Puso el dedo en la llaga. El tesorero de la FBF, Cliver Rocha, no dudó de confirmar que fue él quien firmó los cheques que circularon un día en las redes sociales, correspondientes a pagos de los funcionarios federativos Wilge Lizarazu y Víctor Hugo López.
Un día antes circularon los cheques de Lizarazu con un monto superior a los 29.000 dólares, y de López por un valor de 15.000 dólares. De Lizarazu se justificó como el pago de tres quinquenios, mientras que de López, porque se arrastra una deuda de 90.000 dólares, de los cuales pidió 15.000 por problemas particulares.
En el caso de Lizarazu, el tesorero federativo dijo que “hay una dualidad de funciones”, tomando en cuenta que además de ser funcionario rentado de la FBF, es dirigente de la ANF. , Rocha explicó que “el señor Lizarazu es empleado y está en planillas de la Federación, nos guste o no él recibe un salario, creo que es de 13.500 bolivianos”, afirmó, a tiempo de agregar que está aproximadamente 25 años en la FBF.
Rocha fue consultado en torno a por qué firmó el cheque, cuando al parecer hay varias irregularidades, a lo que declaró que en su momento “coincidimos con Marco Peredo que el señor Lizarazu es una persona afín, casi dependiente de la ANF, además es delegado, por eso Cochabamba llega a tener tres votos en el Congreso Ordinario, y por este motivo hay una comisión hasta de intereses”, dijo.
“Por eso-prosiguió- es que el señor Lizarazu debería dar un paso al costado, no puede seguir siendo funcionario de la FBF, ha llegado el momento en que deje la Federación”, manifestó.
En el caso de Víctor Hugo López, dijo que fue contratado como asesor de la FBF, y se le adeuda como 90 mil dólares por beneficios sociales. “El ha solicitado que por una circunstancia especial que está pasando, se le pudiese adelantar de sus honorarios una suma de dinero”, enmarcó el dirigente, a tiempo de justificar el pago de ese monto de dinero en relación a López, de quien dijo que no tiene ningún parentesco con el actual titular federativo, Rolando López.
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