Primero Brasil, de visitante, y luego Ecuador, en La Paz. Del intenso calor de Natal, a la altura paceña en tan solo cinco días. Ese aspecto obliga a encarar una estrategia y desarrollarla a base de una planificación que en la parte médica ya tiene trazada el doctor Jorge Pacheco, médico de la selección. Él sabe lo que se viene porque se trata de dos fechas muy distintas a las anteriores y, en ambas ciudades, se apunta a obtener el máximo rendimiento del plantel. Bolivia visitará a Brasil el 6 de octubre y cinco días después recibirá a Ecuador en La Paz.
¿Cómo se está planificando ahora que nos toca comenzar el intenso calor de Natal?
El cuerpo técnico apunta a ir a concentrar a Brasil por el tema de la aclimatación, ya que el organismo debe adaptarse al lugar donde se competirá. En ciudades como Natal o Río, que en verano tienen temperaturas extremas, se sufre unos cambios en competencia. El cambio más importante es la deshidratación ya que no habría ningún problema por jugar sobre el nivel del mar, porque es igual que Santa Cruz, pero el calor es intenso. No te olvides de que son jugadores de alto rendimiento y ellos dan la capacidad máxima, no es lo mismo para una persona normal.
¿Es por eso la sugerencia de ir a Natal en la previa a Brasil?
Sí, irnos al lugar donde se competirá, como lo hacemos en La Paz, aunque en este caso nos toca jugar de visitante y vamos a tener al menos siete días previos. El profe (Ángel Guillermo) Hoyos siempre recalca que no vamos a ir a participar, sino a competir y es por eso que tenemos que tomar todo tipo de posibilidades para que el organismo esté bien aclimatado. La mayoría de nuestros jugadores viven en La Paz y en Santa Cruz y los que viven en La Paz quizá van a sufrir un poco más al inicio de la concentración.
¿Por qué?
Aunque las ciudades de altura son más frías y secas, también se deshidratan, pero las pérdidas son más lentas. En ciudades tropicales como Santa Cruz, la deshidratación es igual, pero las pérdidas son mayores. Natal tiene una temperatura que llega hasta los 38º y hay que trabajar en ello.
¿Qué se hará?
Primero vamos a considerar con la Conmebol una reunión técnica, para que se establezcan los tiempos necesarios en que se tiene que parar el juego. Cuando las temperaturas superan los 32º, se lo debe hacer por prevención, porque la deshidratación puede causar muerte súbita, más allá de ciertas patologías de algunos jugadores. Pronto enviaremos una nota a la Conmebol sobre esto.
¿Y en los días de práctica?
Durante los días de aclimatación, tenemos preparado un plan de hidratación muy fuerte con el agua de coco que ahora estamos utilizando. El agua de coco es un hidratante natural y muy importante como lo es el Gatorade o Powerade. Eso sí, el agua de coco tiene ventaja, tiene otro tipo de propiedades porque aparte de tener sodio, potasio, cloro o magnesio, protege el sistema inmunológico, tiene vitamina C, ayuda a que la absorción por los azúcar naturales sea más rápida. Vamos a utilizar además los sueros rehidratantes endovenosos con todos los del plantel.
¿Cuánto puede afectar no estar bien hidratado?
Si un jugador no está bien hidratado, el rendimiento baja, el músculo necesita mucho líquido. Como somos el 70% de agua, al perder líquido las células de nuestro organismo sufren pequeños cambios, entonces ellas tratan de adaptarse y es ahí donde se descompensan ciertas capacidades y, en el caso nuestro, el rendimiento deportivo baja.
¿Cómo hacer la medición para recuperar lo perdido?
Con el peso diario, antes de entrenar y después de entrenar. Esa es una medida objetiva que nos permitirá ver -más o menos subjetivamente-, cuál ha sido la pérdida real de nuestros jugadores en cuanto a líquido. Por ejemplo, pesamos al jugador antes de la práctica y tras el entrenamiento lo volvemos a hacer y ya está en 68 kilos, ha perdido peso, pero no un peso muscular o de tejido, sino de líquido. Quiere decir que ese jugador necesita kilo-litro y los debe reponer con agua.
¿El agua la llevarán desde el país o no tiene problemas de que se adquiera en Brasil?
