Angel Guillermo Hoyos, el flamante seleccionador nacional, no se guarda nada en esta etapa al frente de la Verde.
La evolución en el entrenador argentino es constante y el ritmo de trabajo es para elogiar, tomando en cuenta el extenuante tiempo que le dedica a la Selección Nacional.
Hoyos se levanta a las 06.00 de la mañana, todos los días, ahí comienza la tarea porque enciende el ordenador y comienza a repasar lo realizado y lo que se realizará.
Es un técnico bastante metódico, a la hora de planificación, por eso es que entrar en el ritmo de trabajo que imprime es para destacar. Uno de los que están trabajando ahora y que antes estuvieron con el seleccionador anterior, dijo “en estas dos semanas, estoy haciendo lo que en todo el anterior proceso hacía”. No es que en el anterior proceso no trabajaba, sino daba cuenta de que con Hoyos se ha redoblado y hasta se ha triplicado el tiempo de trabajo.
Una vez que el DT repasa lo que se realizará en la jornada, viene el desayuno, luego la conversación con el grupo de trabajo y el entrenamiento matinal. Luego, llega el momento del almuerzo, cuando Hoyos y los miembros de su cuerpo técnico conversan, antes, sin embargo, el cordobés de Villa María se ha tomado un tiempo para conversar con alguno de los jugadores, darle una palmadita, preguntarle de la familia, de la esposa, de los hijos. El ambiente en ese momento es distendido y bastante familiar. En ese sentido, Hoyos es un tipo que trata a sus jugadores como parte de su familia, es el momento de las bromas, de la charla informal. Luego viene lo otro, porque en la cancha, en el entrenamiento, el seleccionador nacional pide y exige intensidad, no permite concesiones de ningún tipo; un apoyo son las cámaras, que enfoca la manera en que realizan los jugadores la tarea. En la cancha, el DT, en algún momento hasta levanta la voz para corregir los movimientos.
Tras la tarea vespertina, llega el momento de la evaluación, con el grupo de trabajo, mientras los jugadores descansan, viene la cena, la charla distendida; posteriormente, es el momento de la evaluación de las imágenes. La charla y el intercambio de opiniones se da posterior a la cena, es el momento del balance y de planificar todo lo que posteriormente vendrá. Se habla de táctica, del rival, de hasta los mínimos detalles. Es el momento del descanso, el cuerpo técnico se va a sus habitaciones pasada la medianoche, o un poco más tarde. El último en dormir es Hoyos (entre las 01.00 y 02.00), quien también es el primero en levantarse.
Uno de sus asistentes, mencionó al respecto que “ es evidente que es un ritmo de trabajo bastante fuerte, pero vale la pena, son dos semanas donde se tiene que entregar todo y en eso el profesor Hoyos realmente es un ejemplo, no para nunca”. El DT tiene todo definido, tiene todos los parámetros, es su estilo, hoy se ha profundizado más en la Selección.
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