Bolivia estuvo a punto de darle un sofocón a Chile, porque se aferró a un cerrojo defensivo y le hizo sudar la ‘gota gorda’ en la segunda fecha del Grupo D de la Copa América Centenario que se cumplió anoche en Foxborough y con un dudoso penal concedido por el árbitro Jair Marrufo definió la contienda a favor de la Roja (2-1) tras la ejecución de Arturo Vidal (53’ ST).
Con esta caída, el seleccionado boliviano selló su suerte y se sumó a la lista de eliminados, debiendo afrontar su último partido el martes frente a Argentina en Seattle, y sólo por cumplir. Chile -por su lado- sigue con vida en la justa.
El partido en general fue de dominio chileno, porque su oponente se limitó a cerrarle espac ios y cortarle circuitos en los intentos ofensivos que proponía el campeón vigente de la Copa América
Por su lado, el seleccionado boliviano se arrimó en un planteamiento enteramente defensivo, porque le regaló el balón al adversario y volcó sus afanes a la interferencia y obstrucción de los intentos que no fueron pocos del transandino que buscaba el desequilibrio por los dos flancos, donde sus individualidades no daban pie en bola, porque siempre había una pierna o la interferencia aérea que frustraba sus viajes ofensivos.
Si bien es cierto que las limitaciones de Bolivia para salir, por las características del trámite al que estaba expuesto a lo largo de la contienda, el balón vivía en tres cuartos de cancha, y la emergencia era permanente para Carlos Lampe, que por lo demás se erigió como el obstáculo más notorio del aparataje defensivo de la Verde, a la postre se dio un desenlace con una decisión arbitral que no escapó a la crítica, habida cuenta que el penal decidió el destino de la contienda a favor de Chile.
Por lo demás, el triunfo chileno, no tuvo la claridad y contundencia que parecía avizorarse antes del pleito, tuvo que resignarse a una victoria luchada y viendo el reloj, porque incluso a un minuto de la conclusión, Rodrigo Ramallo se ‘comió’ un gol cantado al encarar sin marca al meta Bravo, el balón salió “besando” el parante izquierdo.
LOS GOLES
Una desatención en la última linea de Bolivia, como sucedió en otros compromisos, provocó el primer tanto de Chile. Una corrida de Pinilla al minuto de reanudadas las acciones tras el descanso, dio lugar a su pase “quirúrgico” para Arturo Vidal, quién con su mejor perfil le ganó al defensor que salía al cruce, y la mandó adentro ante la sorpresa de Carlos Lampe. El empate transitorio, fue obra del ingresado Jhasmani Campos, quién ejecutó un tiro libre desde 25 metros, lo hizo con un soberbio zurdazo que superó a la barrera y la pelota se coló al ángulo derecho del arco de Claudio Bravo, quién a pesar de su estirada no pudo evitar el contraste (15’ ST). El score vuelve al equilibrio (1-1).
El tanto del desequilibrio, penal dudoso que cobró el árbitro, prácticamente se sucedió cuando se había jugado 8 minutos de adición. Arturo Vidal disparó alto y a la izquierda del meta Lampe, que se había jugado por la derecha (53’ ST).
EL PARTIDO
Fue un monólogo el encuentro de anoche. La propuesta de uno y otro equipo develaba la diferencia de las intenciones y lo que se buscaba con el fragor de la contienda.
Chile sabía que la única manera de conseguir un resultado favorable era llevar balones al frente, y Bolivia sabía que había que concentrarse en defender el marco.
Sánchez, Vidal y Pinillaeran los más movedizos en el frente de ataque de los chilenos, y en la zaga nacional la figura de Zenteno pasaba a ser el referente más importante junto al meta Lampe. A los 30’ Vidal no puede definir tras centro de Orellana, fue una buen a opción (30’). Zenteno salva el arco boliviano al bloquear un disparo seco de Sánchez. Dos minutos después Lampe le gana a Vidal un balón de gol. En el complemento, la fisonomía del cotejo no cambió, y sólo con el agregado de los goles que se desataron en su desarrollo.
Chile ganó sufriendo un encuentro que se le hizo cuesta arriba, y que se definió con un penal dudoso.
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