Está tranquilo ante la proximidad del partido de Bolivia con Colombia por las eliminatorias mundialistas, programado para el jueves. Ha dejado atrás los entredichos relacionados con Alejandro Chumacero y Raúl Castro. Como buen jugador que era, trata de esquivar el hablar de Marcelo Martins. Es susceptible por lo que pueda ocurrir a futuro. Y es sensato al decir que hoy por hoy el seleccionador nacional debería ser Eduardo Villegas.
— (R. S.) ¿Estás tranquilo, preocupado, ansioso?
— Estoy tranquilo porque sé que los futbolistas que van a tener el privilegio de jugar contra Colombia van a dejar todo en el campo de juego. En todo caso, la idea del técnico es no equivocarse, porque cuando salen mal las cosas el culpable es el técnico. Pero éste es un proceso: nosotros en el campo de juego tuvimos 28 días de trabajo, contra 10 o 12 años de Colombia que viene de una Copa del mundo (Brasil 2014) y está octavo en el ranking de la FIFA. Y el siguiente partido (de Bolivia) es con Argentina, contra Lionel Messi. Entonces son dos partidos, yo diría, lindos de jugarlos…
— (C. B.) Jugando como local, ¿la mitad de la tranquilidad la dan La Paz y la hinchada?
— Por supuesto. Acá tenemos que hacernos fuertes y, obviamente, apelar al hincha, al boliviano, a quien le ha vuelto a nacer esa ilusión por la selección. A mí me llena de satisfacción saber, por ejemplo, que los taxistas, las señoras, todo el mundo está pendiente de la selección. La gente me para en la calle, eso no sucedía hace mucho tiempo.
— (R. S.) ¿Qué análisis haces de cómo está Bolivia?
— Al día de hoy, la selección boliviana está a un punto de Colombia y a dos puntos de Argentina. No sé si lo estamos haciendo bien o mal. Si nosotros, la selección boliviana, estaríamos acostumbrados a ir a cada mundial, seguramente nuestro trabajo sería malo; pero hace veintitantos años que no vamos, entonces este proceso, esté Baldivieso, esté quien esté, lo idóneo es apoyarlo. Obviamente que me puedo equivocar, soy ser humano; pero mientras tenga vida tengo el derecho de corregir mi errores.
— (C. B.) Y las convocatorias, lo que yo escucho, los informativos deportivos dicen que ‘Chumacero va, no va. El otro viene, Pedrito, Juanito va, viene, le contestó, le dije’. Pero en el trabajo, ¿cómo lo siente?
— Hay un principio universal: usted no puede obligar a nadie a ir donde no quiere, cada quien elige dónde no quiere estar. Hemos hecho la convocatoria, según nosotros, de los mejores futbolistas que tiene el país y que puedan representar a la selección, y entre ellos está Chumacero. Él hablo conmigo, en ningún momento dijo ‘no quiero ir’, él está en la concentración y seguramente se ganará un puesto para jugar el jueves. Con el tema de Castro, hubo muchos dimes y diretes; yo creo que lo único que hubo fue un malentendido entre mi ayudante de campo y Raúl, quien desde ayer está con nosotros. Para mí es difícil contentar a 12 millones de bolivianos, cada quien debe tener su equipo ideal. En todo caso, cuando contratan a un técnico en una selección, en un club, es para que tome decisiones, sean buenas o malas.
— (R. S.) Yendo al tema del partido. Wálter Veizaga estuvo en todos los anteriores cotejos, ¿qué harás ahora sin él?
— Lamentablemente, se ha vuelto a resentir de su lesión. En todo caso hay un principio: nosotros, en La Paz, tenemos que jugar más que el rival, entonces voy a priorizar a los futbolistas del occidente boliviano, y en ese entendido tenemos a Danny Bejarano, de repente a Fernando Saucedo, al propio Castro, Cristhian Machado, creo que pueden rendir no igual, tienen que rendir mejor, porque estas oportunidades no se dan todos los días.
— (R. S.) Ellos son muchos y los días para definir el equipo son muy pocos, así que me imagino que tú ya has reducido esa lista de cuatro a dos, por lo menos.
