Lo que pasó en el torneo lo sabe mucha gente. En cambio, no lo anterior. Por ejemplo: la preselección boliviana se concentró desde octubre de 1962 y no lo hizo en un hotel, sino en una clínica de Cochabamba.
Algo similar pasó cuando se trasladó a La Paz para encarar la recta final de su trabajo. El cuartel general fue el Colegio Militar. Eran otros tiempos.
El plantel estaba conformado por futbolistas en su mayoría de clubes de Cochabamba y La Paz. Alguno, de afuera.
Los primeros tres meses de entrenamiento fueron en el valle. El lugar en donde vivía el grupo era la clínica Los Remedios.
“Guardamos bellos recuerdos de esa concentración, donde existió mucho compañerismo. No se olviden, había una preselección de 32 jugadores que ya trabajamos muchos meses antes y luego quedamos 22” en la lista final, recuerda Isaac Álvarez, uno de los arqueros campeones.
¿Quiénes habían sido convocados? Del Club Deportivo Chaco Petrolero, de La Paz, estaban Arturo López, un camireño del Gran Chaco; Eduardo Espinoza y Eulogio Vargas. Además fue citado Abdul Aramayo, años después formador en las divisiones inferiores de Bolívar, y Fortunato Castillo.
Los citados por 31 de Octubre, de La Paz, fueron el profesor Isaac Álvarez (cochabambino) y Hugo Palenque (orureño).
De Municipal: Roberto Cainzo, argentino naturalizado boliviano; Wilfredo Camacho (de Cochabamba) fue el gran capitán; Alberto Tórrez (camireño); y Antonio “Tony” Aguirre (paceño), puntero izquierdo.
De Bolívar: Ramiro Blacut (paceño) y el Maestro Víctor Agustín Ugarte (de Tupiza). De San José, Édgar Quinteros (orureño). Además, de Wilstermann fueron llamados Osvaldo Villarroel, Jesús Herbas, Mario Zabalaga, Ausberto García, Renán López y Máximo Alcócer.
El Club The Strongest aportó con Max Ramírez, Rolando Vargas y Carlos Cárdenas (orureño).
El cuerpo técnico estaba conformado por el seleccionador Danilo Alvim (brasileño), el profesor Sixto Oquendo, quien fue el preparador físico, y José Villazón, kinesiólogo de Wilstermann.
Hubo varios arqueros: Walter Huacho Zamorano, José Issa, Griseldo Cobo, Arturo López e Isaac Álvarez, pero el técnico se decidió por López y Álvarez. “En la clínica Los Remedios trabajamos tres meses. Había respeto entre todos”, rememora Álvarez.
Luego el plantel se entrenó en el Colegio Militar en La Paz, con 23, y después se inscribió la nómina definitiva de 22.
Durante el proceso pasaron muchas cosas: la separación dolorosa del equipo de Griseldo Cobo por razones técnicas, la lesión de Blacut en Paraguay, que al regreso de Asunción a Cochabamba se fue directo del aeropuerto a la clínica.
“Estuve tres días internado. Luego de casualidad me sané con barro, que es un súper desinflamante que me ayudó a mejorar”.
Unos días después, a medianoche, lo internaron de emergencia al Maestro Ugarte por una inflamación de su apéndice.
Eduardo Salcedo es colaborador de Marcas
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