Generalmente nosotros llevamos nuestra agua porque en competición todo puede pasar. Normalmente para una concentración de dos días, llevamos como 200 paquetes entre agua y Powerade. En este caso vamos a ir varios días y creemos que ocuparemos 600, se necesitará mucho líquido, porque el agua no se utiliza solo en el entrenamiento sino también durante el hotel. Cada jugador tiene a su disposición en sus respectivas habitaciones entre dos y tres paquetes.
¿Qué se hará para recuperar al plantel de un partido a otro?
Nosotros hacemos una revisión objetiva y un control de electrolitos de cada uno, gracias a un control con los laboratorios. Si vemos que hay un desbalance, entonces necesitamos ciertos electrolitos específicos para poder compensar ese aspecto, porque como te dije, un jugador que no esté rehidratado bien para competir, baja su rendimiento y no podemos confiarnos. Para la alta competencia los jugadores tienen que estar bien en todos los aspectos. Utilizamos dos medidas: el peso corporal diario y el examen de sangre, y si en esta última aún existe ese desbalance, ya no se le da líquido vía oral, si no vía endovenosa.
¿Y con la comida?
Nosotros estamos acostumbrados a una comida muy típica de Bolivia. No te olvides de que un 90% de nuestros jugadores vive en el país y tenemos el sabor, el color y la comida propia de nuestra ciudad. Yo siempre recomendé a la FBF que llevemos un chef a donde vamos, para que la comida sea parecida porque el jugador debe alimentarse bien. No desmerezco la comida de otros países, pero nuestro sabor permite una mejor alimentación al jugador. De este tema sufrimos en la Copa América Centenario.
¿Qué pasó?
La comida era internacional y algunos jugadores no la aceptaban por el sabor mismo. Siempre recomiendo una dieta de deportista de alta competencia a base de muchos hidratos de carbono como las pastas, sin dejar de lado el arroz y la papa. Es por eso que estoy solicitando un chef. Yo superviso todo, entro a la cocina, veo el aseo, la manipulación de alimentos, aunque generalmente es buena porque son hoteles cinco estrellas. En Estados Unidos tuvimos un problema porque el chef ni siquiera era de ahí, era africano. Cuando lo vimos nos cambiaron a uno latino, aunque el sabor era diferente. Claro que hay cosas ricas en Brasil, pero no son para jugadores o deportistas que tienen una dieta especial.
¿Cuánto de clave será la cámara hiperbárica para La Paz?
La cámara hiperbárica no es una cosa que hubiéramos traído de otro planeta, sino que todas las selecciones de alta competición la utilizan. Tiene dos objetivos: el de recuperar el tejido que ha sufrido ciertos cambios y la ayuda a la aclimatación más rápida a la altura. Nosotros necesitamos recuperar el organismo para que se encuentre en el 100% de sus capacidades biológicas. También utilizamos para la aclimatación más rápida a la altura o a lugares donde la oxigenación es menor. La Paz tiene una altura de 3.600 msnm y una oxigenación del 19%, en Santa Cruz o al nivel del mar, la oxigenación es al 22%. Entonces, como ustedes verán, hay una menor concentración de oxígeno y el organismo necesita compensar esa falta de oxígeno con mucho esfuerzo.
La ozonoterapia ya se utiliza con usted en la parte médica, ¿en qué consiste?
Soy especialista en medicina deportiva y sub especialista en ozonoterapia. Hice en Buenos Aires un curso importante porque ahora se la utiliza en medicina deportiva, en recuperación, en aclimatación, en resolución, incluso en lesiones. El ozono tiene muchas propiedades y una de las propiedades es la reoxigenación de la sangre. Entonces nosotros utilizamos mucha ozonoterapia en La Paz, cambiando y reoxigenando la cantidad que ha sido gastada durante los entrenamientos. Con la ozonoterapia limpiamos el ácido láctico que acumula cada jugador y que provoca lesiones. Se hizo esto con Martins y Smedberg.
Ellos llegaban con muchas horas de diferencia, ¿a qué tratamiento se sometieron para que ese aspecto no les afectara?