— El partido de The Strongest en la Copa se jugó el miércoles. Lunes, martes y miércoles no hemos podido contar con ellos, el jueves se han presentado y ayer (por el viernes) los hemos recuperado. Todos, absolutamente todos, están muy agotados. Tengo dos días para hacer fútbol y para definir el equipo que va a jugar nada más y nada menos que contra Colombia, a mí me parece que es muy poco para lo que somos como Bolivia. Pero si el resultado no es el que queremos, seguramente el malo seré yo. Me encantaría tener las mismas armas que tienen todos los técnicos: la jerarquía futbolística de sus jugadores. Tú, fijate la lista de convocados de Colombia, 28 futbolistas, 18 de ellos vienen del fútbol de primer mundo: España, Italia, México, lo que quieras.
— (R. S.) Y por ahí se dan el lujo de dejar a uno fuera…
— Yo leí un poquito lo que dice (Néstor) Pekerman (DT de Colombia). No lo convoca a Gutiérrez porque no hace goles, tampoco a Jackson Martínez y a otro futbolista, que no me acuerdo, porque para Pekerman el fútbol chino es el peor que hay. Entonces, sus jugadores que están en este momento en China, no tendrían la jerarquía futbolística para jugar en Colombia.
— (R. S.) ¿Estás queriendo decir algo sobre Marcelo Martins? Te lo pregunto porque juega en China.
— Estoy diciendo todo lo que dice Pekerman. Sabemos que Marcelo es un jugador importante para la selección, pero vuelvo a decir que no se puede obligar a nadie a estar donde no quiere estar.
— (R. S.) ¿No te gusta hablar de Martins por la renuncia temporal de él mientras tú estés?
— No tengo ningún problema, pero en este caso prefiero hablar de Ramallo, de Duk, de las personas o de los futbolistas que nos están dando alegrías, los que no ponen condiciones para servir a su país, creo que así debería ser. Tú, fijate en Argentina cuando no gana un título, un partido, la culpa es de Messi, siempre le echan la culpa a Messi, siendo el mejor del mundo, y en la siguiente convocatoria es el primero en llegar, él no dice ‘si se va Martino’.
— (C. B.) Hablando de culpabilidades bien decía Julio ‘el culpable voy a ser yo’. Ser cabeza de… tiene una gran responsabilidad. ¿En estos partidos se juega dos exámenes como DT?
— Me han hecho esta pregunta… imagínese qué pasaría en el hipotético caso de que le ganemos a Colombia, quedaríamos por encima; y si Argentina no suma de a tres en Chile, quedaríamos por encima también siendo Bolivia. ¿Qué tendrían que hacer con Pekerman y Martino? Acá, en Bolivia, hubo técnicos que han dirigido 16 partidos sin ganar uno solo y nadie decía nada, se respetaron los procesos. Éste es un proceso de verdad, con jugadores de 18, 19, 20 años, cosa que no se hacía antes y nosotros como cuerpo técnico por primera vez en el fútbol boliviano hemos convocado a futbolistas de los 12 equipos profesionales, entonces más que eso creo que no se puede hacer. Antes, la hegemonía de la selección la tenían dos o tres clubes del país, hoy en día el que juega bien está en la selección. Vuelvo a decir, me puedo equivocar, soy ser humano, pero creo que en su mayoría estamos acertando con los futbolistas.
— (R. S.) ¿Estás susceptible? Por qué te pregunto esto. Hace poco te referiste a que tenías un pie afuera o tus días estaban contados, ¿por qué?
— Ahora entiendo por qué estás al frente de un diario tan importante, eres muy inteligente, sabes a qué me refiero, sabes por qué me referí a ello y, obviamente, es un tema que prefiero no tocar porque estoy cerca de un partido muy importante, crucial para los bolivianos, no solamente para mí. Te voy a responder simplemente esto: si hay alguien que conspire o que quiera que le vaya mal a Julio César Baldivieso, no me va a ir mal a mí, le va a ir mal a la selección.
— (R. S.) Aunque haya una persona del comité ejecutivo, de los cinco una no te quiere, tú has entrado a la dirección técnica con un noventa y tantos por ciento de apoyo popular. ¿Ese no es un apoyo para ti?
— Pero cuántos son en el comité ejecutivo: cinco y son los que deciden, no decide el país, son los dirigentes quienes deciden el futuro de la selección , del cuerpo técnico, eso está claro. Sí, nunca me voy a cansar de agradecer al país. Evidentemente, el técnico de la selección con todo mérito debería ser Eduardo Villegas…
— (R. S.) Mirá que lo estás diciendo por primera vez.
