Empecemos. En la década del 70, Bolivia era conocida en el mundo gracias a los golpes de estado promovidos por militares. Llegamos al extremo de haber tenido en un solo día un triunvirato y otro golpista, es decir cuatro presidentes.
Este ejemplo ha cundido en la Federación Boliviana de Fútbol donde existió un presidente entre rejas y otro en ejercicio y posteriormente, otro ejecutivo con detención domiciliaria y otro buscando ser reconocido por la Conmebol, manifestando que el prisionero había renunciado. Parece que estuviéramos revisando un cuaderno de investigaciones de un proceso penal, de donde evidenciamos que en la FBF, los dirigentes se han dedicado exclusivamente a serrucharse el piso entre ellos por los dólares que se percibe y el fútbol, bien gracias.
La Liga en su Estatuto modificado de fecha 3 de marzo de 2010, determina que su Comité Ejecutivo estará constituido por un Presidente, cinco Vicepresidentes, un Secretario General y un Tesorero.¿ Dónde están los cuatro vicepresidentes? si existe uno solo que domina la Liga, según el Presidente del Club Bolívar. Seguimos, no se sabe si habrá descensos en el presente campeonato, lo que da a pensar que la Liga de 12 clubes tendrá 14, no dándose cuenta que apenas un mes de haber comenzado el campeonato, las quiebras en el 50 por ciento de los clubes ya han sido declaradas. Y, para que dos equipos más participen podrían hacerlo con los suplentes de los doce equipos al no existir las divisiones inferiores.
Ahora, qué pasa en la Asociación Nacional de Fútbol que no hace absolutamente nada por el andar de las asociaciones departamentales que al haber retornado la gestión deportiva anual a partir del 1 de enero al 31 de diciembre, ve cruzada de brazos el hecho insólito de que durante la presente gestión en la Asociación de Fútbol de La Paz se jugará la segunda rueda del campeonato de la Primera A del año 2016 en los meses de marzo a mayo del presente año entre los 10 participantes, para luego reiniciar el campeonato en marzo de 2018.
Seguramente se tomó esta decisión, por el hecho de que al no existir límite de edad en esta división, los veteranos estarán satisfechos de jugar un partido mensual y no los 45 que es el mínimo que debe jugarse en un campeonato competitivo anualmente.
Y, finalmente, se está haciendo costumbre que los dirigentes continúen ejerciendo sus cargos desde las penitenciarías donde se encuentran recluidos, en franco atentado a los dispuesto por sus Estatutos por el impedimento que tienen.
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