Martins venía con 12 horas (juega en China) y Smedberg con seis (Suecia). Es importante destacar que con solo dos horas de diferencia el organismo siente que le hacen estragos. Hay jugadores que se acuestan a las 22:00 o 23:00 y si hay tan solo dos horas de diferencia, se lo siente. Imagínense con seis y 12 horas. Lo que hicimos a la llegada de Marcelo Martins, fue combatir el ‘jet lag’ (descompensación horaria) haciendo la actividad normal del país donde uno llega, lo que quiere decir que no durmió por 24 horas; esa fue una pequeña debilidad. Llegó a La Paz a las 10:00, para él las 22:00, entonces no lo dejamos dormir, estaba con mucho sueño, cansado, pero tuvo que realizar un trabajo diferente. Y en la noche para que pueda dormir -para él de día en China-, hicimos una terapia de música, como si estuviera en el mar, con sonidos de aves y le dimos unas pastillas para dormir.
¿Y Smedberg?
Él ya venía durmiendo al revés, no duerme en el viaje, sino al llegar. Con él fue un poco más fácil, pero con Marcelo tuvimos que hacer ese tipo de terapia por la gran diferencia horaria.
¿Eran los únicos que no podía dormir del plantel?
No, hubio otros que la ansiedad también les provocó insomnio. En alta competición, pasa, también vamos a realizarla con ellos para que todos tengan un buen descanso y estén en un 100% de sus capacidades. Eso sí, en este momento ya no solo se necesita dormir bien, sino mucho suplemento, mucha energía en el organismo para competir. Los jugadores de alta competición necesitan muchas cosas para aumentar o por lo menos mantener su rendimiento deportivo. Messi, Djokovic, Federer o Cristiano Ronaldo, parecen personas normales cuando juegan, pero el trabajo detrás de ellos realmente es grande, todos tienen cámaras hiperbáricas en sus casas.
¿Qué recomienda si se decide partir la selección?
Hay un concepto básico: entrenar alto y jugar bajo. Entrenar alto porque la altura es el lugar de concentración de mejor oxígeno, condiciona que nuestro organismos desarrolle un sistema de compensación y pueda oxigenarse mucho mejor. Esto quiere decir que si una persona que vive sobre el nivel del mar tiene una molécula de oxigene, el de altura tiene tres. Lo que quiere el profesor Hoyos es que esos jugadores que están bien adaptados a una concentración de oxígeno menor, no bajen y pierdan esa capacidad porque vamos a estar muchos días en la previa a Brasil.
¿Hay buena sincronía con el cuerpo técnico de Hoyos?
He trabajado con muchos cuerpos técnicos y todos son diferentes, cada uno tiene una filosofía; sin embargo, en estas selección particularmente con el profesor Hoyos, tenemos buena sincronía, nos llevamos bien en la parte de sugerencias porque no podemos imponer, sí sugerir qué es lo mejor con base en estudios científicos, a base de experiencias propias, para que ellos tomen la mejor decisión. En ese sentido es un gran profesional, muy experimentado, porque además ya conoce este tipo de recomendaciones, algunas son nuevas, otras que ya las ha vivido cuando estuvo en La Paz, ha trabajado con el instituto de altura, con el doctor Guillermo Aponte de Bolívar y muchas otras cosas nuevas que nosotros hemos traído y que las estamos adaptando.
¿Hay mucho hincapié en la entrega de suplementos?
Sí, nosotros le damos siete pastillas de diferentes contenido y me ha impresionado que jugadores de experiencia como Pablo Escobar, Ronald Raldes, Marcelo Martins o Edward Zenteno, toman las siete pastillas; al principio un poco renegando (se ríe) porque a nadie le gusta tomar siete comprimidos en una mañana, pero después bien. Además al comenzar el entrenamiento toman un suplemento de reposición de azúcar y también de aminoácidos. Desde las 19:00 utilizamos las cámaras hiperbáricas para cierto tipo de jugadores y ozonoterapia para otros. Y un día antes de jugar, utilizamos una solución endovenosa, que me voy a reservar el contenido de lo que le ponemos, pero que traigo desde Canadá. Esa fórmula la llevamos a la selección y la utilizamos un día antes de jugar, un secreto, es un as bajo la manga. Después del partido ante Perú, los jugadores fueron los primeros en pedirnos para el choque ante Chile
No hay comentarios.:
Publicar un comentario