— No, no, lo he dicho antes. Gracias a Dios tengo una mediana educación, no tengo por qué no decir las cosas como son. Debería estar Eduardo acá. Él estaba dirigiendo Bolívar en ese momento y así como no lo dejó ir Bolívar, había otros técnicos nacionales que cuando los invitaron, ¿sabes que dijeron?, que los dirigentes en ese momento no eran reconocidos por la Conmebol y que no contaban con futbolistas para enfrentar una eliminatoria, que era muy poco tiempo. Me llamaron a mí y qué les dije: me siento orgulloso y sí quiero tener este reto.
— (R. S.) Eres el DT más joven en estas eliminatorias, el menos experimentado, ¿cómo haces para pensar las tácticas y estrategias teniendo enfrente a grandes maestros?
— ¿Sabes qué pasa? Que yo no me creo ni más ni menos que nadie, soy un ser humano igual que ellos, de repente sí me faltan años de experiencia. Trato de aprender todos los días, absolutamente todos. Esa virtud o esa posibilidad de jugar fuera del país ha hecho que conozca bastante de fútbol. Respeto mucho al rival, respeto mucho a todos, pero me ocupo más de mi equipo para planificar los partidos. Con Uruguay perdimos en dos pelotas paradas, pero fuimos superiores en La Paz; Ecuador, que es la sensación, 12 puntos en cuatro partidos, nos ganó en los últimos nueve minutos. Venimos acá con Venezuela, donde fuimos superiores y ganamos. Y en Paraguay estuvimos ganando, pero hay algo que me preocupa: la jugada de Duk, se va solo, viene el defensa y le hace un faul más grande que el estadio y (el árbitro) no cobra, era un árbitro venezolano. Y quién viene a arbitrar el jueves es otro árbitro venezolano.
‘Yo tengo una relación con Dios’
— (C. B.) La carrera de Julio Baldivieso, sin duda joven, tiene muchos capítulos y seguramente se han grabado muchas imágenes. Si tuviéramos un cofre y yo le digo ponga una imagen, un momento de su vida, ¿qué fotografía pondría en ese cofre?
– La del ’93, minuto 91 o 92 en Guayaquil (Ecuador), cuando toca el pitazo final el árbitro colombiano. Me acuerdo que llegamos a clasificarnos, en ese momento, por primera vez y única vez, a una Copa del mundo (EEUU 1994), que creo que todos los de esa generación tenemos presente lo que ha ocurrido en ese momento.
— (R. S.) Julio tiene enormes recuerdos desde que era seleccionado Sub-20, ¿te acuerdas ese golazo desde media cancha en un campeonato sudamericano?
— Sí, claro que sí, son recuerdos inolvidables. Justamente con Marcelo (Torrico), que es en este momento el preparador de arqueros, desde esa vez somos amigos, él era el arquero, obviamente yo decía: imagínense si ese gol lo hubiera hecho Ronaldo en ese tiempo o Ronaldinho, cuánto hubiera valido ¿no?; claro, lo hizo un boliviano, que es distinto. En todo caso, estoy feliz y orgulloso porque tuve la posibilidad de vestir los colores de nuestro país y de nuestra selección por 90 oportunidades.
— (R. S.) Julio, ¿eres católico?, ¿vas a Domingo de Ramos?
— Voy siempre. ¿Sabes qué pasa? Yo tengo una relación con Dios y soy muy católico, pero no necesito salir a los medios y a decir hago esto.
— (R. S.) Eres papá y hoy es Día del Padre.
— Gracias a Dios de tres tesoros, de tres tesoros que tengo.
— (R. S.) ¿Ya te llamaron hoy?
— Sí, por supuesto, a las seis de la mañana.
— (R. S.) ¿Y lo llamaste a don Enrique, tu padre?
— Por supuesto, es lo primero que hice al despertar.
Perfil
Nombre: Julio César Baldivieso
Nacimiento: 2 de diciembre de 1970
Ocupación: Seleccionador nacional
Su trayectoria
Fue uno de los jugadores más destacados y con mayor trayectoria del fútbol boliviano. Actuó en 12 clubes diferentes, “ocho de ellos en el exterior”, aclara. En Bolivia, integró los más grandes de La Paz: Bolívar y The Strongest; y los mayores equipos de Cochabamba: Wilstermann y Aurora. De éste último fue jugador y luego entrenador campeón. Como DT dirigió a otros cinco planteles en el país y ahora está al frente de la selección boliviana.
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