"Quiero que por lo menos sirva de escarmiento. No se puede jugar con las personas ni con un profesional", dijo Gustavo Romanello, técnico argentino, quien acudió al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social para cobrar los cinco meses de salario que le debe la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), por su función de coordinador de las divisiones inferiores.
El Ministerio envió ayer al ente federativo (demandado) la tercera "conminatoria de presentación" con la citación para el 8 de abril (17:30) "impostergable", ya que no asistieron al primer y al segundo llamado.
En caso de inasistencia, el memorándum, resalta que será "constituido desacato a la Ley", dando lugar a multas desde 1.000 a 10.000 Bs. por infracción.
Demanda
Romanello, apenado y perjudicado por esta situación, contó que en octubre de 2015 asistió a una convocatoria que hizo la comisión de selecciones y la FBF, en Tarija, para exponer su proyecto en divisiones menores. Apuntó que a esta cita también llegaron otros técnicos: Carlos Aragonés, Marcelo Angulo, Víctor Barrientos y Milton Maygua.
Agregó que después de las disertaciones, su persona junto con Aragonés fueron los finalistas, y que para la determinación final primó el aspecto económico, que ya se había acordado, tras esa reunión.
Fue entonces cuando los dirigentes (no especificó nombres porque no recuerda varios de ellos) le pagaron los pasajes hasta Santa Cruz y hospedaje en hotel cinco estrellas, para que inicie su labor con la comisión de selecciones.
"Después, ya no recibí ninguna comunicación. No me contestaban celulares, y yo no sabía qué hacer, son cinco meses que personalmente me perjudicó mucho, porque no se percibió ningún haber económico, ni la posibilidad de aceptar ofertas de otras entidades", expresó.
Luego, apuntó que el primer trabajo que le encomendaron fue hacer seguimiento al nacional Sub 18, que se llevó adelante en Cochabamba, el mes de noviembre. Después lo mandaron a un torneo en Villamontes, donde también observó jugadores, al igual que en los torneo de la Asociación Cruceña de Fútbol y otros.
Asimismo, realizó una base de datos de todos los jugadores de 16, 17 y 18 años que militan en el fútbol del exterior. Confesó que continuó trabajando, mientras, se preocupaba por la firma del contrato, "pero como sabemos por ahí el fútbol no es tan formal en Bolivia. Uno se va adecuando a las situaciones y el trabajo continúa". Sin embargo, llegó un momento en que la llamada para firmar el vínculo nunca ocurrió, pero algunos dirigentes le decían: "Espera tranquilo, seguí observando, hay elecciones en la FBF. Hasta que un día no me contestaron más".
Resaltó que incluso le dijeron que todo lo que gastaría le sería devuelto, pero nunca recibió "nada".
Asimismo, comentó que tenía planificado iniciar en enero el trabajo con un seleccionado Sub 20 para preparar el grupo todo el año para el Sudamericano Ecuador 2017 de esta categoría.
"No quería ser parte de la mala organización que siempre hay en el fútbol boliviano. Dos meses antes o un mes te contratan para hacer entrenar, participan en un torneo donde están selecciones que se preparan año redondo, volvemos con un promedio de cuatro o tres goles en contra en cada partido, y quien es el responsable: el entrenador. No iba ser parte de ese mal trabajo, por eso quería iniciar en enero", dijo. Luego, enfatizó que aguardó hasta fines de febrero, y como los dirigentes no aparecieron tomó la decisión de introducir la demanda ante el Ministerio de Trabajo.
"Presenté mi descargo. Ahora los que tienen que decir que eso es mentira es la FBF", añadió. En ese marco, comentó que más allá del resarcimiento económico por los cinco meses de trabajo, pretende que su demanda siente precedente en el fútbol nacional, para que los dirigentes sean responsables de los acuerdos que hacen. "En algo les afectará (la demanda)", acotó.
En tanto, mencionó que tiene preparados todos los informes de seguimientos que hizo en las diferentes categorías y que en caso de llegar a un acuerdo con los dirigentes dejará estos documentos en manos del siguiente técnico o coordinador que se haga responsable, para que en un futuro se trabaje en el proyecto.
FBF
La escueta explicación que dio Wálter Torrico, secretario general de la FBF, es que no se firmó contrato con Romanello.
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