva generación.

¿Qué tan decisivo es trabajar en las menores?
Para mí es fundamental. La formación hoy en día se ha transformado en una necesidad única para tener éxito en un futuro. En Chile tuvimos la suerte de contar con una maravillosa generación y estamos recibiendo los réditos de ese trabajo que se hizo en su momento. Por ello recalco que el tema formativo a la hora de poder sacar buenos resultados forma parte fundamental en cualquier país.

¿Crees que la altura gana partidos?
Si se trabaja bien, el factor altura de ciudad de La Paz se lo puede aprovechar al máximo, como para sacarle réditos y hacer una buena clasificatoria. Con ello ratifico que la altura gana encuentros, pero lo que no puede hacer es ganar la posibilidad de ir al Mundial. Yo jugué en La Paz y se lo que significan los 3.600 msnm, aunque nunca perdí en el Hernando Siles cuando integré la selección chilena.

¿Qué tanto cuesta sacar puntos en la altitud?
A lo mejor nosotros, los chilenos, estamos más acostumbrados a jugar allí, pero cuesta. A los argentinos y brasileños le cuesta mucho más. Pero, repito, la altura gana partidos, y mucho más si te comprometes con una planificación y un estilo de juego. Para obtener una clasificación al Mundial hay que hacer mucho más, como la que se hizo en su momento para que Bolivia llegue al Mundial de Estados Unidos 1994.

¿Qué pensás que pasó con Bolivia tras 1994, pues nunca más se llegó a un Mundial?
No sé, pero por ejemplo en Chile también hubo muchos cambios antes de que llegara un tipo como el entrenador argentino Marcelo Bielsa, que revolucionó el fútbol chileno. Se necesita un poco de tiempo, paciencia y sentarse a planificar y hacer una nueva estructura para poder crear un entorno como el que vivieron los bolivianos cuando fueron al Mundial de Estados Unidos 1994. Creo que los Marco Etcheverry, los Álvaro Peña y todos los jugadores de esa época pueden aportar un granito de arena para sacar jóvenes que el día de mañana le pueden entregar éxitos a Bolivia.

¿De tu época, qué delantero boliviano se te viene a la cabeza?
Álvaro Peña ha sido un gran número nueve, como para definir jugadas de mi época. Es un poco más viejo que yo (se ríe), pero fue un gran goleador, que marcó una etapa importante en el fútbol boliviano.

¿Hay bastantes 9 en el fútbol o están desapareciendo?
Los 9 están en extinción. No veo un jugador de área, o que los entrenadores se arriesguen a jugar con un hombre en esta posición. El fútbol ha evolucionado tanto, que en la actualidad se encuentran delanteros que se mueven por todo el frente del ataque. Además los grandes goleadores del mundo ahora no son centrodelanteros. Ni el argentino Lionel Messi ni el portugués Cristiano Ronaldo son 9. Tampoco lo son el sueco Zlatan Ibrahimovic y el inglés Wayne Rooney, por nombrar algunos.

¿No queda ningún 9 ‘neto’?
Se acercan en características de los colombianos Radamel Falcao y Jackson Martínez, que son de área, pero es porque, a lo mejor, en la selección colombiana siguen con esa tradición de contar con ese tipo de jugadores. Los centrodelanteros de antes estaban bien marcados, como los argentinos Gabriel Batistuta y Hernán Crespo, el colombiano Iván René Valenciano y yo.

¿Cuánto saltaba Zamorano para tener tanta fama en el juego aéreo?
Un metro y su poco. Recuerdo que me lo midieron. No sé si hasta la fecha se ha igualado, pero en esa época yo me sentía super cómodo (es considerado uno de los mejores cabeceadores del mundo).

¿Qué críticas le haces al fútbol actual?
Nada. El fútbol ha ido cambiando como lo hace la vida. Uno tiene que adaptarse a lo que es el fútbol moderno, que es mucho más físico y de potencia. En general creo que no cambia mucho y hay dos conceptos básicos de lo que es el fútbol: defender y atacar. Con esos conceptos manejados por un buen técnico, una buena planificación y estructura se pueden lograr éxitos.

¿En 18 años de carrera, que defensor fue el más duro para superar?
Siempre tuve problemas en Italia con Marco Materazzi, un defensor muy fuerte y aguerrido. A mí me gustaba ese tipo de futbolista, y me dedicaba más a pelear que a jugar (risas).
¿Cuál fue el mejor gol de tu carrera, por importancia y por como se dio?
(Piensa algunos segundos) Es difícil porque se me vienen varios a la cabeza, pero creo que hay un antes y un después tras el gol con el que le di el título al Real Madrid en la temporada 1994-95, cuando faltaban tres minutos para terminar el partido. Ese gol marcó una etapa importante en mi carrera como futbolista (Fue el 2-1 ante el Deportivo y el Real Madrid celebraba la corona a dos fechas del final del torneo español).

¿En qué otra posición te hubiera gustado jugar?
No sé qué decirte. Creo que nací 9 y voy a morir 9. Mi padre también utilizaba el mismo número, pues era delantero. Él me traspasó esa pasión. Todo lo que no sea gol lo encuentro en el fútbol muy aburrido y por ello me gustaba el área. Siempre estuve ahí donde las papas queman. Además el gol es la sensación más importante que tiene el fútbol.

¿Por qué Iván Zamorano no fue técnico?
Tengo el curso, el máster FIFA hecho pero no he pensado todavía si a corto o largo plazo me dedico a ello. Como decía anteriormente, todo se tiene que dar de forma natural, yo no exijo absolutamente nada, disfruto con lo que hago, con mis cosas, los proyectos y los desafíos. Y si el día de mañana me decido estar cerca de la cancha y poder transmitir mis experiencias, será extraordinario. Si no se da soy feliz así
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