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lunes, 1 de febrero de 2016
Video Wilstermann 2 - 2 Bolivar
La persistente lluvia y el frío en la ciudad quedaron neutralizados con la intensidad y entrega del clásico nacional que terminó igualado (2-2), ayer en el estadio Félix Capriles. Las jugadas de lujo, la gambeta, la energía de los remates y el grito de gol fueron una constante. En la segunda etapa, la batalla llevó al clímax a más de 16 mil espectadores.
Un poncho impermeable, un paraguas o simplemente la silla de plastoformo fueron suficientes para que los hinchas desafíen la persistente lluvia y apoyen a su equipo, contra viento y marea.
El partido cobró mayor emoción y los jugadores apelaron constantemente al juego brusco. Incluso los entrenadores Julio Zamora (Wilster) y Rubén Insúa (Bolívar) tuvieron una discusión en borde del terreno de juego, pero todo terminó con un apretón de manos.
El partido arrancó con un primer tiempo de cálculo entre los rivales y con poco peligro sobre las porterías. La única opción de gol llegó a los 38 minutos con un jugada de tiro libre que terminó fuera del terreno de juego.
A los 44 minutos, la estantería de Wilster se sacudió con la expulsión de su capitán Edward Zenteno, por doble tarjeta amarilla.
El segundo tiempo estuvo cargado de emociones. Bolívar abrió el marcador con un remate cruzado de Iván Borghello, a los 53 minutos (0-1).
Dos minutos después (55), Thomaz Santos de Wilster envió la pelota al fondo de las redes con el arco a disposición, luego de un rebote del portero Rómel Quiñónez, que desvió el remate del debutante Marcos Pirchio (1-1).
Los aviadores no aflojaron el acelerador e incrementaron en el marcador con el cabezazo de Óscar Díaz, luego de un centro medido de Marcelo Bergese, a los 59 minutos (2-1).
Wilster comenzó a cuidar el resultado y Bolívar dominó la pelota generando varias opciones de gol. Rudy Cardozo, con misil desde 30 metros, superó la débil resistencia del arquero cochabambino Gustavo Salvatierra, a los 74 minutos (2-2).
La recta final del partido bajó en decibeles.
Wilstermann: 2
G. Salvatierra
Omar Morales
Enrique Díaz
Edward Zenteno
Juan Pablo Aponte
Cristhian Machado
Iván Huayhuata
Marcelo Bergese
Ronald Segovia
Thomaz Santos
Óscar Díaz
Entrenador:
Julio Zamora
Cambios:
Cuéllar x Segovia; Pirchio x Huayhuata y Vargas x Díaz
Bolívar: 2
Rómel Quiñónez
Ronald Eguino
Nelson Cabrera
Edemir Rodríguez
Erwin Saavedra
Wálter Flores
Luis Rodríguez
Danny Bejarano
Rudy Cardozo
Iván Borghello
Gastón Cellerino
Entrenador:
Rubén Insúa
Cambios:
Arrascaita x Flores; Arce x Saavedra y Maygua x Rodríguez
Goles Wilster: Santos (55’) y Díaz (59’)
Goles Bolívar: Borghello (53’)
y Cardozo (74’)
A Estadio: Félix Capriles (CBB)
A Árbitro: Gery Vargas (ORU)
A Público: 16.491 espectadores
A Recaudación: 426.800 bolivianos
A Expulsado: Zenteno (WIL)
ANÁLISIS
Meritorio empate de Wilstermann
Moisés Revollo
Periodista Deportivo
Cuando parecía que serían más las cáscaras que las nueces, Wilstermann logró un empate frente a Bolivar que no vino a especular, en el mejor partido de la tercera jornada del torneo liguero.
Con ausencias de Suárez, Saucedo, Rodas y Rojas, el entrenador armó el equipo local que tenía la obligación de sumar, pero empezó timorato cediendo la iniciativa a quienes solo les faltó concretar para sentar supremacía, obligando a zagueros como Zenteno a proyectarse, tal la jugada que provocó su injusta expulsión, en otro consabido mal arbitraje.
Cuando parecía que todo se derrumbaba para el aviador, vimos lo mejor de la contienda, en el juego de ida y vuelta de los clásicos adversarios, con cuatro goles bien logrados en pasajes intensos.
Después del gol de Borghello y el debut de Marcos Pirchio, se vio lo mejor de Wilstermann que con solo 10 jugadores se dio íntegro hasta la extenuación, consiguiendo goles Santos y Oscar Díaz, muy celebrados en las tribunas, pobladas por más de 20.000 espectadores.
El gol de Cardozo, que después de intentarlo reiteradamente, sorprendió con su remate de larga distancia a Salvatierra, que crece paulatinamente, pero que preocupa cuando hace uso y abuso del despeje con los puños entregando el balón a la lotería.
Se esperaba un nuevo triunfo de Wilstermann, pero el empate conforma, porque el rival copero, no vino de paseo y a nadie le iba a sorprender si le quitaba el invicto de local.
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